♡Dia 6♡

1.6K 241 3
                                    

—Entonces me dices que este es el chico que te gusta desde hace cuatro años —Asentí frenéticamente.

Hoy había decidido contarle a Dereck quién era la persona que me gustaba.

—¡Osea me has hecho pasar cinco días tratando de pensar quién podía ser! —¿Estaba molesto?

—Dereck, yo...

—Se suponía que debiste decirme esto desde el inicio y así yo podría hacer esto más rápido.

Sí, él estaba molesto.

—Perdón, pensé que no era necesario. Es decir, él tenía novia. No pensé que podría entrometerme en ellos —dije mi punto de vista.

—Ahora que lo sé, déjame solo, por favor —habló de repente en tono serio.

—¿Qué? —Aún estaba confundida por su cambio de actitud.

—Déjame solo, pensaré en la manera para que tú seas feliz a su lado —lo dijo de manera seca, como si estuviera obligado a decir eso.

—¿Ya estás mejor? —pregunté aún preocupada por él.

—Estoy muy bien, solo retírate.

—Ya me voy —avisé, a punto de cerrar la puerta de lo que en ese entonces era su cuarto.

Pasé toda la tarde en mi cuarto, tenía tareas pendientes, y eso fue lo que me mantuvo distraída. No entendí mucho por qué él me trataba así. ¿Acaso no había pagado lo suficiente como para que el servicio sea el mejor?

No comprendí por qué Dereck me habló de esa forma. Él debería estar agradecido conmigo. ¡Se supone que él tenía que mover el trasero y buscar a mi novio él mismo!

Habían pasado horas desde que lo dejé solo, y me dispuse a hacer algo de comer. Ya había desistido de intentar cocinar algo más elaborado, así que pedí una pizza. Aun no me culpen por querer tener una alimentación saludable.

La tensión entre Dereck y yo seguía palpitante después de la conversación. Pasé la tarde sumida en pensamientos, intentando entender la abrupta reacción de mi amigo. Mientras preparaba la cena, me asaltaron dudas sobre si alguna vez volveríamos a tener la conexión que solíamos tener.

Opté por darle espacio a Dereck y concentrarme en mi cena. La pizza que había pedido se había enfriado, pero seguía siendo mejor que mis intentos culinarios. Al final de la tarde, decidí llevarle a Dereck una porción. Sabía que estaba tratando de ser útil al llevarle algo para comer, pero no sabía cómo reaccionaría.

—¿Puedo pasar? —pregunté tímidamente, temiendo una respuesta fría.

—No —su corta respuesta aún me sonaba fría.

Su respuesta cortante resonó en el pasillo, pero no me rendí. Pegué mi mejilla a la puerta, tratando de mostrar mi arrepentimiento y preocupación. Al abrir la puerta, me encontré entre sus brazos, una posición inesperada.

Su mirada me desconcertó. Algo parecía incomodarlo, y antes de que pudiera entenderlo, su mano en mi cintura se acercó más. ¿Un beso estaba por venir? Mi corazón latía rápido con la expectativa.

No podía comparar el primer día que lo hizo; en realidad, este bastardo besaba jodidamente bien.

Pero, de repente, se alejó bruscamente, dejándome parada y confundida. ¿Qué estaba pasando entre nosotros? Nuestra amistad había dado un giro extraño, y no sabía cómo manejarlo.

Traté de romper el silencio. —Compré pizza —mencioné, tratando de desviar la atención de la incómoda situación.

—Esto no está bien —susurró hacia mí, alejándose de inmediato y dejándome parada a un lado.

¿Qué nos estaba pasando? ¿En qué nos estábamos convirtiendo?

Me sacudí de inmediato.

—Ya sé cómo vas a estar con Hanss en solo catorce días —fue lo primero que respondió, evadiendo mi tema principal y dándome la espalda.

Hoy era el sexto día, y quizá estaba más cerca de encontrar al amor de mi vida. Y si era mi crush, eso lo hacía aún mejor, ¿verdad?

Veinte días con cupido©Where stories live. Discover now