Ahora es mi turno

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No entiendo lo que había pasado, fui llamada a ayudar a Shinobu-sama y a Kanao, nos dirigíamos hacia Tokio supongo que tenía que auxiliar a los heridos.

Recuerdo que todo iba bien, la batalla ya había acabado, los cazadores de demonio habían aniquilado a todos o bueno eso pensé yo.

Me ordenaron a que me fije si había algún herido en aquel callejón, pero al acercarme note a cierto conocido con el cual no me llevaba tan bien que digamos.

Si, era Inosuke, el chico con la cabeza de jabalí.

Peleaba contra un demonio el cual tenía la habilidad de sacar púas gigantes del cuerpo. Naturalmente me escondí hasta Inosuke acabará con el, pero tras ver la pelea estaba dudando si podía ganarla.

Quizá debía llamar a Shinobu-sama para que le de una mano, nunca lo sabré, pues el demonio se dio cuenta de mi presencia y salto a atacarme.

Me quedé petrificada, sabía que era una cobarde, pero no a tal punto de dejar que tomen mi vida sin siquiera hacer el mínimo movimiento por defenderme.

-Enana huye, llama a Monitsu, dile que venga lo más rápido que pueda-me grito el oji esmeralda cortando el brazo del demonio.

Trate de correr y abedecer la petición de Inosuke, pero al voltear me di cuenta de lo que iba a pasar, el moriría si es que no tenia ayuda. Pero me pidió algo y tenia que cumplirlo, no debía voltear, debía de correr.

Pero desobedeci voltee de nuevo a verlo y vi como Inosuke era cargado desde su cabeza, sus espadas estaban en el suelo, sabía lo que iba a pasar.

Tenía que hacer algo, no podía dejarlo morir de esa manera, nunca me atreví en desenvainar alguna katana así que lo único que pude hacer es gritar que no lo matara.

El demonio se concentró en mi grito y soltó a Inosuke pero centró toda su atención en mi y sin más me atravesó con una de sus púas en el hombro.

Lo último que recuerdo era que Inosuke le había cortado la cabeza cuando el demonio se distrajo por mi culpa, luego de eso caí desmayada.

~

Desperté con mucho dolor en el hombro, tenía todo el torso vendando, mire a hacia arriba y me di cuenta era un lugar conocido, si, estaba en la finca mariposa.

Pero algo inual respiraba a mi costado, con mucha dificultad me senté y note que alguien apoyaba su cabeza en los pies de mi cama. Se trataba de Inosuke estaba completamente dormido, pero ¿que hacía el ahí?

Ignoré su presencia y traté de ponerme de pie, pero no pude, el dolor que tenia en el cuerpo me hizo gemir.

Al emitir el sonido entró Shinobu-sama, con su sonrisa y esa amabilidad que mostraba siempre.

-Que bueno que despiertas Aoi - chan, ¿ya te sientes mejor?

-Shinobu-sama, me disculpo por ser una inútil, solo le estoy más que causando problemas

-Calma mi niña, por ti es que Inosuke no esta muerto, el nos contó todo lo que pasó y nos dijo que si no fuera por ti ambos hubieran muerto.

-Solo serví de carnada, eso no es ser útil, ni siquiera pude atacar o defenderlo - ya no podía así que rompí en llanto.

-Pues para el eso es suficiente, miralo ahí, duerme plácidamente, no se ha movido de ahí desde que trajimos - dijo eso secando mis lágrimas.

-¿Hace cuanto que estoy dormida? - pregunté

-5 días, cuando fuiste atravesada, también te envenenaron, tenías una fiebre bien alta, Inosuke fue quien cambió los paños de tu frente.

-Entiendo - estaba nerviosa, nunca antes, aparte de Kanao, las niñas y Shinobu-sama, se habían preocupado tanto por mi.

El chico jabali comenzaba a despertar que le diría, ¿gracias?, nunca había estado en una situación similar. Al voltear y mirar en forma de ayuda a Shinobu-sama solo me guiñó el ojo y se fue.

-Enana! - gritó

-Ya te e dicho muchas veces que no soy enana - lo recriminé - oye me contaron lo que sucedió muchas gracias por cuidar de mi.

-El rey de la montaña es bien agradecido por las personas quienes arriesgan su vida por él - dijo en un tono algo altanero.

-Aunque la verdad, gracias a ti enana, sin ti no hubiera podido derrotar al demonio, es mas, ni siquiera estaría vivo ahora.

-Siquiera pude ayudar a alguien - comencé a llorar

-¿Que pasa porque lloras? ¿Te duele algo?, ¿cambio el paño de tu frente? - comenzó a ponerse nervioso

-Tranquilo, son lágrimas de felicidad - dije limpiando mis propias lágrimas - aunque el que debería de cuidar de ti soy yo, no al revés

-Ahora es mi turno - exclamó con ese rostro tan increíblemente hermoso que tiene.

Shinobu-sama siempre nos dijo a mi y a Kanao que en algún momento de nuestras vidas nos enamoraremos, que las mariposas que representan esta finca comenzarán a jugar en nuestros estómagos, volando como si no hubiera mañana, haciendonos sentir especial, como si fuéramos necesarias en la vida de alguien.

Eso fue lo que sentí al ver a Inosuke con ese rostro tan hermoso decirme aquellas palabras.

El tiempo pasó, pude recuperarme de mi herida y como no podía estar eternamente en cama, inicie mis labores de nuevo en la finca mariposa, tratando heridos, cocinando, lavando, lo típico.

Pero cierto oji esmeralda no dejaba de seguirme, no dejaba de ayudarme, no dejaba que siquiera cargue algo por mi propia cuenta. Cosa que comenzó a incomodarme, puesto que me ponía muy nerviosa tenerlo tan cerca.

-Inosuke no es necesario que me ayudes con todo, ya me siento mejor - dije tratando de ser lo más amable del mundo.

-Ni hablar, cuidare de ti por siempre - gritó.

Otra vez, esas sensaciones de mariposas en mi estómago volvieron, poniéndome roja de la vergüenza solo pude decir.

-Cuento con eso...

~

Pasó 1 mes y mi cerdo favorito tenía una misión con sus 2 amigos, tenía que irse, no podía decirlo pero me sentía desolada, ya no tenerlo cerca me dolía, ya me había acostumbrado a estar siempre con el. Así que cuando iba a emprender su viaje solo pude decirle.

-Cuando vuelvas será mi turno de cuidar de ti.




Pues amanecí de buenas y comencé a ponerme al día en el manga, espero les haya gustado nos vemos en la próxima.

One Shot's ~InoAoi~Where stories live. Discover now