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Los días volaban y ya estábamos terminando la tercera semana. Casi un mes encerrados y sin ningún avance. Puede que sea momento de escapar. En silencio, reviso toda la habitación, pero no hay ningún indicio de falla o alguna fuga.

—Oye, enano. —Golpéa la puerta y dejo lo que estoy haciendo.

—Dime blanquito. —Salgo del cuarto y su ceño se frunce— ¿Todo bien?

—Solo... ¿Desde cuándo soy "blanquito"? —Hace comillas con los dedos.

—Desde que... No lo sé. Dime lo que sucede Yoongi. —Dije impaciente.

—Sigueme y háblame de como estuvo tu noche. —No puse objeción del tema e hice lo que pidió.

Lleganos a su cuarto y me arrinconó en un mueble vacío. Cerró las puertas y susurró palabras que podrían ser fin de nuestra tortura.

—Escucha... —Su voz es profunda y relajante— Ésta es una salida. No hay cámaras ni nada de eso. Además, ésta parte es inestable. —Golpea la madera del mueble—. Puede que tu armario sea igual. Después fíjate. —Asentí—. Y cuando lo averigües, dime que está hecho.

—Eres un genio, ¿Sabías? —Le doy un pequeño beso en sus labios.

—Ya lo sé... —El cambio de su mirada seria a una juguetona, hizo que me preocupara.

En esos momentos que pasé en silencio, él hizo que comenzará una batalla entre ambos. Le hacía cosquillas pero como yo soy más sensible, se aprovechó de eso.

Salimos del placard mientras Yoongi me alzaba, dejándome tirado en la cama. Sus manos no se detenían y mi risa no paraba. No es mi hermano, él es un desconocido en el cual de a poco he aprendido a confiar pero el aprecio que le tengo, es muy grande. Yo sé que Jin diría, "A veces se comportan bien en la cara de uno, aun así, presta atención en sus gestos". Yoongi no miente, realmente confiamos el uno en el otro. Este, es un momento feliz del cual nadie podía interrumpir.

Pero como mi cabeza habla más rápido que todo, un "ring" que ya conocíamos se activó.

Que divertido momento de pareja. Veremos si esas sonrisas duran. Hasta pronto Min Yoongi y Park Jimin.

Realmente, no podíamos estar tranquilos. Esa cosa nos observa, persigue y antes nos presionaba a hacer cada tarea que no cumpliamos. Por ello, tenemos estás consecuencias. Siendo que somos adolescentes, no creo que sean tan idiotas para saber que no se iba a tomar correctamente las ordenes.

Hicimos la rutina que se repetían una y otra vez. Ya es un círculo del cual no encontrabamos algo interesante para hacer. A veces gasto mi tiempo dibujando la irreal vista, los lugares de la casa o tan solo a Yoongi cuando me queda una hermosa imagen de su sonrisa. Habían unos diez retratos de él en distintos ángulos. Estoy satisfecho con mi trabajo.

Y cuando ya oscurecía, pasaba parte de mi tiempo encerrado en el armario. Los dolores de cabeza me mataban y las frases de "No pueden estarle haciendo esto", "Es muy cruel". No quiero preocupar al azabache por mis actitudes, esos problemas debía enfrentarlos solo. Mi hermano nunca volvió por mí, puede que hasta él se cansó de todo esto.

Recuerdo haber guardado un pedazo de cristal del espejo roto. Quería sentir si el dolor es real o pura imaginación. Porque un día Jin me dijo, que el dolor no es físico, sino mental. Por algo nos persigue y es constante.

Acerqué la punta afilada, presionando poco a poco para ver el intenso rojo de las finas líneas. Esto es placentero, el dolor de cabeza ya no me afecta como antes.

Uno, dos... Yoongi. Debo parar. Tiro el cristal y siento el líquido espeso salir de mis piernas. La única ropa que llevaba y tenía, se tiñó de un color más negro que el pantalón oscuro. No diría que es la mejor escena que he visto en mi vida pero... Esto logró calmar los dolores fuertes que sufría.

Traté de encontrar algún trapo o venda y por suerte, si había una tela que se interponía entre el orificio del mueble. Pude arrancar un pedazo y dejé ese espacio en caso de emergencias. Yoongi tenía razón, todo esto es un circo de humanos. Nos habían secuestrado.

Apuré mi paso hacia el comedor, sabía que el pálido estaría viendo sus caricaturas de Cartoon network. Su rostro es el de un niño chico cada vez que ve "Ben 10" o "Amigos imaginarios". Traté de ocultar la herida de las piernas, total no se daría cuenta.

Su cabeza gira y pienso que es por las pisadas que rechinan en las maderas del piso. Le sonrío pero sus expresiones son de que buscaba una respuesta.

—Jimin, no es de loco pero... Huele a raro. —Olfatea como un perro— ¿Está todo bien?

—Sí, tranquilo. Solo que, está hecho. —Me senté al lado de él—. No es tan divertido pero estás tú a mi lado.

—Lo sé... Gracias por confiar. —Apoya su cabeza en mi hombro y cierra sus ojos. Parece un gatito.

—Mañana será un día difícil. Así que, descansa.

Nos quedamos dormidos y uniendo nuestras manos para darnos el apoyo que necesitábamos uno en el otro.

Calendario: Semana tres, día siete. Ya encontramos una salida, ojalá todo se arregle y saquemos la verdad de todo esto. Encontré también, una manera de calmar mi dolor. Jin, comprobé que el dolor no es físico, sino mental. Tenías razón.

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Holiii... 😁

Dejo una pequeña frase loca. :3

Mientras más profunda sea la herida, más sangre sale para ver la verdad de las personas. La cual tiene su identidad y de ahí, su personalidad renace.

Hasta la próxima. 💜

Who are you? - YoonMinWhere stories live. Discover now