《Too late》〖 EXTRA 〗

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  Ranpo observó el cuerpo inerte de Chuuya. La piel pálida con un tono azul enfermizo, sus ojeras bien marcadas, las manchas de sangre entre las sabanas  y los sobresalientes huesos de su cuerpo demostraban lo difícil que había sido para el pelirrojo esos últimos días. Era una vista dolorosa. Una parte de la mente del detective, la más racional, pensaba en lo terco que había sido ¿Por qué no había hecho el tratamiento? Amar a Dazai había sido innecesariamente cruel para Chuuya ¿Por qué no eliminó esos sentimientos? Aunque al mismo tiempo, Ranpo entendía que el amor no funcionaba así, amar a alguien era un acto caprichoso e incontrolable.

 Simpatizaba con el hecho de que el amor de Chuuya por Dazai había sido puro, jamás le había pedido que lo ame de vuelta, el pelirrojo parecía entender a Osamu, aunque a su propia manera extraña. O tal vez era el orgullo del mafioso que no le permitía ceder ante su rival. Miro el cadáver preguntándose que debería hacer, no es como si nadie fuera a buscarlo, mucha gente estaba en contacto con Nakahara, si no aparecía lo buscarían. Lo que realmente se preguntaba es si debía avisarle a su compañero sobre la muerte de Chuuya. Si bien Ranpo no lo había conocido profundamente, sentía simpatía por él y sabía que había sido y es una persona importante para Dazai. Frunció el ceño, la vista le había sacado las ganas de comer. Sacó su celular y llamo a Dazai.

-¿Ranpo? - la tranquila voz del castaño se escucho, un nudo como muy pocas veces se le formaba apareció. La muerte es eso que todos sobrestiman hasta que se la encuentran.

-Necesito que vengas a la dirección que te voy a mandar. Vas a entender cuando llegues.

  Sin más corto, se quedo observando las flores esparcidas por el cuarto y el fuerte perfume de ellas. Algunas estaban ya secas, otras frescas y manchadas con sangre. Pensó que si bien no le dio explicaciones, Dazai vendría igual, primero porque él conocía la dirección de Chuuya y luego porque incluso si no lo expresaba, sentía un amor retorcido por su ex-compañero.

  La duda lo comía por dentro ¿Qué podría estar haciendo Ranpo en el departamento de Chuuya? Muy pocas opciones se le venían a la cabeza, ni siquiera se conocían o eran amigos. Llegó al edificio con cierto apuro, subió y se encontró la puerta del departamento abierta. El olor a flores era muy intenso, cuanto más avanzaba, más fuerte era. Vio algunas manchas de sangre, en el piso y fue ahí cuando se dio cuenta de lo pasaba. La sangre, las flores, era tan obvio. Entro lentamente a la habitación de Chuuya, lo primero que vio fueron las flores en el piso, luego a Ranpo observándolo amargamente y por ultimo, fue ahí donde por un segundo su corazón paró, vio el cuerpo de Chuuya.

  Ranpo sabía que cualquier reacción que tuviera Dazai le destrozaría el corazón, ya habían pasado varios años desde que el castaño se unió a la Agencia y era imposible para él no considerarlo un amigo y un compañero. Cuando Osamu entro al cuarto ya con la mirada vacía no hubo cambio en su rostro. No había sonrisas ni muecas, era como si él mismo hubiera muerto un poco más.

  Edogawa no sabía que hacer, miraba las manos de su compañero temblar mientras más se acercaba al pelirrojo. Osamu acarició las pequeñas ondas en el pelo de Chuuya, corriendo unos mechones para ver mejor su rostro. La habitación parecía más fría. De repente era como si la realidad estuviera pintada de un azul claro. Para su sorpresa, unas lagrimas se filtraron por sus ojos.

-Perdón- dijo Dazai suavemente mientras acariciaba el rostro sin vida de Chuuya- podría haberlo evitado. De vuelta llegue demasiado tardé para salvar a quienes quiero.

  Dazai no dijo más nada, de hecho, si no fuera porque Ranpo lo estaba viendo, no se hubiera dado cuenta de que las lagrimas continuaban cayendo. Una tras otra. Dazai se sentó en la cama, a un costado del cuerpo de Chuuya, teniendo una perfecta visión de su cara, casi como una tortura lo miraba sin apartar la vista. Estuvo así unos cinco minutos, hasta que por fin se digno a desviar la atención a una de las flores que estaban esparcidas por la cama. Sus dedos se mancharon un poco con la sangre casi seca.

-En el lenguaje de las flores, las dalias significan agradecimiento -dijo Ranpo, casi con la intención de confortar a su amigo. Osamu soltó una risa amarga y lo miró con los ojos llorosos.

-¿De que podría estar agradecido? ¿De las burlas? ¿De lo inferior que lo hice sentir? Desde que lo conocí, ni siquiera por un segundo, consideré sus sentimientos. Jamás me importaron, simplemente asumí que él siempre estaría, es una persona fuerte, jamás pensé que moriría en todos estos años, resulta que es mi culpa que este muerto. No puedo creer que olvidé el hecho de que él siempre estuvo y ahora estoy por mi cuenta.

   Un silencio incómodo se apoderó del ambiente. Ranpo se quedó callado, realmente prefería no acotar nada, al menos no en ese momento. Dazai miró de vuelta el rostro de Chuuya, luego bajo su vista por sus hombres, sus brazos, muñecas y sus manos. De repente, nada le importaba, ni siquiera entendía porque de repente el mundo se sentía tan vacío. Desde que dejó la mafia había pensando en Chuuya muy pocas veces. No sentía que el pelirrojo fuera una motivación para él ¿Por qué la idea de no volverlo a ver o de no escuchar sus gritos lo afectaba tanto? Mierda, hace años no hablaban, pero ahora parecía ayer cuando discutía con él sobre cualquier idiotez. El castaño había sido muy cruel con mucha gente, a lo largo de los años dañó a muchos, mató a muchos. No es que esquivará la culpa, de hecho, aceptaba sus crímenes. Pero de todo el daño que había hecho, viendo a Chuuya en ese estado, sabía que eso era lo peor.

-Que extraño es el amor ¿no? - la voz de Odasaku retumbó en sus oídos, se paro alterado y lo único que vio es a un Ranpo sorprendido. Volvió a mirar a Chuuya y salió del cuarto- Es decir, podemos amar a alguien con tanta intensidad y sin embargo jamás ser correspondidos por esa persona. Mientras que a los que nos aman les damos la espalda y los ignoramos. Lo curioso es que todos somos el amado y el ignorado.

- ¿Eso es un reproche? - susurro Osamu tapándose las orejas. La respuesta tardo unos minutos en llegar. Ranpo salió de la habitación, se acercó a Dazai y le dio una palmada en el hombro, luego se fue del departamento con la mirada fija del otro en su espalda. El castaño aparto la mirada de la puerta y se encontró a Oda apoyado en el ventanal.

-Si quieres considerarlo un reproche, puedes hacerlo. Al fin y al cabo el que toma las palabras de un muerto no soy yo - la sonrisa divertida que le dedico movió algo dentro de Dazai. Fue una sonrisa que no duro mucho, ya que casi al instante, ante la asombrada mirada del castaño, Odasaku frunció el ceño- hace un par de años, pensé en el gran daño que habría a tu alrededor. No es tu culpa, no me malinterpretes, digamos que es tu mala suerte.

  Dazai observó el ventanal, se acerco lentamente admirando la vista de la ciudad, el departamento de Chuuya no era tan lujoso como él lo hubiera esperado. Le molestaba un poco que el pelirrojo lo hubiera pintado completamente de blanco, sin ningún lujo, como si ni siquiera se hubiera esforzado en decorarlo. Se preguntó cuantas veces el mafioso se había parado frente a ese mismo ventanal con una copa de vino, en completo silencio. Sonrió ante la idea de suicidarse en ese mismo momento, era tentador, tirarse desde esa altura. No es como si Chuuya pudiera volver a detenerlo.

《Dalia: "Gracias por tu ayuda, por estar siempre a mi lado"》





  Yo quería a un Dazai arrepentido y ya. Siendo sincera, es la única razón por la que hice el extra.

Tengo una pregunta, para lxs lectorxs. De las siguientes temáticas para otra historia soukoku. Cual les interesa mas?

* Escolar.

* Seres fantásticos. (sirenas, mitad humanos mitad pájaros, cosas del estilo)

*Príncipes.

*Chuuya periodista y Dazai criminal.

Muchas gracias por leer ♡

Sick Boy °Soukoku°Where stories live. Discover now