MODEL'S WARS ; JENLISA

Take 6

Jennie's POV.

Luego de casi una hora de preguntas sobre nosotras mismas llegamos a la conclusión de que nos conocemos casi a la perfección. Casi como si no nos consideráramos contrincantes; de hecho, nuestro conocimiento relacionado a la otra se manifestaba de igual manera que con alguien a quien admiras. O en el peor de los casos, acosas.

Sabíamos todo. Nuestro horario de entrada y de salida al trabajo,  las firmas que teníamos bajo nuestra marca, status, direcciones, fechas de cumpleaños, familiares, relaciones, tan solo, todo. Y era sencillo estar al tanto, porque ya saben lo que dicen: ¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos amigos nuestros?

—Aunque, Jennie... —giré a verle— Almacenamos información profunda sobre nosotras mismas, conociendo casi todo de la otra... —crea especial énfasis en el casi—. Pero, ¿sabes qué no conocemos? —se levantó del sillón en donde se encontraba reposando para colarse a mi lado—. No conocemos, ya sabes... Las cosas íntimas...

Entendía lo que hacía. Estaba muy consciente de su jugada maestra. Estaba flirteando sensualmente de nuevo y por ello me niego a entregarme. Tenía que ser fuerte y resistir al ataque directo que está realizando en mi contra.

—¿A qué te refieres? ¿Quieres saber cuántas veces al día uso el baño o algo así? —jugar al papel de tonta siempre es la opción número uno. Tengan eso siempre presente en situaciones futuras parecidas a la nuestra en este momento.

—No soy una niña, Jennie, sé que sabes exactamente a lo que me refiero —«Ella misma te advirtió que te conocía demasiado. Estúpida»—. Sería de mi agrado comenzar a considerar tus intimidades. Disfrutaría saber si te gustan las caricias... —destinó una de sus manos a mi espalda y empezó a acariciarla— ...o que te toquen —Con su otra mano tomó mi cuello y me acercó suavemente a ella, quedando a escasos centímetros de su rostro—. No sé si te agrada que te susurren al oído lo mucho que gustan de ti —susurró eso cerca del lóbulo de la oreja.

—Me-me gustan esas cosas...

—¿Esto también? —acercó nuevamente su rostro a mi oreja y atrapó el lóbulo entre sus dientes, lo muerde y succiona a su gusto. De mis labios se escapó un corto suspiro. Asentí en respuesta—. ¿Te gusta que te laman así? —Con su lengua caliente recorrió de mi cuello hasta la clavícula, ahí se detuvo para morderla un poco. Yo esta vez tomé su nuca y clavé ligeramente mis uñas en ella —Lo tomaré como un sí —asentí y la empujé separándola al instante de mí—. ¿Te aburriste de jugar, Jen? —Coloqué mi dedo índice en sus labios pidiendo silencio.

—Suficiente de mí —tomé fuertemente sus hombros haciendo que su espalda quedara totalmente erguida contra el espaldar del sillón en el que estamos—. Ahora yo quiero saber qué cosas te gustan a ti —mordí mi labio inconscientemente, gesto que aparentemente arruinó por completo la resistencia de la chica Kang.

—¿Prefieres preguntar o deseas que yo te las diga personalmente? —inclinó su cuerpo hacia el mío haciendo que volviera a empujarla.

—Me gustaría llevar el control por ahora si no es mucho pedir —susurré sensualmente en su oído—. Entonces bien, Sarah —aproveché la carencia de prendas largas en sus brazos y dejé caricias por todos ellos provocándole escalofríos a Kang—. Veo que te gusta lo que estoy haciendo, entonces saltaré a la siguiente pregunta. ¿Disfrutas del dominio o prefieres dominar?

—Me complace la puntualidad en tus palabras —sonrió maliciosa—. Si se trata de ti, me vería inclinada hacia ambas. El ocio que tus acciones causan en mí es increíble.

—Bien. ¿Entonces no le molestaría ser mía esta noche, Srta. Kang?

—Siempre y cuando a usted no le moleste ser mía también, Srta. Kim... —Ella disfruta del excitarme atreviéndose a pronunciar mi nombre tan eróticamente. Asentí lentamente ante su propuesta regalándole imágenes implícitas de las ganas que le tengo.