Capítulo 4

20 1 0
                                    

-La verdad es que no se acerca de primeros auxilios, pero esperame un momento iré en busca de ayuda. - dice él chico algo nervioso, me entrega los refrescos y le muestro la cabaña en la cual está mi amiga, mientras el se dirige a la mulita (carrito de golf) y yo  sigo intentando hallar a alguien que pueda socorrer a Cristal, sigo tocando hasta que alguien por fin abre la puerta, es más alto que yo por lo que tengo que mirar un poco hacia arriba para ver su rostro - ¿Otra vez tú? no me digas que vienes sin camisa a pedirme perdón.- dice el chico que parecía fuera de sus cabales en la tarde, caigo en cuenta de que estoy sin camisa por el desespero de ayudar a Cristal, mis mejillas se tornan de un color rojo, la maldición de las personas blancas pienso. - No te equivoques, mi amiga está desangrandose, llamé a recepción y no me contestaron, el chico de los domicilios salió en busca de ayuda pero siento que será muy tarde cuando vuelva, por favor ayúdame- digo algo desesperada, mientras las lágrimas resbalan por mis mejillas, bajo mi mirada -por favor- susurro en modo de súplica, de repente siento que el chico toma mi mentón y levanta mi cara y me abraza
-Tranquila, lo haré ¿Donde está tu amiga? - dice, su voz es segura y tranquila, nos dirigimos hacia la cabaña 125, la cabaña donde está Cristal.

Entramos a la habitación, Cristal está acostada y el sudor baña su cuerpo, su temperatura está un poco elevada así que en parte es bueno que esté sudando, las vendas improvisadas están cubiertas de sangre y aún sigue inconciente, él la toma entre sus brazos - Trae sus bolso, por si nos piden sus papeles - dice el mientras sale de la cabaña con Cristal en sus brazos -y apurate-.

Íbamos por mitad de camino para llegar al centro de salud más cercano cuando una ambulancia paró en nuestro frente, las puertas traseras se abrieron y un joven con traje azul se bajó y junto con él, el chico de las bebidas, bajaron una camilla en la cual acostaron a Cris, el joven paramedico saco unas tijeras y comenzó a rasgar su camisa para colocar varios parches en su pecho para monitorizar sus signos vitales, revisaron que sus pupilas reaccionaran a la luz, le quitaron las vendas improvisadas que le habia hecho y le realizaron asepsia y antisepsia a las heridas de cristal, luego volvieron a vendarlas y la canalizaron con líquidos endovenosos para reponer un poco su pérdida de sangre, luego la subieron a la ambulancia y se la llevaron, el chico de las bebidas volvió a subir a la ambulancia junto con el paramedico y no permitieron que nadie más subiera.

comencé a llorar, no tenia la certeza de que estaría bien y mucho menos podría estar con ella.

-Podrías por favor dejar de llorar, eso no ayudará en nada- Dijo, de repente sentí que me abrazó - Todo estará bien - susurró él.

-¿Por que lo hizo?- Dije mientras me aferraba a él.

-A ver, montate aquí, te llevaré- Dijo mientras se agachaba y señalaba su espalda.

Siento mis ojos pesados, como pude me subí agarre su cuello y el mis muslos, comenzó a caminar hacia el centro médico, pero de repente todo se ha vuelto oscuro.

Estoy en la sala de espera cuando un médico se acerca

-¿Cómo sigue Cristal? ¿Está mejor? - le preguntó al medico.

-lamento ser yo quien tenga que decírselo, pero hicimos todo lo posible, Lo lamento- Dice el médico

¿que? ¿otra vez? no puede ser, las lágrimas inundan mis ojos y se comienzan a resbalar por mis mejillas, una vez perdí a mi madre y casi me pierdo a mi, ella era lo único que tenia y ya no está...

Cicatrices De PapelWhere stories live. Discover now