Capítulo 6

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Touka se levantó con los ojos rojos al igual que sus mejillas y nariz. No quería estudiar para los finales, ya estaba en la universidad, luego de lo que había pasado con Kaneki y Hide. ¿Cómo pudo defenderle antes que a ella? ¡Maldecía a Hide y a su bebé!

Se vistió como de costumbre y sonrió a sí misma frente al espejo. Hide olía a Kaneki de pies a cabeza y ese olor dulzón que desprendió cuando le tiro contra la pared de ladrillos. Sintió lágrimas bajar por sus mejillas y rápidamente las limpió con su ceño fruncido.

Salió de su cuarto y fue recibida por Hinami quien le sonrió.

— ¿podrías enseñarme hacer café? -le preguntó ansiosa-

Touka le sonrió genuinamente y le acarició los cabellos.

— claro, ven

— ¿por qué has llorado? -le siguió hasta la cocina- hermano mayor...  ¿él te hizo algo?

— -negó y sonrió- al parecer dejó a alguien más embarazado y está enamorado -suspiro para contener sus lágrimas-

Hinami frunció el ceño ¿Por qué el hermano mayor rechazó a Touka? Ella era mucho más mejor que cualquier otra persona. Estaba segura de que la persona que este en estos momentos con Kaneki, solo lo estaba usando. Juraba que se trataba del rubio amigo suyo, siempre le seguía. Y había notado que fuera de la cafetería Hide había estado para cuando le celebraron el cumpleaños a Kaneki... lo había olido cuando salió fuera de la cafetería.

¿Por alguien cómo el fue que Kaneki dejó a Touka? No podía olvidar el bebé.

Sonrió a Touka y dejó que esta le enseñara cómo hacer café.

Le abriría los ojos a Kaneki de que Touka es mejor que Hide...

Hide sonrió al sentir los fuertes brazos de Kaneki en su cintura con sus manos en su vientre; acariciándolo. Luego sintió los finos labios de Kaneki sobre la mordedura ya cicatrizada.

— mío -murmuro contra su piel-

— hmm -carcajeó, pero sintió como Kaneki le volteaba para quedar frente a frente y así mirarlo a los ojos- ¿neki'?

— mío -sus ojos grises se oscurecieron- Hide, eres mío y el bebé

— s-sí, soy tuyo -se inclino y besó los labios para tranquilizarlo- me tengo que bañar e ir a trabajar

— no puedes -su agarre en la muñeca de Hide se reafirmó y Hide trató de no dejar salir un quejido- Estás embarazado, tienes que descansar Hide -frunció el ceño cuando Hide trató de remover su agarre en la muñeca-

— neki' me duele -se quejo e hizo una mueca para luego ir directo al baño cuando Kaneki le soltó-

— lo siento, hide -se disculpó y se levantó para seguir al otro al baño-

Hide vomitó y miró su muñeca que tenía los dedos de Kaneki marcados. Cerró los ojos y luego de un momento se irguió y lavó sus dientes y rostro para quitarse el mal sabor y despertarse. Kaneki hizo lo mismo luego de Hide apartarse.

— tengo que trabajar, ¿de dónde sacaré el dinero sino trabajo? -trato de calmarse-

— pero pueden atacarte -contradijo Kaneki-

— ven conmigo entonces

Así finalizó su pequeña discusión mañanera. Ambos se bañaron y vistieron. Hide le preparó su café a Kaneki y este le hizo algo de comer a Hide; para ambos terminar comiendo y pasar el rato en compañía del otro. Cuando llegó la tarde, ambos se marcharon del apartamento. Hide en sus ropas del trabajo y Kaneki en su vestimenta negra con máscara puesta. El rubio recogió su bolsa llena de cartas en el trabajo con uno que otro paquete dentro.

Kaneki le quitó el bolso cuando ya estuvieron lo suficientemente apartados del lugar de trabajo de Hide y miradas curiosas. Besó los labios de Hide, quien le recibió gustoso antes de partir por los aires para poder entregar el correo y paquetes en direcciones lejanas. Dejando que el rubio solo entregase pocas cartas y en áreas cercanas y con bullicio. Kaneki no confiaba, estaba paranoico. Cualquiera puede atacarlo a él o a Hide, y eso no lo permitiría. Tsukiyama había estado reclutando más ghouls que apoyaran la causa de coexistir junto con los humanos.

Claro que todos hicieron el voto de solo comer carne humana que Yomo les de. Aclarando que esta provenía de personas que se suicidan en un acantilado. Todos hasta ahora respetan eso. Nadie mata a nadie si no es necesario, pero Kaneki es la excepción. ¿Por qué? Porque el puede comer de los que se suicidan así como de los ghouls que él mata o inclusive de humanos malos.

Hide entregó la pocas cartas que debía entregar por la zona en la que se encontraba. Camino de regreso a donde trabajaba y recargó su espalda en una pared de algún local por allí. Miró a dicho local y se adentró para sentarse en una de las sillas de madera que habían afuera, pero en la entrada. Una chica se acercó y tomó su orden. Un tazón de katsudon y agua.

Cuando su orden fue entregada, entre soplo y soplo, la porción servida fue desvaneciéndose hasta que no quedó nada. Con su estómago lleno, pagó y se marchó del local.

Kaneki apareció frente suyo y se fijó en la bolsa crema vacía ¿entregó todo el correo? Se preguntó y sonrió tímidamente al ghoul que le miraba serio.

— ¿algo más que tengas que entregar? -preguntó mientras le entregaba de vuelta la bolsa crema vacía-

— no, neki' -besó los labios contrarios castamente- Gracias

Kaneki le acompañó de vuelta a su trabajo y le esperó hasta que este volvió ya cambiado de ropa. Rodeo sus brazos en la cintura del rubio mientras este se abrazaba a su cuello a la vez que Kaneki sacaba sus tentáculos rojos y se alzaba por los aires hasta llegar a la residencia del rubio.

— dormirás ahora, es tarde hide -dijo mientras le ayudaba a cambiarse de ropa-

— pero quiero... -no terminó de decir lo que quería al ver el rostro cansino del ghoul- descansa, Kaneki -le dijo-

Ambos se metieron a la cama; listos para dormir o eso pensaba el rubio. En la madrugada, a eso de las 3am, Hide comenzó a sollozar. A Kaneki se le activó su ojo antes de él levantarse por completo, en alerta por si acaso alguien osaba en dañar a su familia.

Escuchó los sollozos de su rubio y se giró muy rápidamente, algo inhumano, para quedar frente al rubio y secar sus lágrimas.

— ¿Qué sucede bebé? -preguntó temeroso al no saber que pasaba-

— tengo hambre, mucha, pero tú estás cansado neki' -sorbió por la nariz- quiero una hamburguesa y helado con unas barras de chocolate

Kaneki abrió sus ojos a lo que su ojo se desactivó y sonrió felizmente. Antojos. Eso era lo que tenía su girasol en estos momentos. Se levantó de la cama luego de haber plantado un beso en los labios mojados (por las lágrimas), de su rubio. Se colocó su chaqueta y puso unas tenis antes de salir por la ventana con la ayuda de sus tentáculos.

Le traería lo que quisiera comer en esos momentos y en los próximos ✨

¿Cómo hacer un bebé? Where stories live. Discover now