Hace 10 años Sisterdale se hizo famoso por lo deliciosas y adictivas que son sus carnes de cerdo, cuentan que antes de obtener tanta fama y dinero el lugar era solo un pueblo fantasma, con personas que apenas y tenían para alimentarse.
Pero todo eso...
Entro por la puerta trasera de la mansión Robinson, son casi las nueve, llevo un lindo vestido que Samantha me prestó.
Recorro los pasillos de la casa en busca del salón en el que se dará el baile.
No he visto a mamá desde el apagón, debe estar trabajando duro, y eso me gusta, no quiero volver a vivir como lo hacíamos antes, por más que quiera irme, lo mejor es que me adapte de una vez.
Me topo con Jasiel y Joshua en el camino, son gemelos. Visten un traje negro, de camisa blanca y sin corbata. Deben tener unos 10 años cada uno, a primera vista son sumamente encantadores, aunque no los había vuelto a ver desde que me los presentó su madre.
-Abigail te estábamos buscando – Me hace saber Jasiel, o Joshua, siendo sincera aún no los diferencio.
-¿De verdad? ¿Por qué?
-¡Da! el baile es en honor a ti y tu madre, sin ustedes esto pierde encanto, queremos que inicie ya.
No alcanzo a responderles, ellos se sitúan detrás de mi y posan sus manos en mi espalda y así empujarme al gran salón.
Todos los presentes me taladran con sus ojos apenas quedo en medio del salón, mi madre se encuentra en una de las tantas mesas, charlando con naturalidad y elegancia.
Los presentes notaron mi presencia al instante menos ella, eso me entristece un poco, no me siento bien en este sitio y lo único que deseo es hablar con ella y me un poco de atención y cariño de madre, pero lo único que obtengo desde de llegamos es indiferencia.
-Sabía que quedarías preciosa en ese vestido – Samantha se planta a mi lado, lleva un vestido de color rojos divino, de verdad no creo que a esta chica algo le siente mal.
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-Gracias, apenas acabe el baile te lo regresaré.
-No te preocupes por eso, puedes conservarlo, te queda mucho mejor a ti que a mi.
-Buenas noches a todos los presentes - Mi negación a aceptar tal detalle es interrumpida por la Sra. Robinson - Como ya todos sabes, este baile es para darle la bienvenida a Paula y Abigail Brown. En Sisterdale, todos nos ayudamos, todos somos felices, todos somos buenos, y queremos que sean parte de esta gran familia, unida por una misma causa.
Todos comienzan a aplaudir, sim embargo yo no entiendo lo último mencionado.
-Feliz llegada Paula y Abigail – Todos los presentes se ponen de pie, levanta una copa, y repiten las mismas palabras de Lucía Robinson, en forma de brindis.
-De verdad estoy agradecida con todos ustedes, es un gran honor ser aceptada en una sociedad como la suya, siempre quise ser parte de la clase alta. –Si hace un momento esto era un poco extraño, ahora lo era más, mi madre es el objetivo de miradas, llenas de desagrado, odio y confusión.
Me acerco a ella y le tomo de mano, de un tirón la pongo de pie.
-Si me permiten, nos retiramos. – Aun cuando mamá pone resistencia, la cual no es mucha, logro llevarla a un pasillo y luego adentrarnos en una habitación.
- ¡Maldición Abigail! ¡¿Puedes soltarme de una buena vez?!
Apenas me habla puedo sentir su olor a alcohol, ha bebido y demasiado.
-Mamá habíamos dicho que aquí no, aquí todo sería diferente, me lo prometiste ¿Recuerdas?.
