Mirar Las Escenas De Libertinaje.

Capítulo XXXVIII.

A Wen Bai le tomó mucho tiempo procesar lo que acababa de suceder cuando Wen Qing lo llamó diciendo que iba a venir a buscarlo.

Estaba completamente inmerso en un estado medio despierto. Tenía miedo de que todo esto fuera un sueño, pero también temía que pronto se despertara de eso.

Continuó sintiéndose inquieto hasta que Wen Qing se sentó frente a él.

---

Wen Qing se veía claramente agotado después de su viaje.

"Wen Bai, tengo que pedirte un favor". Wen Qing apretó los labios en una línea delgada.

"¿Qué favor?".

"Préstame tres millones de dólares y te pagaré en el futuro".

"¿Ocurrió algo?" Hubo indicios de preocupación bajo los ojos de Wen Bai.

"No, estoy ayudando a un amigo".

Wen Bai levantó las comisuras de sus labios y se echó a reír mientras escribía un cheque allí mismo.

Wen Qing se estiró para agarrarlo solo para que Wen Bai lo tomara de la mano, "¿Qué amigo es tan importante que has venido a pedirme ayuda?".

"Una hermana adoptiva".

"¿Hermana?" Wen Bai se rió en tono de broma, "¿Están realmente cerca?".

Wen Qing se sintió un poco incómodo por dentro mientras asentía con la cabeza con el ceño fruncido.

"No tienes que devolver el dinero. Digamos que es mi regalo de agradecimiento para ellos por ayudarme a cuidar de usted durante tres años".

Wen Qing permaneció en silencio mientras esperaba que Wen Bai continuara.

"Wen Qing. Tres años, ha pasado bastante tiempo". Wen Bai miró la cara de Wen Qing y frunció el ceño, "No puedes castigarme con sus errores".

Wen Qing se encontró con la mirada de Wen Bai con una expresión aburrida: "Entonces, ¿qué quieres que haga?".

"¿No puedes darme una oportunidad?".

"Claro, ¿por qué no?" Wen Qing sonrió levemente, pareciendo indiferente, "Nunca hubiera imaginado que valdría tres millones de dólares. ¿Por qué no?".

Wen Bai se quedó en silencio durante mucho tiempo.

"Wen Qing, ¿crees que mi corazón se ablandará si te degradas así? Wen Qing, ya han pasado tres años. Ya debería haber cambiado". Wen Bai extendió la mano y acarició el rostro de Wen Qing, lleno de afecto sentimental, "¿Sabes? Ni siquiera me contentaría con solo esperar. Uno siempre debe crear sus propias oportunidades".

El cuerpo de Wen Qing se puso rígido.

"Wen Qing, a veces también me siento cansado".

Wen Qing se sintió triste por alguna razón desconocida.

Recuperó el pedazo de papel de la mano de Wen Bai. Era tan pesado que Wen Qing no se atrevió a levantar la cabeza.