Qué Pasaría Si...

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Versión alterna del prólogo, esta parte es la adaptación de una escena eliminada.

 La narración/monólogo de Sonic está escrita en negrita y cursiva.
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Garra Larga hubiera huido con ustedes.
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Esta es la isla de dónde venimos, tenía de todo: cascadas, playas de arena fina, acceso público a giros completos. Y todo con un relajante ambiente tropical.

Un pequeño erizo azul corría velozmente por los caminos bicolores de la isla pasando por los obstáculos sin ningún problema gracias a su super velocidad. Rebotaba como pelota de ping-pong por las paredes de tierra que por su patrón parecerían mosaicos.

Y luego estábamos nosotros, unas pequeñas bolas de super energía. Sin pasado, sin familia, solo con grandes poderes misteriosos y en un paquete extremadamente atractivo.

Al final de aquella zona verde, pasó a gran velocidad por un puente conectado a zonas elevadas. En lo alta de estas, se ubicaba una pequeña choza de madera; adentro se encontraban una búho y una erizo blanco, esta ultima siendo envuelta por la ala de la rapaz.

Sonic al entrar a la pequeña residencia en forma de bolita, saltó hacia la búho logrando alterarla a causa del impacto, provocando que ambas féminas despertaran; por suerte, la pequeña albina no se cayó de espalda al momento de no sentir la ala de la mayor como soporte.

Ella es Garra Larga, nos cuidaba. Era como nuestro Obi Wan Kenobi, si Obi Wan hubiera tenido pico y comido ratones. Y ella es (T/N), mi mejor amiga de la infancia, es como una hermana mayor para mí.

Después de que ambas estuvieran totalmente despiertas, Sonic mostró un par de girasoles. Antes de que Garra Larga pudiera aceptar el regalo de su "hijo", su vista se enfocó en lo que se encontraba metros atrás del pequeño cobalto; resultaban ser equidnas enmascarados apuntando al menor con flechas.

La búho tomó a (T/N) con su ala para acto seguido lanzarse hacia Sonic e igualmente cubrirlo cerrando la puerta con su pata/garra. Las flechas fueron disparadas a la puerta segundos después de haber sido cerrada, no lograron atravesar la madera pero un equidna había disparado a la ventana dándole a los dos girasoles de pétalos y hojas puntiagudas.

Se corrió la voz bastante rápido sobre los peculiares niños y sus extraordinarios poderes, y los malos vinieron.

Al ver que los equidnas empezaba a entrar por las ventanas, la rapaz salió volando por una ventana libre sujetando a ambos erizos con sus garras; los equidnas empezaron a dispararle a la búho, pero ella lograba esquivar la lluvia de flechas.

Las madres son geniales, pero Garra Larga tenía algunos trucos bajo la manga. 

Por poco era alcanzada por una flecha pero la búho fue más rápida al lanzar un ring para atravesarlo y caer rodando por un campo de trigo, por suerte, envolvió entre sus alas a ambos infantes así evitando que salieran heridos o fracturados.

Apenas logramos salir de ahí, Garra Larga sabía que nuestro poder nos convirtió en el objetivo más grande del universo. La única forma de mantenernos a salvo era permanecer ocultos, y un planeta primitivo era una apuesta segura

Así que... ¿dónde terminamos? Lo adivinaron, la Tierra.

Al ver que ambos erizos se encontraban bien, Garra Larga voló llevándonos a lo más profundo del bosque, una vez ahí recolectó ramas para encender una fogata y dejó a ambos pequeños en el suelo.

Sonic The Movie (Sonic x Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora