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  Estar dentro de un apartamento las veinticuatro horas del día y además sin nadie que le hiciera compañía, era una situación aburrida y hasta cierto punto estresante; Bucky no tenía mucho que hacer, a veces pasaba la escoba, apenas un poco, sin correr muebles o levantar sillones, solo lo necesario para que se viera limpio. Steve -que había sido su amigo- siempre mantuvo el lugar aseado mientras estuvo allí, así que él creía que podía hacer un esfuerzo para mantener las cosas igual; además si era sincero consigo mismo, entonces debía aceptar que desde que Steve lo encontró, todo en su vida ha ido mejorando; Steve lo ayudó a estar limpio sin necesidad de usar una tina o la ducha, le mostró que era posible alimentarse con algo que además de saber bien, fuese agradable a su ojos, él no se molestaba cuando despertaba gritando debido a una pesadilla, y jamás lo culpaba sin razón, también respetaba su espacio y era comprensivo, con Steve, aunque estaba a la defensiva, también se sentía tranquilo, un poco, al menos algo de la paz que nunca tuvo con Hydra.

Steve también había contratado algo llamado "televisión por cable", había de todo dentro de su pantalla plana, desde películas y documentales, hasta canales en los que podía ver y escuchar conciertos de buena música, a Bucky le gustaba AC/DC; y mirar ese canal de películas y series clásicas en su mayoría filmadas en blanco y negro.

Se sentó en el sofá con un plato de frijoles enlatados y un atún que venía preparado con maíz dulce y trozos de verduras, no era muy bueno, pero al menos no moría de hambre, y si lo comía con las galletas saladas que Steve había comprado, entonces no era tan desastroso. El canal de clásicos de Disney transmitía Fantasía; él había desarrollado un gusto grande por las animaciones, culpa de esto era en mayor medida de Steve quien a veces le preparaba palomitas de maíz para que pudiese mirar películas como Dumbo o El rey León, aunque de sus favoritas es Alicia en el país de las maravillas.



— Entonces, ¿dices que soy un vengador?

— Lo eres, Sam. ¿Qué te parece?

— Estoy asimilando, espera.

Steve sonrió. Sam era un buen tipo y se merecía mucho ser parte del equipo, Wilson le demostraba su lealtad cuando al pasar los días nadie había ido a buscarles a él y a Barnes, y mostraba su confianza al apoyar su causa aún cuando James había sido un peligroso criminal, incluso cuando Sam sabía que lo correcto era denunciar al soldado de Hydra, él confiaba en que el capitán Rogers hacía correcto, porque es Steve, no hace mal a propósito.

Sam negó y sonrió también, no se podía creer que lo estuvieran considerando como un miembro de los vengadores, era un honor para cualquiera que deseara defender a la nación.

— Sam, ¿aceptas?

— ¿Cuándo empiezo? — entonces Steve le dio la mano y una sonrisa, se sintió como a una bienvenida y también como a un trato. — Ya lo dejaste mucho tiempo solo.

— Pero tenía que venir, Sam, para no levantar sospechas.

— Sí, lo sé.

— Sé que Buck se defenderá si Hydra lo encuentra — Steve mantuvo silencio un momento, luego exhaló y a Sam le pareció agotado, lleno de desesperanza. — todo lo que espero es no encontrarlo de la misma manera, no sé si pueda mirar a Buck en ese estado de nuevo, Sam.

— Entonces te sugiero que te des prisa, si él se acostumbró a ti, ahora mismo debe sentirse solo.

— No sé que tan acostumbrado a mí pueda estar.

— ¿Y cuándo piensas volver?

— En dos días.




— ¿Sabes cuánto tiempo llevamos de ser amigos?

— ¿Tú sabes eso, Bucky?

— Obvio, eres el peor amigo que he tenido.

Buck sonrió debido a ese recuerdo, tirado sobre la cama mojando las sábanas con su cabello húmedo y nada más que un paño cubriendo su cuerpo; si Steve estuviera la hora del baño no sería tan complicada y sin duda no habría tardado dos horas en asearle.

El amor que murió y renació (Stucky)Where stories live. Discover now