QUEEN #SR [Completa]

Capitulo Diecinueve

Marco.

Me encontraba caminando por el palacio desdé que pasó el accidente de mi hermano me hicieron tomar decisiones sobre asuntos reales. La verdad pensé que él deber de Christian fácil, pero esto era difícil ya que con cada decisión que toma podía cometer un error y afectar al reino.

Camil aún no regresaba del hospital esperaba que mi hermano estuviera bien, pero muy dentro de mi queria que no fuera así. Siempre fui un egoísta y en estos momentos más.

— Camil a vuelto. — dijo Svetlana.

Sonreí y me dirigí a buscarla en el momento que la vi corrí a abrazarla.

— No debes hacer eso cuando hay público. — susurro.

— No puedo evitarlo.

Sonrió y acarició mi mejilla después agachó la cabeza.

—Vamos al jardín.

Asentí y ella comenzó a caminar apresuradose con cada pasó que daba en el momento en que estuvimos afuera ella dirigió su mirada a cielo oscuro. Camil parecía estar distraída y algo distante me acerque a ella le di la vuelta para que mirará y la besé, pero esta vez ella me alejó.

— Estoy embarazada. — murmuró. — Esto que tenemos debe llegar a su fin Marco, no más engaños ni mentiras si alguien nos ve besándonos podrían malinterpretar las cosas creer que yo me he acostado contigo y no dejaré que piense que el bebé no es hijo de Christian.

Se alejo de mi y me dejó solo no sin antes decir "Lo lamento mucho Marco". Nunca había llorado no desdé que mi madre murió, pero ahora quería hacerlo lágrimas brotaron de mis ojos me sentía triste y con el corazón roto sabía que Camil no sólo lo había hecho por su bebé si no también por Christian, ella lo eligió a él y no a mi.

«Ganaste hermanito por primera vez lo hiciste.»

Me levanté temprano y me aseguré de que Svetlana aún durmiera tomé la maleta que había preparado la noche anterior. Me iría del palacio nadie me necesitaba aquí y solo causaría problemas.

Salí del palacio y le pedí al chófer que me dejará en cerca del aeropuerto para después tomar un taxi al departamento que tenía en Londres nadie sabía de él ni siquiera Christian difícilmente me encontrarían aquí.

Todo se sentía tan frío y solitario aburrido sin vida, pero muy pronto me acostumbraria como siempre lo hacía. No volvería al palacio en largo tiempo no quería presenciar la llegada de mi hermano al palacio cuando se recuperarse y mucho menos el como se volvían la pareja perfecta. Volvería a ser el mismo de siempre aquel que lo único que hace bien es emborracharse.

Tocaron la puerta y abrí un de mis viejos amigos entró.

— El rumor era cierto. — se recostó en el sofá. — ¿Donde estuviste Marco?.

— Con mi hermano.

— ¿Con viviste con nuestras reina?. — pregunto. Asentí.

El departamento estaba en una área de clase media nadie me buscaría aquí.

— Si Jack conocí a tu reina. — respondí.

— ¿Están hermosa como dicen?, ¿Como es su carácter?.

— Es bellísima. — sonreí. — Es decidí dispuesta a dar todo por su reino nunca conocí a alguien como ella.

— ¿Te enamoraste?. — se mofo. — El gran mujeriego se enamoró de la reina.

Se burló todo el rato que estuvo aquí Jack era un buen amigo y su familia también era muy amable se aseguraban de mantenerme a salvo de los periodistas y todo aquel que quisiera saber mi ubicación.

Camil.

Me arreglaba para ir al hospital hasta que Svetlana entró a mi habitación.

— Se fue. — sollozo. — Me dejó.

Me entregó una nota la leí y Marco se había ido de verdad se había marchando de él palacio.

— Nadie puede enterarse. —Advertí. — Vamos a encontrarlo.

Debíamos mantener esto en secreto nadie debía saberlo no dejaría que eso pasará si lo rusos se enteraban de esto se moelstarian mucho.

Marco había generado un nuevo problema uno que teníamos que resolver rápido o todo empeoraria.