NEVER GIVE UP ✦ The Walking Dead

c a p í t u l o 10

c a p í t u l o   10
( ¿y si...? )

ꕤ ꕤ ꕤ

   —Buenas noches.

La voz de Smith sorprendió a Sheyla en cuanto ella entró por la puerta de su casa y lo vio sentado en el sofá de su salón, leyendo un libro tan tranquilo y tapado con una manta marrón de pelo. Era algo tarde, apenas había luz en la casa, tan solo una pequeña lámpara encendida que se encontraba posada en la mesita que había junto al sofá en el que estaba James.

—Creí que estabas durmiendo. —No supo porqué, pero ella ni siquiera pudo mirarlo a los ojos.

James no dijo nada, tan solo cerró el libro que leía y lo posó en la mesita mientras no quitaba la mirada encima de ella. Lamió sus labios inconscientemente y luego tragó saliva a la vez que se destapaba. Aún permanecía esa extraña tensión e incomodidad entre ellos.

Sheyla evitó su mirada mientras colgaba la chaqueta que la cubría del frío en el perchero de píe que había junto la puerta, y al ver que la conversación no iba a ningún lado, decidió salir del salón y se dirigió a la cocina para beber algo. Lo que no se esperaba fue que James Smith fuera tras ella.

Todo estaba en silencio, ni siquiera se oía el sonido de fuera que los insectos solían hacer como de costumbre. Tan solo se oyó por un momento cómo la mujer tragaba el agua que bebía mientras el hombre, el cual se había apoyado en la encimera, la observaba en silencio. Se estaba sintiendo más que incómoda, y no entendía porqué James estaba actuando así de extraño.

—¿Ocurre algo? —preguntó en un intento de parecer tranquila mientras dejaba el vaso en el fregadero. Al fin pudo conectar sus ojos con lo de él, y sintió una sensación demasiado extraña en su vientre que jamás había sentido al mirarlo.

James masajeó su barba mientras llevaba la mirada al suelo, su pie se movía con nerviosismo. Después volvió a mirar a Sheyla, la cual notó en su cara una gran preocupación, no entendía qué le pasaba a su mejor amigo.

—¿Qué nos está pasando, Sheyla? —La voz de James se notaba apagada, cansada. Incluso en su rostro se podía ver el agotamiento que portaba.

La mencionada frunció el ceño y abrió la boca para hablar, pero la cerró e intentó procesar de nuevo lo que le había dicho. No comprendía a qué venía aquello.

—No... no entiendo de qué hablas. —Soltó una risa nerviosa y floja, Sheyla estaba realmente incómoda. Ella también apoyó su cuerpo en la encimera, pero en frente de él, estando a unos diez pasos de distancia.

—De nosotros —casi murmuró. Rascó su mentón, no paraba de moverse, estaba inquieto y eso delataba su intranquilidad. Cuando volvió a conectar sus ojos con los de Sheyla, continuó explicando—. Desde que llegó aquí tu familia, tú y yo... nos hemos distanciado —hizo una pausa—. No paramos de discutir, casi no hablamos, apenas nos miramos ¡y eso que vivimos en la misma puta casa! —echó una risa sin humor. Su paciencia se estaba agotando, Blake lo podía notar.

—Sé que las cosas han cambiado, y no me gusta que estemos así, James... —Desvió la mirada angustiada, ver a su mejor amigo en ese estado de preocupación por su amistad le dolía. Sabía que él tenía razón, que ella estaba siendo egoísta y lo estaba dejando de lado. Por ello, intentó calmarlo con sus palabras, pues era consciente de que debía ser cuidadosa con lo que decía, ya que era probable que aquella conversación terminase en otra discusión, y eso era exactamente lo que ella no quería— ...pero supongo que todo volverá a la normalidad después de que luchemos contra Los Salvadores.