¿Cómo hacer un bebé?

Capítulo 16

Hide yacía en una camilla recostado y dormido. El doctor del pueblo, un señor mayor, pero bien querido, y él cuál estuvo atendiendo al rubio mientras estuvo aquella vez en coma; le había inyectado un sedante para que se relajara y dejara sus pulmones respirar adecuadamente.

Ayato no se había despegado del rubio e incluso, movió la silla cerca para estar junto a él. Nishio y Kimi, llegaron tiempo después y con bebé en manos. Ayato no sabía que estaba pasando con Kaneki y su hermana allá en la casa. No era que no le importara, sino que respetaba cualquier decisión que haya tomado Kaneki. Traición es traición y solo esperaba que Hide se despertará ya.

Kimi comenzó a jugar con el bebé mientras Nishio hablaba con el doctor acerca de la condición de Hide y qué se podía hacer al respecto.

Kaneki jadeó antes de empalar a Hinami en el estómago repetidamente. Ellas lastimaron a Hide... lo hirieron... mi hijo, pensó mientras su mirada seguía puesta en Touka.

— ¡eres un cobarde! Lo que sabes, te lo he enseñado yo -gritó Touka toda dolida. Sus ropas estaban manchadas en sangre y desgarradas, así cómo magulladas por los golpes certeros que Kaneki le propinaba al igual que con las ropas de Hinami-

Kaneki le ignoró y fue a morder un pedazo del Kagune que Hinami tenía expuesto. Arrancó, masticó y tragó ese pedazo de carne con demencia.

— ¡ahh! -Hinami gritó, jadeó y apretó sus dientes para retener los desgarradores sonidos que salían de sus finos labios cada vez que Kaneki volvía a arrancar parte de su kagune- d-déjame -sorbió por la nariz- hermano mayor...

— ¡déjala! ¡Aléjate de ella! -Touka le lanzó vidrios de su kagune y frunció su ceño, cuando estos perforaron la espalda de Kaneki y este ni se inmutó-

Kaneki ya habiendo comido la mitad del kagune de Hinami, la soltó y lamió sus labios antes de hacer ese famoso sonido con sus dedos. Se dio la vuelta para encarar a Touka que sujetaba su antebrazo izquierdo con la mano derecha. Sonrió de medio lado y removió su máscara; dejándola colgando se su cuello.

— No me tienen miedo hasta que me pongo la máscara, pero ¿sabes? Soy la misma persona

Dijo Kaneki antes de abalanzarse contra Touka y cortarle la cabeza con uno de sus tentáculos cuando lo endureció. Vio la cabeza rodar por la fría y pálida nieve y negó con la cabeza. Ambas no habían sufrido suficiente como lo había hecho su Hide, según él.

Se acercó a Hinami que yacía moribunda sobre la nieve y se arrastraba lo más rápido y lejos que podía de él; pero le fue imposible cuando sintió algo enrollarse en sus extremidades (tobillos y muñecas).  Abrió sus ojos desmesuradamente al igual que su boca para gritar por ayuda, cuando escuchó y sintió un crack y sus ojos girarse hacia atrás.

Kaneki la había desmembrado.

Sangre se esparció sobre la blanca nieve, tornándose así en algunas partes; rosa pálido. Como un raspado ¿lo han probado? Pues así era. El joven ghoul sintió sus ojos arder, sí, sentía algo de pena por haberlas matado, pero no se arrepintió en lo absoluto. Tsukiyama y Yomo comenzaron a recoger los restos humanos y poner encima nieve blanca sobre la ya manchada.

No quería que su Hide viera algo así.

Con todo cubierto, Kaneki ya bañado y cambiado por órdenes de Tsukiyama, fue directo al hospital en el que estaba su pareja. Allí vio a Hide durmiendo y a su bebé en brazos de Kimi, quien le sostenía de manera protectora.

— ¿cómo está? -fue lo primero que preguntó al saber que los presentes ahí le miraban expectantes-

— fue un ataque de pánico, por un posible ptsd -murmuro Nishio mientras le miraba a los ojos- le mandaron reposo y medicamentos para relajarlo en caso de que vuelva a ocurrir -terminó por decir-

Kaneki sonrió a Nishio.

— gracias, a todos -se inclinó en forma de agradecimiento- pueden retirarse y Ayato -le miró serio, y sin pena alguna- tu hermana y Hinami ya no están con nosotros -dijo serio, pero con un tono de voz suave-

Ayato abrió sus ojos un poco sorprendido y más por el hecho de que la traición Kaneki la pagaba con la muerte.

— hice lo que tuve que hacer y no me explicaré. Sin embargo, eres libre, al igual que los demás -les miró de reojo- y los demás que estén en la organización, de no pertenecer al grupo. Sin rencores, pero si llegan a querer lastimar a Hide o a Yukiyoshi -su mirada se ensombreció y los demás temblaron- los mataré y los comeré

Ayato asintió al igual que los demás ahí presentes. Yomo se disculpó un momento para hacer una llamada a la organización y hacer que la voz se corra de lo dicho por Kaneki. Una risilla interrumpió el sombrío ambiente y todos los presentes miraron al rubio que aún reía.

— neki' no tienes porqué asustarlos así -se limpió la comisura de sus ojos por lágrimas escurridizas- estaremos bien y se que nos protegerás -dijo a travez de su mascarilla por cortesía de Ayato que actuó rápidamente- gracias a todos por velar por nosotros. En especial a Kaneki y mi bebé en el tiempo que no pude estar por circunstancias -una que otra lágrima se escurrió por las mejillas del rubio; humedeciendo la mascarilla-

Kaneki se acercó rápidamente y acunó el rostro de su rubio amigo en sus manos con delicadeza mientras sus ojos grises miraban directamente a los ojos de color miel con amor. El joven mitad ghoul, le besó los labios a través de la mascarilla y le abrazó.

— te amo mucho, Hideyoshi -murmuro en su cuello-

— yo también te amo mucho, neki' -murmuro contra el cabello de Kaneki- Siento no haberme quedado en la casa aquella vez y esperar a Kimi

— ya no importa, te tengo aquí conmigo -hizo más fuerte el agarre en el rubio- no te dejaré ir nunca más

Hide sonrió y levantó su cabeza para encontrar a los demás ahí sonriéndoles. Vio a Yukiyoshi despierto y pedir a ir con su mamá, cosa que captó Kimi y se lo entregó en las manos a Hide; quien besó la cabeza de su bebé.

— volvamos a casa, neki'

Kaneki asintió, sí, irían a casa.

Nota: Siento la demora. El próximo capítulo será el último. Espero que les haya gustado el capítulo. Si hay algún error, por favor decirme y las críticas constructivas son bienvenidas. ¡Gracias por el apoyo en la historia!