Capítulo 3

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Ya estoy cerca de la cabaña de Cristal, estoy cansada aunque no he hecho nada, saco mi móvil, marco el número de servicio de la recepción y pido dos refrescos para que los traigan a la cabaña de Cristal. tocó la puerta y nadie me abre, dirijo mi mirada hacia la cerradura y está entre abierta, todo está oscuro y prosigo a alumbrar con la linterna de móvil hacia adentro, en la tarde Cristal parecía estar muy emocionada con la salida, pero al parecer no, mis ánimos están de nuevo por el suelo ya que al parecer Cristal se ha quedado dormida, ella siempre me molesta y disfruta de mis desgracias, que por cierto ella provoca la mayoría del tiempo así que... ¿por que no molestarla un rato? y así cobrarle que me haya hecho alistar para nada, me rio lo mas bajo que puedo al pensar en lo que estoy apunto de hacer por lo cual comienzo a entrar a la habitación lo más sigilosamente que puedo, continuo caminando hasta que mis rodillas se tropiezan con la cama, la cuál comienzo a palpar y luego me lanzo sobre ella. -¡¡CRISTALLLLL DESPIERTAAAAA!!- grito mientras la muevo bruscamente, parece que se ha privado porque ni se inmuta por mis movimientos hacia ella. poso mi mano sobre la cama y siento que está mojada ¿Será que se ha orinado? imposible que Cristal aún haga estas cosas, que asco. Me levanto y enciendo el interruptor mientras dirijo mi mirada hacia las palmas de mis manos, quedo petrificada, subo la mirada hacia la cama inmediatamente, y compruebo lo que tengo en mis manos lo mismo que mi mente se niega aceptar, salgo del aturdimiento y empiezo a gritar por ayuda, ya que el cuerpo de mi amiga está en medio de un charco de sangre el cual sale de sus muñecas y se cala en las sabanas, dejándola como una perfecta escena del crimen, deseperada le tomo el pulso y veo que está débil, pero sigue con vida, asi que con mis manos ensangrentada, tecleo mi móvil para llamar una ambulancia, el tactil comienza a fallar por el líquido y comienzo a sentir un leve dolor de cabeza producido por el estrés, aunque insisto en la llamada no me responden, resiste por favor Cris no me dejes, cualquiera que sea el motivo de este intento de suicido lo superaremos, solo resiste, no me dejes, tu puedes, Cristal, tu puedes, le susurró mientra las lágrimas empañan mis ojos y la abrazo fuertemente para calmar mi miedo de perderla, un dolor en el pecho me embriaga, con un insoportable nudo en la garganta, Me siento inútil al verla tan frágil, al punto de morir y yo sin poder hacer nada, es tan frustrante, que me desespera y sólo ruego porque podamos salir de esta.
Guiada por el desespero, como pude me quite la camisa y la rompí a tiras para crear compresa improvisada para controlar la hemorragia, envolvi sus muñecas lo más fuerte que pude y salí hacia afuera en busca de ayuda.

Salgo por la puerta como alma perdida en medio de un infierno sin salida a punto de perder a quien le ha dado sentido al existir.

Comienzo a tocar las puertas de las demás cabañas, pero al parecer todos están en la fiesta de apertura, estoy desesperada, dirijo mi mirada hacia la cabaña de Cristal y recuerdo que hace como media hora pedí unos refrescos, un carrito de golf aparece y la silueta de un joven delgado comienza a asomarse con una pequeña caja en sus manos. Corro hacía su dirección - Mi nombre es Isabell Bloys, vine a buscar a mi amiga y la encontré con heridas en las muñecas, ha perdido mucha sangre, por favor, ayudala- digo lo más rápido y claro que puedo.

Cicatrices De PapelWhere stories live. Discover now