6. Corbata

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La semana empezó ajetreada para Jin y Nam. Como la discusión sobre los mensajes había atrasado sus planes con el Fashion Week, ambos tenían el doble de trabajo y proyectos que atender, además de entrevistas y contratos. Para suerte del rubio, Nam era sumamente eficiente organizando todo y reservando un espacio para que pudieran almorzar y comer juntos. Jin había insistido en que debían compartir esos horarios. Ninguno había hablado sobre el beso y la quasi-masturbación en el mirador por la falta de privacidad en la oficina y por los compromisos que debían atender primero. Ahora lo más importante para el mayor eran las reuniones con sus contribuyentes para arreglar el tema de tener suficiente variedad de bebidas en el evento.

—Ya llegó la señorita Ahn— avisó Nam, corriendo a la oficina de Seokjin.

—¿Quién?

—La presidenta de Château Latour

—Oh, claro... Err hazla pasar

Nam asintió, abriendo la puerta de la oficina. Frente a él había una mujer joven, sumamente hermosa, morena y con un vestido esculpido para ella. Llevaba una bolsa de Louis Vuitton y accesorios que costaban más de un millón de dólares sí los juntabas en un estante. Y lo que más resaltaba eral el vientre abultado de seis meses de embarazo, que la hacía ver incluso más hermosa. Impresionante y despampanante.

En seguida, el castaño la guió hasta el escritorio de Jin, tomando asiento a lado de su jefe para apuntar cualquier detalle que le indicaran.

Hubo silencio por unos segundos, un silencio incómodo.

—Señorita Ahn —saludó Jin. —Bienvenida a Buchanan's

—Señor Kim — devolvió el saludo con cierta indiferencia. —Gracias

Pasaron unos segundos de silencio. Nam sabía que Château Latour y Buchanan's eran empresas independientes, pero habían trabajado en muchos eventos de forma conjunta; eventos sumamente exclusivos, tanto, que recuerda haberse caído de la silla al enterarse que el príncipe de Londres los habían contratado para encargarse de las bebidas de la boda real. Sí, la del príncipe Harry y Megan Marckle... ¿Habría un malentendido durante estos meses?

De pronto, ambos soltaron una carcajada descomunal, dejando a Nam con más dudas.

Seokjin se inclinó sobre su asiento y saludó con un beso en la mejilla a Hye-jin. —Te ves fabulosa Hye. No te había visto desde la apertura de la nueva sucursal, ¿estabas de cuánto?, ¿Dos, tres meses?

—Dos y medio de hecho— respondió la mujer acariciando su abdomen. —Es raro que utilices mi apellido de soltera. Sabes que no soy Ahn, soy "Jung Hye-jin"

—Sí pero todos te conocen aquí antes de casarte con Hoseok. Date el mérito de tu trayectoria como soltera.

La chica se encogió de hombros, orgullosa. Giró la cabeza y detalló más a Nam, que parecía no comprender la situación. —Hola, ¿tú eres el nuevo?

Seokjin sonrió de lado. Su amiga también conocía sus manías de acoso laboral. —Es Kim Namjoon, mi nuevo asistente

Nam se levantó para estrechar manos con la chica, riendo con nervios. Sabía quien era ella, pero no tenía idea que su esposo era el orgulloso Jung Hoseok, dueño de la empresa Bacardi. ¿Acaso todos los presidentes de bebidas alcohólicas eran mejores amigos, amantes o qué?

—Un placer —respondió cordial.

—Igualmente —dijo Hye-jin con una sonrisa. Giró hacia Seokjin y enarcó una ceja. —¿Es de confianza?

—Absolutamente. Ya lleva mes y medio aquí

Hye-jin soltó un "wow" sorprendida. Nunca hubo persona que soportara todo lo que hacia Seokjin como persona o como jefe. Namjoon debía ser especial o masoquista. Como fuera, ella conocía al rubio y sabía que no era tan hijo de puta.

GOOD BOY, NAMWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu