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No podía dormir. La espalda me dolía demasiado. El brazo, el abdomen, el cuello. Todo comenzaba a arder. El silencio es lo que debíamos aplicar. Los ecos son bastante fuertes y cada respiro era un segundo menos de vida. Pero de vez en cuando, yo hacía que nuestras horas contadas, sean menos por los dolores.

—Jimin, Acaso... ¿No puedes dormir? —Escucho la voz irritante susurrar.

—No, no puedo, Jeon. —Digo de forma cortante.

—¿Y esas marcas? —Señaló mi cuello.

—No es algo que te incumba mocoso. —Dice Yoongi mientras abre sus ojos y se remueve en el lugar acomodándose.

—¿Y por qué no puedo preguntarle? —Dice un poco enfadado—. Puede que lo hayas maltratado.

—¿Y tú por qué te preocupas? —Se levanta y lo mira fijamente—. Según lo que he oído de tí, no eres alguien digno de hablar sobre Jimin.

Las miradas de ambos, reflejaban el odio que guardaban. Tal vez no tenía nada que ver conmigo pero se están desahogando con esto. Me preocupé y los separé en caso de haber un conflicto físico entre ellos.

—Yoongi, debes tranquilizarte. No es momento para éstas discusiones. —Le digo altereado, realmente se estaba enojando.

—NO PUED... —Tapé su boca con una de mis manos y sus ojos se abrieron, indicando que recién se dio cuenta de su error cuando elevó la voz.

Namjoon se despertó desconcertado y perdido por lo que estaba sucediendo. Las posibilidades de que algo pase en solo unos segundos, nos carcomia. Reintegramos nuestra postura para escapar en caso de emergencias y por suerte no hubo ningún ruido.

"Ring, ring"

Oh, no. De nuevo no. Ya saben que no estamos en la casas. Debemos encontrar una salida en vez de estar tan cómodos. Agarré a Yoongi y los otros dos integrantes nos siguieron.

"459 y 500"

Alzamos la vista hacia los enormes parlantes. Al parecer esos son los famosos sonidos que nos perturbaban. Por suerte, no eran nuestros números, aún no sabían nada de nuestra ausencia. Decidimos no ver los mensajes, tal vez no sea necesario.

—No es muy buena idea pero... Nuestra casa está más cerca que la de ustedes. —Nos miramos algo confundidos—. Es que, lo digo por los signos, sé por donde estamos. No tengo idea de donde esté la suya pero la nuestra sí.

—No creo que sea buena idea ir a la trampa de nuevo, Namjoon. —Dice el azabache con desconfianza.

—Buen punto, es que me sentía seguro por más torturas que nos impusieron. —Levanta los hombros y nos sonríe mostrando sus hoyuelos.

—No le hagan caso, solo quiere su cama y su estudio de música. Es todo. —La voz irritante de Jungkook apareció en el silencio y no dijimos más del tema.

Decidimos marcar de alguna forma cada casa. Namjoon propuso con piedras y eso es lo que hicimos. Eran tres piedras haciendo una flecha, lo más parecido que pudiéramos. Todo para que parezcan desapercibidos. En caso de ya estar en el lugar de encuentro, teníamos que tirar una de las piedras en los tejados de alguna casa. Con el eco eso se iba a oír.

—Bien, este círculo con la piedra en el medio, es la zona de encuentro. Es por si algo malo sucede. —Todos asentimos ante tal comentario.

No creo que las personas sean malas después de todo, hay que darles un granito de confianza. No hablo de todos, sino de los que nos ayudan. ¿No es así, Jin Hyung?

Caminamos con cautela por cada tramo largo de propiedades. Si bien eran trozos cuadrados cubiertos por chapas y madera, era increíble la extensión de cantidades que hay.

De un momento a otro, escuchamos muchas pisadas. Nos escondimos y guardamos silencio. Yoongi y yo, estábamos un poco tensos mientras tanto, Jungkook y Namjoon, posaban una mirada oscura hacia esos seres. Al parecer, ya los habían visto antes y no les agradó la idea de volverlos a tener cerca.

—No confíen en ellos, por lo que más quieran en el mundo. —Habla el moreno en susurros.

—Tranquilo, no pensábamos hacer tal cosa. —Se adelantó a contestar Yoongi.

Y así, los seguimos. Cada paso que damos, es la gloria. Porque encontramos cada vez una incógnita distinta y suficientes preguntas de las cuales tenemos millones de respuestas. Esa es nuestra situación y no hay forma de voltear la jugada.

Paramos de seguirlos y se veía como una de las puertas era abierta. Un mono, ese es el símbolo de la casa. Se llevaban comida a cantidades, supongo que ya es de noche. Nosotros no tenemos noción del tiempo, ya que, no queríamos tocar los aparatos tecnológicos.

—Esto de controlar a los idiotas como se nos antoje, es divertido. Secuestrados sin saber el propósito. Mejor esto que estar allí dentro.

Eso hizo que me ardiera la sangre. Quise ir y golpearlos pero la mano del pálido sostenía la mía. Me relajé y lo único que podía pensar, es que esto era lo más difícil de lo que creía.

—¿Sabes Namjoon?, creo que deberíamos ir a casa. No es muy bueno estar por afuera. Además, no todas las casas están llenas de cámaras. —Jungkook se adelanta.

—Puede que tengas razón. —Digo confiado.

—¿Esto es en serio, Jimin? —La mirada de Yoongi está confundida por mi respuesta.

—Claro, ellos nos hubieran entregado a esas personas. Pero están escapando como nosotros dos. —Acaricié su rostro para que se tranquilizara.

—¿Ves?, aunque tengas malos y asquerosos gustos, tienes cabeza Jimin. —Dice Jeon sin compasión .

—Calla tu sucia boca rata. —La presión del pálido sobre mi cadera se intensificó. Las heridas dolían, no dije nada. Solo apoyé una de mis manos en sus hombros para evitar perder las fuerzas en las piernas.

—Calmanse. Ya se los he dicho dos veces y esta es la tercera. No es momento. —La voz autoritaria de Namjoon hizo que se separaran.

No pelearon más. Cada uno se silenció por completo y seguimos hacia la ya dichosa casa antes concordada.

Calendario mental: Ya no tengo idea de que día o que hora es. Pero vamos a encontrar una vuelta y no se los vamos a perdonar.

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Holiiis... 😁

Otro capítulo más de esta historia. Me alegra que sea leída y apoyada. 💜

Los leo y hasta luego. 💕

Who are you? - YoonMinWhere stories live. Discover now