El Festín

Capítulo 2

Abigail Brown

Todo aquí es lujo, casas inmensas y personas felices, o eso es lo logro captar en la ventana del auto.

- ¿Te gusta lo que ves Abigail?- Observo al adonis que está conduciendo el auto y es cuando en verdad disfruto mi vista, este chico se ve tan sexi haciendo algo tan común como lo es conducir, muerdo mi lengua porque debo comportarme.

-Sí, todo aquí se ve estupendo- Le hago saber con un tono de voz moderado.

-Las alojaremos en una de nuestras casas de huéspedes, en lo que logran pagarse un lugar que sea suyo - Nos informa Tadeo a mí y a mi madre, quien está observando todo con una cara de asombro, por la ventada del asiento trasero.

No hace falta que recorramos mucho para llegar a una casa de muros y columnas altos, jardín lleno de arbustos con formas y una fuente preciosa.

Tadeo se estaciona en la entrada. Al bajar todos del auto me fijo que un hombre mayor se está ocupando de sacar el equipaje, me acerco a él para ayudarle.

-Señorita no se moleste, este es mi trabajo y soy capaz de hacerlo por mi cuenta- Me dice el señor muy amablemente, sin embargo no permito que él haga todo el trabajo, yo soy más joven y no me costara nada me digo a mi misma.

Luego de ayudarlo a poner todo en un carrito con ruedas, me da las gracias y se retira.

Tadeo y mamá aún están en el mismo lugar observando lo que acabo de hacer, mi madre un poco disgustada lo cual no entiendo, pero el chico a su lado me mira con mucha felicidad.

Tadeo pasa su brazo por mis hombros con total confianza, sorprendiéndome, pero lo dejo estar ya que según él aquí suelen ser muy cariñosos.

Comenzamos a caminar a la entrada principal, mi madre anda a mi lado con cara de pocos amigos, sé que más tarde, cuando estemos solas va a llamarme la atención por esto, pero no le doy muchas vueltas al asunto y me permito disfrutar de las suaves caricias que el chico le proporciona a mi brazo, acción que puede resultar pasada, pero no para mí.


Tadeo Robinson en el inicio.