Capítulo 15

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Hide vio cómo el ojo de Kaneki cambió y como los ojos de su hijo cambiaban también, cosa que Kaneki le había explicado como una reacción involuntaria. Hide tomó a su bebé en brazos y le dio suaves palmadas en su espalda para tranquilizarlo. Sintió a su pareja intensificar el agarré en su cintura hasta que dejó salir un quejido y Kaneki le soltó con su mirada vacía y rostro carente de emoción.

Eso lo asustó, se iba a levantar para irse a la cocina o habitación, debido a las diferentes voces que escuchaba en la entrada de su casa y no quería ser visto así y mucho menos por personas que no conocía, pero solo bastó una mirada de Kaneki dirigida hacia su persona que lo dejó sentado y erguido.

Hide con su bebé sujeto en brazos y Kaneki a su lado, pero con un tentáculo, ahora, enrollado en su cintura mientras la punta del mismo se enrollaba en el pie de su bebé. Sobre protector ¿por qué? Se preguntó así mismo y alzó su cabeza en el momento que personas que nunca había visto, comenzaron a entrar en su sala de estar. Aunque no las pudo ver bien a todas ya que eran muchas. El ambiente entre los presentes y que ya estaban ahí, se volvió frío. Los presentes no le dejaban de mirar, unos espantados y otros sorprendidos.

Ese frío ambiente fue roto por Yukiyoshi, quien comenzó a llorar. Hide trató de calmarlo al seguir palmeándole la espalda con suaves toques, pero nada. Decidió por seguir alimentándolo con pedazos de carnes crudas, lo cual funcionó y este paro de llorar. Hide vio por el rabillo de su ojo a Ayato, quien se encontraba en alerta y algo pálido al igual que los otros ghouls.

¿Tendrán hambre?

Kaneki seguía en silencio, bebiendo su taza de café negro. No hacía falta ser un ghoul para sentir esa sed de sangre o instinto asesino que rodeaba a Kaneki en esos momentos y todos ahí lo sabían, quizás por eso todos se veían tensos.

— ¿Kaneki? -preguntó Yomo para romper con el hielo- felicidades -le entregó una bolsa de regalo- y otro para el pequeño -le tendió la bolsa de regalo a Hide y este la cogió con un asentimiento de cabeza como agradecimiento- ¡ha! -se aclaró la garganta y miró a los demás-

— felicidades -Uta, le dio como regalo a ambos unas máscaras hechas por él-

— muchas gracias a ambos -agradeció Kaneki con su voz gélida, que puso al resto más en alerta-

Neki' creo que iré a recostar a Yuki -le informó Hide a Kaneki, quien asintió y soltó el agarre que tenía en ambos con su tentáculo-

Ayato vio a los presentes ahí mirar al rubio, sin disimular el asombro por su extraña voz y cicatrices visibles. Touka y Hinami se encontraban bajo presión, era imposible que estuviera vivo. No después de esa caída pensó Hinami. Touka jugó con el border de su camisa para distraerse del asunto. Cuando por fin pensaba que esta era su oportunidad para declarase a Kaneki, esto pasaba.

Hide volvió luego de un rato, pero con una bufanda en su cuello, y dos platos de carne cruda en sus manos, que Ayato le ayudó a poner en la mesa.

— ¿Cómo está vivo? -preguntó Tsukiyama y Nishio le miró mal por irrespetuoso, aunque también tenía curiosidad-

— una larga historia, pero ahora está conmigo -Kaneki atrajo a su rubio a su regazo y le besó los cabellos dulcemente- ¿y bien? ¿Quién se anima a decir la verdad? -sus ojos grises se ensombrecieron y conectaron con cada par de ojos de los presentes ahí; exceptuando a Hide y Ayato-

Hide se removió incomodo en el regazo de Kaneki mientras este le tenía sujeto de las caderas. Kaneki seguía mirando a los presentes, esperando cualquier cosa que con el tiempo nunca llegó.

— respondiendo a tu pregunta, ya que por lo visto nadie quiere hablar primero -miro a Tsukiyama de reojo para seguir mirando a los demás- unos montañistas lo encontraron y lo llevaron al hospital -besó la cabeza de Hide con adoración, pese a su fría mirada en esos momentos-

— ¿y esas cicatrices? -preguntó dudoso Nishio, aunque Kimi a su lado le pegó en su costado con su codo por insensible-

— la señora de la cueva -dijo sin más-

Hide se sintió avergonzado e inseguro así que escondió su rostro entre el cuello y hombro de Kaneki. Este último le rodeó con sus brazos para protegerlo más si es que se podía.

me voy a la cama primero -le aviso a Kaneki en un susurro que fue escuchado por los demás presentes ahí-

— esta bien, pero cuidado y no salgas hasta que yo te diga -le besó la frente y le ayudó a pararse- ah, ¿hide? ¿Podrías despedirte de mis compañeros?

Hideyoshi no vio nada malo en esto, así que lo hizo. Se despidió de Ayato primero y luego de los demás. Sin embargo, cuando su mirada cruzó con la de Touka y Hinami, el cuerpo del rubio tembló mientras daba pasos hacia atrás. No escuchaba nada, y solo sintió un líquido caliente escurrirse por sus mejillas. Su pecho se apretó y por más que tragara su garganta se sentía seca y la respiración no llegaba a sus pulmones del todo.

Los presentes ahí le miraron estupefactos y Kaneki tronó sus dedos antes de sacar su máscara de su bolsillo para ponérsela mientras se levantaba del suelo.

Ayato le gritó a Kaneki que se calmara y que le ayudara con Hide, pero Kaneki o Hide no respondieron; ambos muy metidos en sus mentes y emociones. Nishio no sabía que pasaba, no hasta que vio a su pareja, Kimi, acercarse a Hide y tratar de que este comenzara a respirar otra vez.

La mirada de Hide ya no seguía en Touka, pero en Hinami. Sollozó y las palabras de Kimi se escuchaban lejos, a pesar de esta estar frente suyo. Recuerdos que su mente escondió para protegerlo, salieron una tras otro. Su cabeza quería explotar.

y-yo dejaré a Kaneki -cerró sus ojos con fuerza- por favor, no le hagas nada a mi bebé o a mi -sorbió por la nariz- me iré lejos -Hide llevó sus manos inconscientemente a su cicatriz de muchas en su cuerpo, en su barriga-

Kaneki abrió sus ojos desmesuradamente al escuchar lo que decía su girasol y más en ese estado. Que si bien lo causó, era para confirmar lo dicho por Ayato, más no pensó en las repercusiones de dicha acción. Sus cuatro tentáculos rojos salieron y con ello los otros dos tentáculos en forma de ciempiés de color negro y venas rojas. Antes de los presentes intervenir, Kaneki se había lanzado y empalado con sus tentáculos a Hinami y Touka. Atravesando la pared, que los abrigaba del frío de afuera.

Ayato sujeto a Hide en brazos mientras Kimi trataba de que el rubio volviera en si, pero nada. Yukiyoshi comenzó a llorar y la ansiedad de Ayato subió y con ello, los gritos en la casa no se hicieron esperar. Kimi fue a por el bebé y trató de calmarlo mientras Ayato cargaba en brazos a Hide, pero decidió envolverlo con su kagune; dejando al rubio en una crisálida.

— tengo que llevarlo al hospital -aviso y se marchó, pero Uta se fue detrás de él para ayudarle-

Nishio se quedó con Kami y vio cómo está conseguía que el bebé se calmara tan solo con la bufanda que se encontró en el suelo; perteneciente al rubio. Se escuchaban quejidos y gritos de dolor, y el sonido que hacían los kagunes al estrellarse el uno con el otro.

— ¿limpiamos? -preguntó Tsukiyama y Nishio le miró incrédulo- no me mires así, no podemos meternos en las peleas de nuestro líder a menos que él nos necesite y por lo visto, ellas tuvieron que ver en lo ocurrido del accidente ¿o me equivoco? -enarcó una ceja y sonrió-

— tsk -Nishio se cruzó de brazos y miró a su pareja Kimi- ¿Ayato no defenderá a su hermana? Él sabía que el rubio estaba vivo

— Quizás Kaneki lo vio mejor así -habló Yomo quien miraba la pelea con seriedad, aunque en su interior quería interponerse. No quería más muertes de sus compañeros-

Kimi abrazo el bebé y sollozó, sintiéndose culpable. No debió de haber dejado al rubio solo en ese estado. Agradecía de que estuviera vivo, pero se sentía culpable aún así.

Nishio y Kimi se dirigieron al hospital tiempo después. Y mientras más se alejaban de la casa de los Ken, los ensordecedores gritos de dolor se hacían más lejanos a sus oídos.

¿Cómo hacer un bebé? Where stories live. Discover now