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—¿Tienes que estar aquí?— cambié la página del libro que tenía en manos y levanté la mirada para observarlo.

—Tus padres están fuera, debo protegerlas.

Dejé el libro a un costado.

—¿Protegernos?, ¿qué se supone que hagas? No tienes lo suficiente para combatir a un demonio.

Mi comportamiento lo irritaba, lo sabía perfectamente. Su celular sonó salvándome de la posible discusión que se aproximaba.

—¿Quién es?— preguntó LeeNi guardando todos sus lápices y colores dentro de su estuche.

—Tu hermano.

Tomó su celular de la mesa y entró a la cocina para contestar.

—Terminé mi dibujo.

Mi hermana se acercó a mi mostrándome su obra, sonreí orgullosa, esa niña es talentosa, jamás lo negaría.

—Es hermoso— admití, acariciando su
cabeza— ¿Algún día me dibujarás a mí?— hizo una mueca.

—Que flojera, ¿me pagarás?— su respuesta no me sorprendía, esperaba algo así por lo que no pude evitar reír.

—¿Por qué le pagaría a mi propia hermana?— pregunté con ofensa.

Dejó el dibujo sobre la mesa.

—Porque negocios son negocios— pronunció con obviedad.

Negué levemente.

Sentí mi celular vibrar al lado de mí, era un mensaje de MiYoung, lo había mandado a nuestro chat grupal.

—Día de expresión artística, ¿qué es eso, puedo ir?— preguntó LeeNi.

Le dediqué una mala mirada, me había asustado. Apagué la pantalla impidiendo que siguiera leyendo el mensaje.

—No puedes ir, de hecho yo tampoco puedo.

—¿Dejarás solo a ChangKyun Oppa?— se alejó de mí para guardar su dibujo dentro de un folder.

—Wow, de verdad leíste todo ¿cierto?— me sonrió inocente— Nuestra facultad organizó un día de expresión artística para relajarnos después de la semana de evaluaciones, los estudiantes pueden ir a cantar, bailar, recitar un poema, ese tipo de cosas. Se suponía que iríamos a apoyar a ChangKyun en su presentación ya que YiSeul no irá, pero EunSeo está ocupada y sabes que yo no puedo salir.

—Oh, ¿MiYoung unnie irá sola? Que mala amiga eres, ¿ves?, por eso debemos ir todos, anda, vamos— zarandeó mi brazo.

—Te llevaré si logras convencer a KiHyun.

—Trato— aceptó alegre— ¡Oppa!— caminó hacia la cocina en busca de nuestro primo.

...

—Sus padres me matarán si se enteran de esto.

—Llegarán hasta la noche, solo estaremos una hora aquí.

—Tú no hables— calló a mi hermana señalándola con su dedo índice— Una hora y regresaremos a casa.

—No te preocupes, yo cuidaré de ella— hablé lento anticipando su reacción.

—Tú sólo enfócate en cuidarte a ti misma ¿quieres?, yo me encargaré de LeeNi.

—¿Podrían dejar de hablar de mí como si fuera una niña de ocho años? Tengo 17, soy casi una adulta.

In My Blood || Wonho || / REESCRITA/Where stories live. Discover now