«Boss: Obsession» Remake.

XXXIV

"Declarar amor es mucho más que decir: me gustas.

Declarar amor es de suicidas."

—Unknown.

Al día siguiente Natasha decidió ir al trabajo luego de dejar a Chloe en la escuela.

Cuando camina el pasillo que la dirige a su oficina se encuentra a Steve Rogers parado frente a su puerta, su mirada nerviosa viéndose desde lejos.

—Buenos días.

—Necesitamos hablar— corta de repente y ella frunce el ceño, abriendo la puerta y ambos entran.

La pelirroja camina hasta su escritorio, sintiendo el aire frío llenando la sala y la luz entrando por las ventanas, las cuales el grupo de limpieza habían abierto temprano en la mañana como siempre. Deja su bolso en la mesa y toma asiento, cruzando las piernas en costumbre. Cruza sus brazos sobre su pecho y mira al castaño con una ceja levantada.

—Yo...— comienza a decir pero se detiene, pareciendo meditar sus palabras—. En realidad no sé qué pasó aquella noche.

Ella se queda inmóvil en su lugar, esperando a que continuase.

—En verdad lo siento tanto por todo lo que dije. Estaba agotado y llevaba todo el día pensando en lo que había pasado estos días. Me disculpo si lo que dije...

—Steve— le toca interrumpir a ella. Se aclara la garganta y con voz neutra dice—. No estoy molesta. No sé si lo sabes, pero quería asegurarte de que no lo estoy. Cosas pasan, y lamentablemente todo pareció pasar ese día— pierde el enganche en su pecho y ahora sus brazos caen a sus costados—. Está bien. Sí, fue una pelea, pero está bien.

Él parece respirar con tranquilidad ahora.

—Natasha, yo...

—Lo siento, pero no hablaré sobre eso aquí— le hace saber cuando percibe su tono—. Prefiero que estemos los dos fuera de este lugar para hablar de nuestra relación. Espero que lo respetes.

—Cla-claro— asiente rápidamente con la cabeza—. ¿Quieres que cocine algo para ti en la noche? Puedes ir a mi apartamento.

—Creo que es mejor que nos quedemos en el mío. Clint dejó a Chloe otra vez.

—Entiendo. ¿Almorzamos juntos hoy?

—Veré si tengo tiempo.

—Ah, comprendo— frunce el ceño y agacha un poco la mirada.

Natasha nunca había estado en una situación así antes. Eso de tener que explicarse le parecía complicado, pero sobre todo bastante conveniente en ese momento.

—Lo lamento— dice de repente mirándolo a los ojos.

—No te preocupes, entiendo que eres una persona ocupada.

—Entiendes también de que formas parte de mi vida, ¿cierto? ¿De que sólo tengo que caminar unas puertas arriba para verte?

Steve sonríe por lo bajo y camina a la puerta.

—Te llamaré luego, ¿bien?

Se detiene y voltea, una gran sonrisa dibujándose en sus labios.

—Estaré esperando por eso.

•

La llamada nunca llegó, y la pelirroja estaba consciente de aquello, pero decidió no prestarle mucha atención. En vez, se había pasado toda la tarde encerrada en su oficina, las visitas mínimas, para así terminar todo el trabajo que tenía pendiente.