Solo eres tú

Parte VI

Ya habían pasado 2 semanas desde lo ocurrido y ella solo pensaba en lo que le había dicho Ash

"Tú no eres más que un juguete para él, algo para pasar el rato"

Ella no quería creerlo ¿En verdad era algo para pasar el rato? No quería dudar de él después de todo lo que había hecho por ella, pero la forma en que lo había dicho fue tan decidida que ya no estaba tan segura, sabía perfectamente que Ash podría estar mintiendo, pero ella quería escucharlo de él, que le dijera que no era un simple juego el estar con ella. Luego de meditarlo un rato, se dirigió hacia donde estaba armándose de valor mientras iba a hablar con él, esto era decisivo para ella, y aunque no lo supiera, para él también.

-Sebastián ¿Podemos hablar?-dijo llamándolo

-Por supuesto-respondió con una sonrisa- ¿Qué deseas?

-¿Soy solo algo para pasar el rato?-dijo ella sin miramientos, él se sorprendió

-No te entiendo-dijo fingiendo demencia, ya que en realidad sabía perfectamente de que hablaba, solo que no esperaba que lo dijera de una forma tan directa

-¿Soy solo un juguete para tí?

-Maya...yo...-estaba dudando al responder, por primera vez en toda su larga existencia él dudaba de lo que debía decir

-Por favor, dime la verdad

-No, no lo eres *ya no*-dijo decidido- ¿Eso fue lo que te dijo Ash?-preguntó

-Sí... él lo dijo, pero no quería y no quiero creerlo, pero necesito que me digas la verdad ¿Qué soy para tí entonces?-preguntó mirándolo a los ojos

-No pienso que haya sido casualidad el habernos encontrado, pero después de todo este tiempo me he dado cuenta de algo muy importante y que nunca *en mi larga muy larga vida* había sentido-dijo con seriedad y firmeza en sus palabras, pero por sobre todo, estaba siendo sincero

-¿Y qué es?

-Yo... yo...te amo...-dijo en voz baja, ella abrió los ojos de la sorpresa

-¿Qué?...-preguntó incrédula

-Yo te amo-volvió a decir- Nunca había sentido esto antes, solo espero que me creas

-Y-yo...yo también...-dijo tímidamente

-¿En serio?-preguntó algo perplejo

-S-sí-respondió algo avergonzada mientras un leve rubor cubría sus mejillas

-Es todo lo que necesitaba escuchar-dijo tomándola suavemente de la barbilla

Rompió la distancia que había entre ellos besándola suavemente en los labios mientras pasaba uno de sus brazos por su cuello y otro por su cintura apegándola más a él y ella pasaba sus brazos tímidamente alrededor de su cuello profundizando más el beso, después de unos segundos de un beso tierno pasó a ser un beso totalmente apasionado, él lamió los labios de ella pidiendo entrar en su boca y ella solo se dejó llevar, mientras la lengua de Sebastián recorría la boca que tanto deseaba conociéndola a fondo, ella se sonrojaba cada vez más, aquel era su primer beso, uno que jamás pensó que iba a tener de esa manera, al final se tuvieron que separar por la falta de aire para luego mirarse fijamente.

-Te amo-dijo él

-Yo también te amo-respondió ella

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Pasó alrededor de dos semanas después de eso y Sebastián ya casi no aguantaba los impulsos de hacerla suya de una vez, ya iban a ser dos meses desde que ella estaba viviendo con él y ahora que eran novios estaba profundamente impaciente. Debía hacerlo pronto o se volvería loco, quería tenerla debajo de él gimiendo y gritando de placer, pero por sobre todo, que fuera solo para él, así que decidió hacerlo aunque se ganara el odio de ella, en esos momentos no le importaba en absoluto. Espero algo impaciente hasta que se hizo de noche y la tomó por sorpresa en el pasillo del segundo piso abrazándola por la espalda.