~Cap 18~

492 43 5
                                    


"Rechazo a Dios."

El Inca estaba en un su "oficina" con mucha angustia caminando en círculos mientras tenía los nervios a flor de piel, jugaba con su manos mientras meditaba lo que iba a pasar.

Miraba por donde lo mirará,no había salida para lo que pasaría.

En momentos como estos tomaba un té de coca para aliviar los nervios,pero la verdad ya no importaba.

Era algo contradictorio su comportamiento ahora al de hace unas horas atrás.

De lo calmado que se había tomado la noticia ¿Se estaba arrepintiendo?

-No puedo creer lo que voy a hacer. -No se estaba arrepintiendo,pero la verdad costaba asimilar que dejaría años de logro y trabajo para hacerse lo que ahora de conocía la ciudad del oro a ser parte de una conquista.

"¿Su padre estaría molesto de esto?"

Detuvo sus pasos y en su memoria recordo sus últimas palabras antes de morir,antes de que se desvaneciera en sus brazos.

Esa noche.

"Lo peor que puedes hacer es tomar una decisión al azar, no te dejes llevar por la emoción del momento,mantén la cabeza fría y elige la mejor opción posible."

Y eso hizo ¿verdad?

Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando Atahualpa entro.

-...mm Tahuantinsuyo ¿Estás bien? -Pregunto el otro,haciendo que Tahu le diera un pequeño susto.-

-Ah,si estoy bien.-Responde intentando mantener la calma.-

-Bueno,ya es hora de irnos y que me presentes a esos hombres blancos de los que me hablaste.-En ese momento recordó lo que tenía que hacer.

Atahualpa no sabía de la llegada de los españoles hasta que fue informado unas semanas atrás,vino desde la actual ciudad de Quito para conocer a los famosos "hombres blancos" como los habían apodado los indígenas.

-Si,si vamos. -Camino a su mesa para tomar su vara e ambos salir de la habitación hacía afuera mientras tenían una amena conversación.

-¿Qué es esto? -Dijo algo sorprendido al ver que afuera había una gran horda de personas.

Bailarines, sirvientes, algunos de los miembros más importante de la nobleza y soldados desarmados.

Al menos eran 5 000 personas.

-No estaría mal entrar con un poco de estilo ¿Verdad? -Pregunto con una ligera sonrisa el hombre de tez canela.-

-Es un poco exagerado. -Cuestiono el de colores acercandose a sus lugares siendo ayudados por lo sirvientes.-

-Antes muerto que sencillo.-Respondió para luego dar la orden para partir al lugar del encuentro que sería en las ruinas de una antigua fortaleza.

"Tierra tragame." Pensó en su interior.

No había prisa asi que demoraron en llegar por lo menos una hora.


-¿Cuánto más van a tardar? -Se pregunto España sentado encima de una gran roca.

No había signos de que llegarán o por lo menos eso pensó.

-¡Se están acercando! -Grito un hombre en entrando al lugar.

Se levanto de su lugar de descanso y se paso por los lugares donde se escondían los cañones.

-¡A sus posiciones! ¡Tengan todo listo a la señal! -Grito a todo pulmón.

Él junto a Pizarro y uno de sus sacerdotes se posicionaron al frente, este último sostenía una biblia en su brazo además de un crucifijo colgando del cinturón.

"Aguas de colores" Tahuantinsuyo × EspañaWhere stories live. Discover now