Sacrificio

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El lunes no sucedió nada anormal, pero cuando llegó el martes al colegio, le dijeron que tenía que llamar a Bakugou Katsuki a un número de teléfono que le dieron; así que cuando terminó las clases, lo llamó desde la cabina de teléfonos. Era un teléfono móvil, así que las monedas que depositó, se fueron esfumando a una velocidad alarmante y a él debió pillarlo en una reunión porque le habló seca y directamente.

- ¿Puedes ir al despacho de mi abogado a las cuatro? -

- ¿Esta tarde? -

- Sí -

- Puedo intentarlo - Entonces, se le acabaron las monedas y colgó.

Tomó el autobús, que era más barato que meterse en un aparcamiento, pero que también, lo hizo llegar un cuarto de hora tarde. Bakugou ya estaba allí cuando Midoriya llegó, se sentó y el abogado le preguntó si estaba contento con los consejos legales de su colega.

- Su explicación me ha aclarado todas las cláusulas relevantes - respondió.

- Ya tenemos los resultados de los análisis médicos y no hay nada - No podía ser de otra manera y se sintió tentado de responder irónicamente, pero no era el momento para ello, así que se limitó a inclinar la cabeza

- ¿Está de acuerdo en firmar los documentos? - Escuchó al abogado y cerró su mente a cualquier otra cosa que no fuera su padre.

- Sí - Todo terminó en cuestión de minutos. Firmó primero, después Katsuki y el abogado como testigo; Izuku tenía que salir de allí, quedarse e intercambiar frases corteses no estaba en su ánimo.

- ¿Me disculpan ahora? - Dijo al tiempo que se levantaba- He de ir al hospital -

- Me voy contigo - dijo el rubio levantándose también y una vez en el ascensor, le preguntó: - ¿Dónde tienes el coche? -

- En el colegio. He tomado el autobús para venir - Respondió y una vez fuera del edificio, él continuó

- Entonces te llevaré al hospital y luego podremos recoger tu coche -

- No es necesario que venga -

- Tengo el coche aparcado al otro lado de la calle - Insistió, él parecía tan imperturbable que Midoriya solo deseó golpearlo

- No -

- ¿La tinta del contrato apenas se ha secado y ya quieres discutir conmigo? - Sonrió con alarde.

- Yo preferiría visitar solo a mi padre y también pasar esta noche en mi casa, necesito hacer la maleta, limpiar y decírselo a mi casera - Dio una explicación en forma de excusa. Bakugou lo miró durante varios segundos

- No tengo la menor intención de echarme atrás - afirmó él

- Espero que no. Ten por seguro que yo puedo ser un mal enemigo - Le advirtió

Cruzaron juntos la calle y una vez en el coche, Izuku se quedó callado y no dijo nada en todo el trayecto hasta el colegio. Cuando salió del coche, apenas lo miró y acababa de instalarse tras el volante de su coche, cuando vio que Bakugou lo había seguido y estaba apoyado en la puerta; lo miró y levantó las cejas.

- ¿Y ahora qué? - preguntó casi desesperado

- Podría servirte de algo que te diera la dirección de mi casa - Él tomó papel y bolígrafo y tomó nota de ella - Te espero allí mañana por la tarde -

- Después de que acaben las clases y haya ido a visitar a mi padre -

- A las seis, no más tarde - Izuku arrancó el coche y se metió en el tráfico.

Amantes por contratoWhere stories live. Discover now