Narra Anne:
Llevo casi una hora inventando el modo de salir de mi habitación, para ir a la cocina, hacerle el desayuno favorito de papá para y arreglar las cosas de una vez. Todo eso sería fácil como si fuera como lo tengo planeado en mi mente, sin olvidar el detalle que sólo no tuviera que ir casi corriendo para que nadie me vea y sin emitir ningún ruido. Miro nuevamente la hora y ya me digno a salir de una vez, abro la perilla de mi puerta y se gira a la misma vez que lo hago, mis nervios comienzan a subir hasta que aparece papá con una bandeja con el desayuno.
Rayioz.
Veo que pensamos igual.
Papá: ¿Qué intentabas hacer annie? -tornando su cabeza divertido.
Sólo quería llevarle el desayuno.
Me puse triste.
Yo: ¿Desayuno doble? -sólo quería arreglar las cosas, asiente- papá, ven -acomodandonos en mi cama.
Nos empezamos a servir cada uno nuestro platillo, él toma su taza de café y yo agarró las tostadas.
Papá: ¿Me ocultas algo annie? -levantando una ceja- Se que no estamos bien, pero enserio no quiero que sigamos así -bajando su cabeza.
¡Ay, se me parte el alma verlo así!
Si supiera que es un héroe para mi, que lo último que quiero es que estemos mal.
Yo: Papá yo tampoco quiero que sigamos así... -me acerqué a él para tomar sus manos- se que quieres que sea una hija perfecta y lo entiendo, es algo obvio al tener un papá tan grandioso como tú, pero.. -cerré mis ojos para animarme de valor- no haré lo que tu jefe quiere ni nada que tenga que ver con ese mundo.
Listo lo solté.
Tengo miedo a mirarlo, sólo veo sus dedos, siempre que estoy nerviosa empiezo a jugar con sus manos. Mi mente me carcome con todo lo que pueda llegar a pasar después de haber sido al fin sincera, y no miento, es algo más que obvio que cualqiera que tuviera a papás tan grandiosos como los míos tendría que seguir el mismo camino, pero no puedo, si a papá le hace feliz pertenecer a ese horrendo mundo, lo respetaré, pero tal como yo lo hago él deberá hacerlo conmigo.
Siento que los segundos se hacen eternos al esperar las palabras de papá, aún así su otra mano se ubica en mi cabello y comienza a peinarlo, me sorprendo que llegó a saltar, subo temerosamente mi mirada y lo veo con un lindo brillo en sus ojos, él esta sonriendo, no lo entiendo. Mi corazón se estruja al verlo así tan sereno, sin preocupación alguna, tan sólo él con su buzo olgado y su playera negra.
Papá: Annie... -lo mire, parezco flecha al actuar tan rapido- ¿Porqué creías que me iba a enfadar o decepcionar porque mi hija no quiere formar parte de ese horrendo mundo como dices tú? -sonriendo.
Voy a llorar.
Apenas me sale el hilo de la voz.
Yo: Porque tu eres asombroso o más que eso papá, como crees que dirán los demás después de que la hija del profesional de la industria no esta al nivel del que tanto esperan -mis labios comienzan a temblar- tú y mamá eran y son increibles, eran capaces de cualquier cosa, pero yo no puedo ser lo que deseas, temo mucho que después de esto yo sea una persona diferente para ti, sólo quiero ser una chica normal que no quiere hacerle daño a nadie y en especial a ti papá, tu eres mi todo y me moriría si tu dejaras de ser feliz por una hija tan imperfecta como yo y... -Me interrumpe atrayendome a sus brazos, sin más que decir comienzo a llorar.
Mi mente no piensa en nada más, esta al tope de estar en blanco, sólo siento como mi pecho salta y no puedo controlar mi sollozo.
Papá: No digas nunca más esas cosas por favor annie... -aferrandome más a él- Tu siempre serás mi hija, pase lo que pase, me importa un carajo lo que digan los demás, si tu quieres ser hasta la chica que dara bofetadas lo entenderé, pero nunca más digas que estaré decepcionado de ti porque nunca lo haré, es más tu deberías estarlo de mi, tu eres la que sostiene este hogar, tu eres la que siempre esta al tanto de todo y cuida de ambos, cosa que me avergüenza decir, pero yo debería estar como tú al ser un papá imperfecto -tomando mi rostro- ¿Me prometes que dejaras que esos pensamientos negativos se irán de tu cabeza? -secando mis lagrimas- yo te amo tal y como eres annie, siempre estaré agradecido por tener una hija como tú, muchos dirán muchas cosas, pero sólo ambos sabemos lo que nos pasa aquí -apuntando mi corazón.
