«La desigualdad social en Estados Unidos está llegando a su fin en la década de los 80s, junto a ellos, la protección y legalización de la homosexualidad, además de las grandes masas de inmigrantes. Los pensamientos retrógradas, la desigualdad socia...
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Ya habían pasado tres semanas desde el concierto, YoonGi y JiMin por alguna razón habían empezado a sentirse cohibidos cerca del otro, sin embargo siempre algo hacían.
Bueno, YoonGi lo hacia, por ejemplo ahora.
Mientras ambos trabajaban sacando la basura por la puerta trasera de Omela's YoonGi se pegó disimuladamente tras JiMin, y cuando este terminó de color la bolsa en el bote, al darse vuelta estuvo cara a cara con YoonGi.
–Hey– trató de sonar tranquilo, pero su respiración tambaleó al sentir como los grandes brazos ajenos a él lo abrazaban por sobre su cintura, escondiendo a su vez su rostro en el cuello del menor.
–Te extraño – susurró sobre su cuello causándole una fuerte corriente eléctrica al pelinaranja por la extensión de sus brazos.
–Estamos juntos todos los di-— fue interrumpido.
–Sabes a lo que me refiero, JiMin.
La vida de JiMin había sido un desastre últimamente, sus padres no se preocupaban por el, Jughead lo ignoraba todo el día en su casa haciéndole sentir un estorbo, y ahora estaba empezando a calentarse solo por tener a un chico con las uñas pintadas abrazandolo.
Lo besó.
Se abalanzó sobre el, al parecer igual de ansioso por volver a besarlo. Sus besos empezaron solo como un aplaste de labios hasta que inmediatamente JiMin empezó a repartir besos castos sobre los labios contrarios, amando como se sentían las manoa ajenas apretujando su uniforme de forma irregular.
YoonGi se emocionó, quizás de más, porque cuando quiso profundizar el beso al parecer fue un poco brusco y empujó fuerte a JiMin, logrando que en aquel callejón retumbara el ruido de las chapas del contenedor de basura.
JiMin río y con su dedo indice torpemente trató de callar al pelimenta mientras sonreía, y ahí pudo notar YoonGi algo nuevo, un lindo piercing colgando sobre sus dientes superiores, el cual por inercia y con descaro lamió, haciendo a JiMin guardar un jadeo y borrar su sonrisa para cambiarla por un gesto de placer.
Se podría decir que YoonGi si podía ser catalogado como alguien "atrevido" pero JiMin caliente era otra cosa. Si bien aún era virgen, pasaba casi todos los días al despertarse empalmado.
Con sus pequeñas pero fuertes manos acorraló a YoonGi contra la pared y comenzó a besarlo introduciendo su lengua totalmente desesperado, acariciando por doquier. Cuando notó que YoonGi solo correspondía al beso y se le notaba dudoso, decidió tomar una de las palidas y grandes manos y pasarlas sobre su pecho, dándole permiso indirecto a que lo tocara, lo que no esperaba era que el brillo de los ojos gatunos fueran un indicio de tal atrevimiento.
La pálida mano bajó rápidamente a la entrepierna cubierta por el grueso jean y frotó ahí descaradamente ganándose un gruñido que dejó ver la marcada mandíbula del menor, el cual se separó del beso sorprendido encontrándose con una sonrisa traviesa y acalorada del pelimenta, pero esas dos protuberancias sobre su pecho llamaron también su atención.
