Take 29

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De puntillas, me acerqué lentamente a su rostro -el cual permanecía igual- dispuesta a besarla. A cortos centímetros de sus labios, abrió los ojos, obligándome a retroceder y detener mis movimientos con claras intenciones.

—Je-Jefa —susurró notablemente nerviosa. Luego carraspeó—. ¿To-todo bien? —preguntó.

—Síp —respondí aguantando una risa—. ¿Por qué? ¿Tú estás bien? —Sé que estaba muy nerviosa y me parecía extremadamente adorable.

—Ibas a besarme... —lanzó sin más.

—Iba a hacerlo —asentí dándole toda la razón.

—¿Por qué n-

—¿Querías que lo hiciera? —La interrumpí—. Porque puedo hacerlo —dije segura.

—Yo... —Sus mejillas se sonrojaron—. Qu... —El ascensor fue el que la interrumpió esta vez, comenzando a andar nuevamente.

—¿Hola? —La voz Kazuma se escuchaba por el intercomunicador—. Notamos una actividad inusual en el funcionamiento del ascensor. ¿Está todo bien? ¿Hay alguien ahí?

—Kazuma —respondí presionando el botón para casos de emergencias—. Estoy bien. Yo detuve el elevador. Fue un accidente.

—¿Jennie? ¿Qué carajos? ¿Vas con alguien más? —miré a Lisa quien se encontraba mirándome con ojos de cachorro abandonado; entonces supuse que no quería que se enteraran.

—No. Bajé a buscar mi desayuno —Ella sonrió aliviada—. Llegué muy temprano, he estado trabajando desde entonces. Me encuentro algo agotada, por eso el descuido. Es todo —expliqué rápido—. Ve a hacer tus deberes. Subo en un momento —solté el botón justamente un segundo después de que las puertas se abrieran en el sótano, cortando por completo la comunicación.

Observé a Lisa, estaba perpleja, asustada y confundida, lo podía notar con tan solo mirarle. La conocía muy bien.

—Hey —tomé su brazo—. Siempre cuidaré de ti —mostré una sonrisa ladeada.

—Gracias, Jennie... —dijo bajito.

En cuestión de segundos, la jalé del brazo atrayéndola hacia mi cuerpo, con una mano tomé su cuello depositando posteriormente un tierno beso en sus labios. De pronto deshice el agarre para ubicar en el panel del ascensor el botón que la llevase devuelta al piso de K&J. Mientras las puertas metálicas se cerraban la miré directamente a los ojos y dije:

—Nos vemos en un rato, linda —Le ofrecí un coqueto guiño, siendo salvada por las puertas que de inmediato se cerraron, eliminando nuestro momento, sin suprimir el impacto fogoso, exaltado y explosivo que ese pequeño beso había causado en mi interior.

No podía creer que había tomado la iniciativa.

No podía creer que había besado a Lisa.

Tampoco tenía muy en claro lo siguiente que sucedería pero si de algo estaba segura, era que eso no estaba ni cerca de ser la última vez que mis labios harían contacto con alguna parte de su piel. Ese casto beso había significado algo enorme para mi corazón, me había encantado, por ello me negaba a rechazar tal conmoción ante un limitado roce con esa porción carnosa tan deseada de su ser si se me presentaba nuevamente la oportunidad.

Embobada unos segundos, mantuve mi posición estática tocando mis labios. Reaccioné rato después, continuando con mi propósito principal al bajar hasta acá. Fui hasta al auto, oprimí el botón en el control que desactivaba la alarma para posteriormente abrir la puerta y por fin tomar mi desayuno. Una vez en mis manos, retiré la cubierta del envase plástico que contenía mi hermoso emparedado de queso y lo saqué empezando a morder las esquinas del mismo. Estaba hambrienta.

MODEL'S WARS ; JENLISA Où les histoires vivent. Découvrez maintenant