Capítulo XXV.

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Wen Qing fue a un callejón callejero muy famoso de la ciudad.

Probó todos los famosos bocadillos locales y finalmente recuperó su energía mientras saboreaba los deliciosos sabores.

Era solo que él era la única figura solitaria que caminaba en medio del callejón que estaba lleno de actividad.

La mente de Wen Qing no pudo evitar pensar en Yan Han. Cuando llegaron de vacaciones a WuHan en el pasado, se despertaron repentinamente en medio de la noche y abandonaron su hotel para recorrer las horas de oscuridad de esta ciudad desconocida. Habían viajado desde el Hankow Marshland hasta el puente del río Yangtze.

El taxista dijo: "Ustedes, muchachos jóvenes, pueden traer a sus amigas aquí para dar un paseo en el futuro".

Yan Han lo miró antes de sonreír: "Es mi novio".

El conductor no tomó en serio las palabras de Yan Han y se rió de buena gana: "Entonces estarán juntos para siempre si caminan por este lugar una vez".

Yan Han levantó una ceja, "¿Qué? ¿Hay alguna alusión al puente del río Yangtze?".

"No es una alusión, se podría decir que es más como una leyenda. Dicen que si las jóvenes parejas cruzan el puente una vez por la noche, entonces estarán juntos para siempre".

Ninguno de ellos realmente creyó en tales cosas, pero aún así hicieron el viaje de la mano esa noche mientras se enfrentaban al frío viento.

En realidad, hubo muchas cosas en los últimos doce años que Wen Qing ya no podía recordar con claridad, con la sola excepción de aquella noche. Incluso podía recordar claramente sus palmas sudorosas y frías como el hielo mientras se tomaban de las manos.

Wen Qing pensó que probablemente estaba extrañando a Yan Han, pero de repente sintió que no sería tan malo si Wen Bai era el que estaba a su lado en este momento.

La prosperidad de una persona. La vivacidad de una persona.


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Cuando Wen Qing regresó a su habitación de hotel por la noche, llamó a Yan Han.

Por alguna razón desconocida, Yan Han no dijo nada, por lo que Wen Qing fue el primero en hablar: "Volveré en unos días".

La persona en el otro extremo permaneció en silencio durante bastante tiempo antes de finalmente decir: "¿Estás acostumbrado a vivir solo en estos días?".

Wen Qing se rió, "Ha estado bien".

"¿Cómo fue la exposición de fotografía?".

Wen Qing respondió al azar con algunos de los detalles que había leído en línea.

El hombre en el otro extremo de la llamada respiró profundamente como si quisiera decir algo pero luego se detuvo de nuevo. Wen Qing sonrió en silencio. Ni siquiera había estado ausente durante una semana. ¿Yan Han quiso ... romper?.

Wen Qing apretó el teléfono con fuerza y ​​escuchó atentamente, sin perder el sonido de una sola respiración.

Sin embargo, la otra persona simplemente le dio las buenas noches y terminó la llamada.

Wen Qing pensó que probablemente podría volver ahora. Su objetivo probablemente ya se había alcanzado y el mundo exterior no era demasiado interesante de todos modos.

Se dio la vuelta y tocó la sábana fría junto a él.

Incluso si no estaba acostumbrado a una vida de soledad, todavía tenía que acostumbrarse a eso, ¿no?.

Ya que estaban a punto de romper.


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Él iba a comenzar a vivir una vida feliz para sí mismo.

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