Healing Slot

Recuerdos indeseables

"Healing Slot"

Capítulo 3

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– Eh, niño gritón, ¿estás seguro de esto? –preguntó Sakura una última vez, tal vez ese bonito rubio finalmente entraba en razón, porque Sakura no podía negar más su atractivo, a pesar de era un completo imbécil.

– ¿Estás nerviosa de perder? –hizo retruco Bakugo, ya muchas veces había recibido burlas y chistes acerca de su cercanía con la chiclosa, de que ella era mejor que él aquí y allá, pero ya no más.

Esa mota rosada y dulce no iba a ganarle.

Espera...

¿Dulce?

Después de unos minutos, la zona 2T estaba irreconocible, Sakura estaba respirando agitadamente y Katsuki estaba en el suelo, completamente inconsciente. Ningún profesor llegó al área a pesar del alboroto porque Sakura ya había hablado que tendría "algo de práctica física" con un estudiante. Nezu no entendió a la primera, sonrojando a Sakura cuando le preguntó directamente si tenía algo que ver con relaciones íntimas y que debía recordar que estaba penado por la ley.

– Katsuyu, ¿puedes ayudarme con esto? –preguntó, sus adorables moños se habían desecho y guantes estaban rotos.

"¡Claro, Sakura–san!"

La consciencia de Katsuki volvió unas horas después, encontrándose en una camilla de la enfermería, Sakura estaba de espaldas mientras hacía su habitual papeleo.

– Eso... eso fue... –susurró con los ojos brillantes, como si aún estuviera en batalla, de pronto vio a la joven heroína acercarse a él. Un casi invisible sonrojo apareció en las mejillas del chico nitro.

– No hables tanto, apenas volviste... –dijo para sentarse en una silla al lado del rubio.

– Cómo, ¿cómo pasó?

– ¿Mi fuerza o cuando perdiste el conocimiento?

– La primera –contestó más rápido de lo que pudo pensar, sintiéndose un poco avergonzado.

– Las aldeas ninja, son un asco, un verdadero asco –murmuró mientras tocaba el puente de su nariz con su mano –por eso son secretas. Hay dos opciones, o te conviertes en un ninja, o en un cadáver. Mis padres hicieron todo lo posible por sacarme de ese lugar, pero hubo una guerra interina...

– ¿Guerra? –preguntó mientras éste aún miraba hacia el cielo falso de la enfermería.

– Era algo secreto, nadie fuera de la nación se dio cuenta. Ahí no había niños, Kacchan, había soldados –dijo con reprensión en su voz –por eso soy una médico, porque quiero curar a todas las personas que pueda... mis manos, ya no pueden arrebatar vidas...

– Yo... –dijo el rubio, descolocado por la información que vino de golpe, la chiclosa había peleado en una guerra y sobrevivido, pero su sonrisa nunca lo mostró – no debí –

– No te preocupes –interrumpió ya un poco más alegre –ahora ya sabes quién manda –finalizó con una sonrisa. Eso enojó un poco al chico, pero su sonrisa había vuelto, rió con pesadez –no puedo creer que con un golpe al estómago te dormiste –dijo entre risas, esas risas bonitas y suaves con las que Katsuki no estaba molesto por escuchar.

Aunque de todas formas dijo que iba a matarla para la siguiente ocasión.

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Bueno, esto fue un poco fuerte y triste.

Las aldeas ninja son lo peor de lo peor en el universo de Boku no Hero, no porque los ninjas sean malos en si, si no porque su sistema es mortífero.

Saludos y muchos besos,

¡Hasta el siguiente capítulo!