Nueve.

10.3K 1.1K 170
                                    

Después de que se les pasara la sorpresa a los presentes, la reunión por la que estaban allí comenzó.

Percy ahí se enteró de quién sería el nuevo capitán del equipo Kakashi: Yamato.
Y también de quién era Kakashi: el hombre de cabello gris que estaba en la camilla.

El cuál por alguna razón Percy había considerado atractivo a pesar de que no podía ver la mitad de su rostro.

Ahí también se enteró que Yamato tenía algo especial para tratar con los Bijuus.

Cuando Jiriaya les mostró a todos su cicatriz gracias a la vez que Naruto había liberado la cuarta cola, Percy miró al suelo. Ya había visto demasiadas veces esa cicatriz.
A veces se preguntaba por que los dioses la habían escogido a ella para esta misión. Ella no sabía nada sobre como tratar con lo que era Naruto porque para empezar venía de otro mundo y por más raro que fuera, Percy ya había descubierto un nuevo nivel de rareza.

Entonces se dio cuenta de que todos la miraban expectantes, como si hubieran hecho una pregunta, por lo que levantó ambas cejas.

—¿Uh?

Tsunade rodó los ojos y miró a Jiraiya.

—¿De verdad estás seguro de que esta niña va a poder proteger a Naruto, Jiraiya? —fue lo que preguntó, Jiraiya guardó silencio y miró a Percy pues sabía que odiaba cuando alguien la subestimaba.

—Para empezar, no soy una niña, tengo 18 años y aunque suene poco comparado con su edad, he sobrevivido dos guerras, he caminado por el infierno, tal vez no tenga ni la mitad de poder de lo que tienen ustedes pero daría mi vida por Naruto sin dudarlo, porque esa es mi misión —le dijo Percy, mirando a Tsunade fijamente a los ojos y sin apartar la mirada ni un momento.

La Quinta Hokage apartó la mirada primero mientras asentía.

—¿Te vas a quedar esperando que Naruto llegué de su misión o quieres unirte a la misión? —le preguntó Tsunade a Percy.

Percy entonces miró a Jiraiya, como un cachorro perdido pero él negó con la cabeza.

—Percy aún no se puede quedar, aún tiene que entrenar bastante si piensa proteger a Naruto —dijo el peliblanco acercando se a la azabache y le pasaba un brazo por sus hombros. 

La semidiosa se alejó casi al instante.

—Aún estoy enojada contigo por lo que hiciste anoche fingiendo estar ebrio —dijo ella mientras le daba la espalda y se cruzaba de brazos. Kakashi levantó ambas cejas, tratando de no pensar mal sobre lo que había dicho Percy pero conociendo a Jiraya muy seguramente lo que había pensando era cierto—. Me voy a desquitar en el próximo entrenamiento de taijutsu.

Jiraiya comenzó a sudar frío, muy a su pesar Percy era muy buena en taijutsu, supuso que tenía que ver con su entrenamiento al ser una semidiosa. Una vez se le había ocurrido la grandiosa idea de entrenar cerca de un río, cuando menos se dio cuenta Percy lo había llevado al agua, había comenzado a atacar con más fuerza y velocidad. Sólo Tsunade había logrado vencerlo en taijutsu pero ese día también lo había hecho Percy. 

Estaban tan metidos en su discusión que no se dieron cuenta cuando Tsunade y Shizune se fueron. 

—Bueno, los chicos me estarán esperando, así que me voy. Adiós, Jiraiya-sama, Kakashi-senpai y —Yamato dudó en como tratar a la chica.

Percy sonrió encantadoramente, haciendo sonrojar a Yamato un poco. Kakashi se sorprendió un poco pues no era siempre que veía que el semblante de Tenzou cambiará de aquella manera, pero lo entendió por completo, aquella chica podía hacerte sonrojar solo con mirarla.

—Llámame Percy —le dijo sin más, Yamato asintió con la cabeza y comenzó a dirigirse a la salida—. ¡Espera! ¿Puedo acompañarte? Quiero ver a Naruto.

—Percy... —comenzó Jiraiya pero ella lo interrumpió.

—Ni siquiera va a notar que estoy allí, Jiraiya —le dijo Percy, caminando hacía Yamato y saliendo junto con él de la habitación—. Voy a volver antes de que te des cuenta —le dijo ella antes de cerrar la puerta.

Jiraiya simplemente suspiró mientras se recargaba en la pared. 

—Parece que tiene la personalidad de Naruto —dijo Kakashi, cortando el silencio.

—Algo así, tiene su entusiasmo y terquedad pero por lo menos Naruto me escuchaba de vez en cuando, me trataba con respeto y admiración. Pero ella pasa de mi completamente.

—Bueno, es la hija de un dios —le dijo Kakashi, tratando de mejorar el ánimo de Jiraiya.

Jiraiya sonrió, mirando a Kakashi con un brillo divertido en sus ojos.

—Y en verdad lo parece, ¿no? —le dijo Jiraiya, Kakashi lo miró sin comprender—. En verdad parece la hija de un dios.

Kakashi volvió a sonrojarse un poco, la imagen de Percy sonriendole pasando por su mente. No supo que responderle a Jiraiya.

—Se parece a la chica de su libro, Jiraiya-sama —le dijo entonces, viendo los dos libros a lado de su camilla—. Es justo como me la había imaginado.

La sonrisa aún no se borraba del rostro del peliblanco.

—Supongo que ahora que leas los libros, te la imaginarás a ella.

La sangre subió al rostro del peligris, y Jiraiya soltó una carcajada.

—Algo que nunca creí ver en mi vida —dijo él mientras se inclinaba hacia delante—. Kakashi del Sharingan interesado en una chica.

El peligris negó con la cabeza. No podía estar interesado en una chica que acababa de conocer. Claro que le resultaba asombrosamente hermosa y había perdido la capacidad de ordenar sus pensamiento claramente cuando ella había estado presente. 
Pero por nada del mundo diría que estaba interesado en Percy, había cerrado su corazón al amor hace mucho tiempo y esperaba se quedara así. 

No necesitaba más sufrimiento.



Percy seguía a Yamato desde las alturas. Saltando de casa en casa.

Percy había visto películas sobre ninjas, claro que aquello apenas y se asemejaba a lo que estaba viviendo ahora. 

En realidad, ser una kunoichi se llevaba bien con ser una semidiosa. El THDA ayudaba a sus sentidos a la hora de luchar y el cansancio no era un gran problema, tenía buena resistencia.

Al llegar a la salida Konoha, Percy se agachó sobre uno de las casas que se encontraban ahí. En la entrada se encontraban tres personas. Una chica de cabello rosa, un chico de cabello negro y tez pálida. 
Y entonces lo vió. 
Yamato le había dicho que Naruto era el rubio pero aparte de eso, destacaba mucho con su vestimenta naranja y grandes ojos azules. 

Percy llevó chakra a sus ojos, mejorando su visión. Todos tenían un semblante serio pero ella podía sentir la emoción prácticamente emanando de Naruto. 
Estaba entusiasmado por la misión, supuso.
Las marcas en sus mejillas como bigotes le causaron ternura a Percy, sonrió mientras se alejaba de aquel lugar.

Quería ver a Naruto pues tenía mucha curiosidad sobre que tipo de persona era. Ahora, Percy no sabía mucho sobre leer a la gente, para eso estaba Annabeth, pero había aprendido un poco a lo largo de su corta vida. Siempre miraba los ojos, pues eran los ojos lo que le decían lo que necesitaba saber.

Y ahora sabía que Naruto y ella se llevarían bien. 

Una Semidiosa perdida en Konoha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora