Cap 40 Poder...

490 34 13
                                    

Entre los tres y las curanderas de la liga de las sombras habían subido la temperatura de Kate que estaba tumbada en la cama de su cuarto descansando. Damian y Lesath se habían negado a dejar a Kate sola con Slade aunque por lo visto este no tenía ningún interés en que esta muriera o al menos no en ese momento. Incluso dirían que él no quería que ella sufriese ningún daño. Rash al Guhl los llamó a los dos en un momento dado y tuvieron que marcharse de la habitación dejando a Slade con Kate. 

Kate se levantó sobresaltada, de verdad había colapsado por el frío... al levantarse notó rápidamente una mano en su hombro haciéndola tumbarse de nuevo, cuando pudo enfocar sus ojos y ver quien era no se resistió. 

-¿Porque me has traído aquí, con ellos?

-No es momento de preguntas debes de descansar, las hierbas curativas harán efecto en una hora, hasta entonces debes de relajarte y tendrán más efecto. 

-Si sigo con vida es porque me necesitas, por lo tanto cuéntame que hago aquí o nada me impide volver a casa volando. 

Slade no sabía si Kate era capaz de hacer eso o no pero no quiso comprobarlo, la necesitaba con vida, pero no solo por las razones que todos creían. 

Se quitó el casco algo exasperado. 

-Desde cuándo crees que puedes alzarle la voz a tu maestro. 

-Desde que puedo partirle el cuello a mi maestro con un giro de muñeca. 

Slade estaba angustiado por muchas razones...pero no quería admitir ninguna. 

-Que te impide hacerlo Katherine. Que te impide matarme en ese momento. Que te impide matarme y vivir la vida perfecta que quieres con Dick a tu lado...

Kate notó por primera vez en su vida la agonía en la voz de Slade pero seguiría con el juego hasta que él se rompiese del todo. 

-Queé te ha impedido a tí que no muriese congelada.

-Lo he dicho ya, te necesito con vida. 

-Eso no es verdad...

-No, no es ver-dad....te quiero con vida. 

Slade se había sentado en la silla de al lado de la cama en la que estaba Kate tumbada rodeada de hierbas curativas. 

-Te quiero con vida porque eres mi aprendiz y la única en la que confío...

Kate nunca había visto así a Slade. 

-Katherine fuiste la única que viniste a mí, después de años buscando un aprendiz, atosigando a Dick para que viniese conmigo, tú por amor a él viniste, sabía quién eras al principio y pensé en usarte para convertirte en el arma definitiva que acabara con Batman y Robin. Pero cuando te encontré ahí, en tu cuarto, ensangrentada, casi muerte con un cuchillo en la mano. Me dí cuenta de que eres mucho más, de que eras mejor que yó en todos los sentidos y que nadie, ni siquiera Dick podría ser la aprendiz que eras tú. Me salvaste cuando la mi nave explotó, no tenías que haberlo hecho, y lo hiciste.

Slade estaba...¿llorando?

Katherine se incorporó con algo de dolor en la espalda y abrazó a Slade de aquella manera. 

-Te salvé porque tu me salvaste a mí. Eras y eres un cabr** pero me enseñaste mucho. Se que no vas a cambiar, se que siempre buscarás a Batman por quitarte lo que nunca has podido tener, pero aunque no tengas a Katherine Wayne, tendrás a Lady Death. 

Nadie hubiera creía que Slade tuviera sentimientos y que en verdad le podría haber cogido cariño a una niña perdida a la que torturó y entrenó de forma draconiana. 

La Hija de Batman: La liga (Dick Grayson)Onde histórias criam vida. Descubra agora