Capítulo 2

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Aunque no hemos tardado mucho en llegar al aeropuerto y facturar maletas, casi perdemos el avión igualmente. Lo teníamos todo planificado al minuto: salir de casa a las 5, llegar al aeropuerto sobre las 5.30, y nos sobraba el tiempo exacto, 45 minutos, para facturar el equipaje y embarcar unos 10 minutos antes. El único detalle que no hemos tenido en cuenta, ha sido el tiempo que Beck se pasaría eligiendo qué paquete de chocolatinas en miniatura escoger. El Duty Free de los aeropuertos es un auténtico agujero negro, y por mucho que Ryder y yo hemos intentado esquivar los stands de perfumería, chuches, y patatas, ha sido completamente imposible evitar que Beck chocara con el stand de los chocolates. Pero 15 minutos y un paquete Kit Kats minis después, aquí estamos, en un avión destino Los Ángeles, preparándonos para tener uno de los mejores veranos de nuestras vidas.

El viaje es bastante corto, solo son apenas 2 horas, pero eso significa que tenemos dos horas para dormir. El avión no es muy grande, con tan solo dos asientos a cada uno de los lados del pasillo. Beck y yo vamos en los asientos 5A y 5B, y Ryder va en el 5C, sentado junto a una señora, que al parecer está bastante interesada en comentarle lo orgullosa que está de que su nieto se haya graduado hace poco. Cuando la señora se gira para sacar su móvil y enseñarle algunas fotos, Ryder nos mira pidiendo clemencia mientras gesticula con la boca la palabra "ayuda". Beck y yo intentamos contener la risa admirando como se desarrolla la escena al otro lado del pasillo. Cuando la señora logra sacar el móvil de su bolso, él se vuelve a girar rápidamente para atenderla, y Beck y yo rompemos a carcajadas, intentando ser un tanto discretas, pero fallando estrepitosamente en el intento. Sin girarse ni apartar la vista del móvil de la señora, Ry extiende su mano derecha hacia el suelo lentamente, sacándonos la peseta mientras nosotras seguimos riéndonos en nuestros asientos.

* * *

Ya ha pasado una hora desde que despegó el avión, pero por alguna razón soy incapaz de quedarme dormida, a pesar de solo haber podido dormido 4 horas y media esta noche, y al parecer soy la única. Ryder se ha quedado dormido con uno de esos cojines de cuello en cuanto la señora ha terminado de contarle cómo fue la boda de su tercer hijo, y Beck está dormida con la cabeza apoyada en mi regazo, usando una de las chaquetas como almohada. Yo en cambio, asumí que no iba a dormir tras pasarme 30 minutos intentando acomodarme en mi asiento, así que he sacado mi libro, he conectado mis auriculares a mi playlist descargada de Spotify, y estoy intentando leer mientras miles de ideas cruzan mi cabeza. California. De verdad vamos de camino a California. No está muy lejos, tampoco es como si estuviéramos cruzando el océano Atlántico para visitar Europa. Pero hay algo que de California que me atrae. He visto tantas películas de surf en California, he escuchado tantas anécdotas de viajes a Californa, he leído tantos libros de romance que ocurren en California. Ryder siempre cuenta que las fiestas en Long Beach son impresionantes. La mayoría las organizan chicos y chicas que viven allí, básicamente porque nuestra residencia no es el sitio idóneo para organizar ninguna fiesta. Este es el tercer año de Ryder, y al igual que él, la mayoría de la gente suelen ir varios años seguidos, por lo que Ry ya conoce a la gran mayoría de estudiantes, y por lo que sabemos, tiene un grupo de amigos allí, sobre el que ha decidido no contarnos mucho.

Me paso el resto del trayecto pensando e imaginando lo inolvidable que será este viaje, y antes de darme cuenta, estamos aterrizando. Vamos de los primeros, y solo llevamos con nosotros el equipaje de mano, así que no tardamos mucho en salir del avión. Ahora solo tenemos que esperar a recoger nuestras maletas, y un monitor del campus vendrá a recogernos. Este es el aeropuerto al que llegan todos los estudiantes, así que es donde nos recogen a todos a la vez, aunque en realidad estas semanas sólo venimos estudiantes a partir del grupo 10 (16 años), hasta el último curso, que es en el que se encuentra Ry. Cuando llegamos a la zona de salidas, nos encontramos con varios monitores, todos con camisetas con el logo del campus. Encontramos a nuestro monitor, el que lleva escrito "grupo 10" en la parte frontal de su camiseta, y nos despedimos de Ryder mientras él se va con los del grupo 12. Lo vemos al otro lado de la sala saludando y abrazando a algunos chicos, supongo que serán los chicos de los que nos habló.

El monitor nos dirige al exterior, y todos los de nuestro grupo nos montamos en un minibus juntos. La verdad es que no me esperaba que hubiera tanta gente en nuestro grupo. Beck y yo nos sentamos en uno de los últimos asientos del bus, y cuando el monitor termina de revisar que estamos todos, coge el micrófono de la pared, y empieza a hablar.

-Buenos días a todos- parece una persona muy alegre, pero teniendo en cuenta que solo son las 8.30 am, y que junto con el conductor, él es el único que no aparenta estar aún dormido, puede que ahora mismo cualquier persona que tenga los ojos abiertos me parezca "una persona muy alegre". -Por vuestras caras deduzco que la mayoría habéis dormido poco, así que he decidido no torturaros mucho y dejar de hablar cuando haya terminado de daros la bienvenida. Para empezar..., este es Dave- dice señalando al conductor, mientras este saluda con la mano.-ya podéis caerle bien, u os hará escuchar todos los discos de ABBA cada vez que os montéis en el autobús hasta que volváis a casa, lo cual no os recomiendo en absoluto- dice susurrando esto último. Empieza a echar una ojeada por encima de los asientos, supongo que intentando descifrar quiénes somos.-Bien, veo muchas caras conocidas, lo que en parte es bueno, a excepción del señor Martin claro, quien el año pasado hizo historia por ser el primer estudiante del campus en colar a 24 personas en su habitación. Un aplauso por favor.-dice el monitor riéndose, mientras un chico, Martin supongo, se levanta con la mano en el pecho saludando con orgullo.-Por cierto, yo soy Nick, voy a ser vuestro monitor durante estas semanas, me encargaré de vosotros y os acompañaré en las excursiones. No soy profesor, así que solo me veréis si os cruzáis conmigo en el desayuno, o si por la tarde tenemos algo extracurricular. También estaré en vuestro edificio manteniendo el orden, como si eso fuera posible,- su tono es bastante cercano -por lo que si quieren seguir el ejemplo del Sr.Martin, os recomendaría que evitárais hacerlo cerca de mi habitación, la 207. Solo tenéis clase de 9.00 a 13.00, después podéis comer en el comedor general del campus, o bien salir fuera. Por la tarde podéis hacer lo que queráis, siempre y cuando no haya ninguna actividad planeada. Técnicamente el toque de queda para estar en vuestras habitaciones por la noche es medianoche, pero mientras no me percate de vuestra ausencia, o vuestra llegada, todo bien. Chicos, esto ya es el grupo 10, el primer curso en el que tenéis independencia casi absoluta, ser inteligentes y no la cagueis. Dicho esto, espero que disfrutéis de este verano como de ningún otro, y que en vuestras habitaciones tenéis mi información por si necesitáis contactarme en cualquier momento. -de repente veo como una chica rubia en la parte central del bus levanta la mano -Sí Emily, si necesitas que vaya a por ti a una fiesta porque estás un tanto borracha y no te acuerdas ni de cómo volver al campus, también puedes llamarme- le responde Nick, con tono cariñoso, y veo como la chica baja su mano lentamente con una sutil expresión de vergüenza.

Dispuesta a sentirWhere stories live. Discover now