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—Cuando regresen de la escuela no hagan mucho ruido, su padre acaba de llegar del trabajo y lo más probable es que duerma toda la tarde.

—Lo sabemos mami— respondió LeeNi levantándose de la mesa para ir a abrazarla.

—Las quiero mucho— besó su frente y me hizo señas para que me acercara a ellas, obedecí a su petición.

—También te amamos mamá,
demasiado— contesté por ambas.

La diminuta flama de seguridad que tenía al estar junto a mi madre se esfumó por completo al salir de casa, no solo estaba tomando responsabilidad por lo que pudiera ocurrirme a mí sino que también era responsable por lo que pudiese sucederle a mi hermana.

La parada de autobuses estaba repleta de gente, lo cual significaba que el autobús venía retrasado.

—¿Por qué no quieres hablar con nuestros padres?— solté tajante— No podemos esconder algo como eso, no lo haré.

—TaeRi, me lo prometiste, prometiste no decir nada si te contaba mis pesadillas.

—¿No entiendes que corres peligro? Esas marcas en tu cuello, ¿no significan nada para ti?—por inercia llevó sus manos hacia la bufanda que tenía envuelta alrededor de la zona mencionada.

Extrañamente las marcas no había desaparecido ni se habían curado solas a los minutos, como usualmente pasaba cuando nos lastimábamos accidentalmente.

—No hagas que me enoje contigo también, eres la única confidente que me queda.

Sus ojos se aguaron, haciéndome soltar un suspiro lleno de frustración.

—Nada es seguro ahora, no sé ni siquiera cómo fue que me convenciste de dejarte ir a la escuela. Es mi deber como hermana mayor mantenerte a salvo.

—¿Y qué hay de ti? Esa cosa probablemente nos persiga las dos.

—Es diferente, en la universidad KiHyun estará cerca. No puedo dejarte sola, entiende que me preocupas.

—Tengo un examen, no puedo sencillamente faltar a clases.

—LeeNi...— me interrumpió enseguida.

—No importa a quién se lo cuentes nos encontrará si es lo que quiere. Sin importar  cuánto nos esforcemos por escondernos tomarán de nosotras lo que tanto desean.

—¿Por qué hablas en plural, y qué es aquello que desean obtener?— no la dejé contestar porque una nueva duda surgió en mi mente—Sabías perfectamente lo que sucedería ayer, ¿cierto?— su silencio fue la afirmación que necesitaba— Lo sabías y aún así permitiste que pasara— negó con rapidez.

—No es así, no estaba segura y debía confirmarlo. Ahora sé que es más real de que lo que hubiese imaginado.

Intenté tomar su mano pero la movió en un ágil movimiento.

—El autobús ya está aquí— murmuró sacando el dinero de su mochila.

El camino fue silencioso, ya eran pocas las calles para que el transporte se detuviera frente a la preparatoria de mi hermana.

—Vuelve a casa— ordené, sosteniendo su muñeca impidiendo que se levantara del asiento para detener el autobús.

—Aún no sé qué es lo que están buscando de nosotras, pero lo descubriré TaeRi, porque yo no soy conformista, yo si quiero saber la historia completa que papá nunca nos ha contado. Si tú no planeas ayudarme entonces lo haré por mi cuenta.

Se zafó de mi agarre y caminó por el pasillo hasta presionar el botón que producía aquel característico sonido que marcaba una parada.

[...]

In My Blood || Wonho || / REESCRITA/Where stories live. Discover now