Adrien Agreste y Marinette Dupain-Cheng son dos adolescentes con una vida más o menos normal.
Pero hay algo de ellos que nadie sabía. Son Ladybug y Chat Noir... los héroes de París.
La situación en la que se encontraban parecía que no iba a dejarlos...
Durante este último año, cuidar de Hugo ha llegado a ser tan agotador como maravilloso a la vez. Cuando pensaba que Marinette no me podía hacer más feliz, tuvimos un hijo juntos.
Fue verlo por primera vez, y reconozco que se me saltaron las lágrimas. Después, ella me reconoció que ambos nos parecíamos mucho...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
.
.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al volver a casa, todo iba muy bien. Sin embargó, a las pocas semanas de haber dado a luz, Marinette dijo de volver a enfocarse en el trabajo. Me dijo que, aunque no soportaba la idea de separarse del niño, tenía también que atender a sus responsabilidades como la principal diseñadora de la marca Dupain-Cheng. Finalmente, me hizo razonar en que era lo mejor, y terminé accediendo.
Pero entonces, surgió otro problema: nuestra vida de superheroes. Y es que también me empezó a insistir en volver a patrullar. Inicialmente, pensé que entre el trabajo y ahora esto, iba a acabar fatal. De ese modo le propuse hacer las guardias por las tardes por separado: que uno cuidase de Hugo, mientras que el otro hacia la patrulla.
En ocasiones, incluso nos cruzabamos aún transformados, para que el otro se llevase al niño. Parecía una paradoja. Los dos héroes de París con su bebé...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.