NUNCA TE ABANDONARÉ .(always love You)

Sueños

Vegeta llevaba seis meses en la habitación del tiempo. Durante esos seis meses no se había permitido pensar en nada que no fuese entrenar. No podía permitir que los guerreros de clase baja lo superaran, ni siquiera podía permitir que lo igualasen. Y luego estaba esa maldita cucaracha voladora que le había humillado. Pero quien reía el último reía mejor, y estaba seguro que podría derrotarle sin problemas una vez que saliera de allí.

Había sido una buena idea entrar sin su hijo. A él le gustaba entrenar sólo, y no quería tener que estar ocupándose de él ni de nadie.

Cuando llego de entrenar al baño allí estaba ella...su humana, desnuda metida en la bañera y rodeada de espuma. No podía ser, claro que no, ella no podría aguantar allí ni 10 minutos, y no se atrevería a interferir de esa manera en su entrenamiento. Tenía que ser un sueño. Llevaba 6 meses entrenando sin descanso y tenía que aparecer ella, no podía dejarle tranquilo durante un año, tenía que estar ahi, con su blanca piel,y ese olor que a pesar del jabón y champú él notaba. Ese olor que emanaba de ella y que le volvía loco.

-Tengo que despertarme.- Dijo el sayayin.

-Me dejaras así Vegeta?- Respondió ella, mientras con una esponja se frotaba sensualmente el muslo.

-Sal de mi cabeza.¡Ahora!.-

-Yo no estoy aqui en realidad, estoy en la corporación. Eres tu el que me llamas y no puedes parar de pensar en mi.- Dijo la peliazul mientras cerraba los ojos y metía la cabeza en la bañera para después salir con el pelo totalmente mojado.

-¡Esto es ridículo! Lo que tengo que hacer es entrenar sin descanso para superar a kakaroto.-

-Tienes que entrenar para ganar a céll y que la tierra sea un lugar seguro para tu familia.- Respondió la peliazul sin abrir los ojos.

-¡Cuando gane a céll mataré a kakaroto!.-

-¿Y luego qué?.- Preguntó Bulma, mientras se levantaba y salía de la ducha completamente desnuda. Caminó hacia la puerta del baño y se alejó.

Vegeta corrió tras ella, pero cuando salió del baño, ya no estaba.-¡Maldición, no te vayas!.-

De repente Bulma volvió a aparecer completamente desnuda detrás de él.-¿En qué quedamos?¿Me quedo o me voy?.-

El príncipe no sabía que hacer ni que decir. Sabía perfectamente que eso era un sueño, y que era su cabeza la que le estaba jugando una mala pasada y confundiendo todavía más de lo que ya estaba.

-Sabes perfectamente lo que quieres, pero eres tan orgulloso que sólo haces sufrir a los que tienes alrededor, y sobretodo, al que más haces sufrir es a ti.-

Esas palabras se clavaron dentro de Vegeta en lo más hondo de su ser. Era increíble como su cabeza podía herirle y jugar en su contra. Comenzó a faltarle el aire cada vez más y más,hasta que finalmente todo se volvió negro, y despertó.

Estaba lleno de sangre y apenas podía levantarse, se había excedido con su entrenamiento y no recordaba la última vez que se había llevado algo a la boca. Se había desmayado, y en su debilidad había soñado con Bulma.

Apenas tenía energía para volar, así que caminando como pudo se dirigió a los aposentos. Comería algo y descansaría. Lo único que esperaba era no soñar absolutamente nada.

Mientras tanto Bulma estaba trabajando en la corporación cápsula. Tecleaba a un ritmo infernal, su cabeza iba todavía más deprisa. De repente unas manos se posaron en sus hombros. Se volvió pensando que quizás era Vegeta, pero no era él. Era Goku.

-¡Goku!¿Que haces aqui?.-

-Trabajas demasiado.- Respondió el sayayin.

-Lo sé pero no me queda otra. Ustedes hacen su trabajo y yo el mío.-

La científica vió como el guerrero salía tranquilamente caminando del laboratorio y lo siguió. Rara vez que su amigo iba a visitarle. Hace poco había ido por el radar para buscar las esferas del dragón.

A lo que la joven se dió cuenta, estaban paseando por los jardines de la corporación. A lo lejos Trunks jugaba con su abuela. Goku y Bulma lo observaron en silencio.

-¿Tienes ya todas las esferas del dragón?¿Ha salido todo bien?.- Preguntó Bulma.

-Eso es irrelevante para ti. Te da igual, no es lo que quieres saber.- Dijo Goku sin dejar de mirar al pequeño Trunks.

A Bulma le extrañaba escuchar a su amigo hablándole asi.- Está bien, si tanto sabes lo que quiero saber dímelo.-

-Yo no he dicho que lo sepa, si tu no lo sabes yo tampoco lo sé.- Respondió el guerrero, dejando a la peliazul como estaba.

-Tu hijo necesita a su padre,Trunks del futuro ha sufrido mucho por la ausencia de Vegeta,y tu yo del futuro también.- Dijo Goku.

Bulma miraba a lo lejos a su pequeño sin decir nada. Se veía en él ya la obstinación de Vegeta, y a la vista estaba, viendo a su homónimo del futuro, que iba a ser un gran guerrero.

-Quieres saber si cuando todo esto termine, si es que termina,nos vamos a enfrentar Vegeta y yo.-

La peliazul se volvió hacia su amigo.-¿Lo haran?¿Van a luchar?.-

-Me conoces desde hace muchos años. Sabes que no puedo negarme a un combate, y menos con un rival tan fuerte. Será muy interesante.-

-No quiero que mates a Vegeta, pero tampoco quiero que Vegeta te mate a ti. Sólo quiero que venzamos a ese monstruo y todo vuelva a la normalidad.- Respondió Bulma con la mirada baja. Parecía que los 3 años nunca iban a pasar, pero habían pasado. El futuro continuaba con ella o sin ella. Con Vegeta o sin Vegeta.

La madre de Bulma se acercó a saludar a Goku, y le dejó a Bulma a su bebé en sus brazos. El pequeño Trunks reía inconsciente de lo que estaba ocurriendo a su alrededor.

-Voy a buscar unos pastelillos para el apuesto Goku.- Dijo su madre desapareciendo por la puerta.

-Él te dijo que te marcaría y lo hará. Pase lo que pase lo hará.- Dijo Goku.

-Un momento, ¿Cómo sabes tú...? Pero de repente todo comenzó a dar vueltas y se volvió negro. Cuando la científica abrió los ojos tenía la cabeza apoyada en el teclado del ordenador y la baba colgando. Se incorporó con la marca del teclado en la cara. Se debe haber dormido mientras trabajaba. Todo había sido un sueño.

Se levantó decidida a descansar un poco. Sólo esperaba no volver a tener esos sueños perturbadores.

Actualización doble  como lo prometí.