Capítulo 9

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Abigail Brawn

Salgo de la nueva casa que habitamos y el viento helado recorre mi cuerpo. Camino a la cabaña de al lado con mis brazos extendidos, para tantear lo que se me pueda atravesar en mi camino.

Todo lo que veo es oscuridad y mi intención no es tropezarme con algo o alguien. Al encontrarme fuera de la cabaña comienzo a llamar a las personas que habitan el lugar.

-¡Holaaa!, ¡¿Hay alguien?! - Doy un medio grito, pero nadie responde. Hago lo mismo con las siguientes cabañas, pero sigo sin encontrar a nadie más, me digo que aquí no hay más personas además de mamá y yo.

La electricidad regresa, pero vuelve a irse dejando solo el túnel alumbrado, es lo único que me proporciona luz en medio de tanta oscuridad. Me decido por ir a casa de los Robinson y saber que ha pasado.

Cuando llego a la entrada del camino, me entran las ganas de volver por donde he venido, se ve muy terrorífico, en el día se aprecia su bella vegetación, pero en la noche parece el lugar por donde corre el objetivo de un asesino en una película de terror.

-Vamos Abi, no es tan malo, solo pasas rapidito y cuando te fijes estarás ya en el final- Me digo a mi misma, dándome aliento, doy unos cuantos brinquitos y echo a correr por el túnel.

Creo que es un buen momento para mencionar que soy muy gallina en este tipo de escenarios.

A mitad de camino la electricidad vuelve a fallar.
A pesar de haber corrido lo más rápido que pude no llegue al final del túnel aún. Me freno y medito si regresar o seguir andando, me decido por lo último y camino a paso apresurado, no veo la hora de ya estar en la casa de los Robinson.

-¿Por qué no le pedí a mamá venir conmigo?, es que eres tonta Abi - Me reprendo a mí misma, escucho pasos acercarse por mi frente, me quedo inmóvil en medio del camino y lo único que se me ocurre hacer es echarme a un lado del camino.

Los pasos se acercan cada vez más. Intento pegarme más a las plantas de los lados del túnel, pero un unas patitas en mi hombro derecho me hace dar un respingo, poso mi mano temblorosa en mi hombro y...

-¡Ah!- Grito, ya no me importa si alguien más está en el túnel, solo me interesa quitar en animal que sin invitación subió a mi hombro, hago un movimiento con mi mano lo que provoca que dicho animal caiga a no sé dónde.

Una luz me siega la vista, apenas adapto mi visión, noto que me están apuntando al rostro con una linterna, pero aún no se de quien se trata maldición.

-¿Qué haces aquí?- Reconozco la voz al instante, pero no respondo a su pregunta. Tadeo retira la luz de mis ojos y la posa en su camiseta, en ella yace el animal que hace un momento estaba en mi hombro, era una araña, una muy grande.

Tadeo la toma en sus manos y la deposita a un lado del camino, el arácnido se adentra entre las plantas y se pierde de nuestra vista.

-No deberías tratar a los animales así, ellos valen mucho más que nosotros - Me dice con voz dura.

-Estaba asustada, no sabía que caminaba en mi hombro, fue mi primera reacción -Digo con rapidez.

-¿Ya no estas asustada Abigail?

Su tono de voz empleado en su pregunta, me descoloca por completo.

-¿Debería?

-Si -Una sonrisa diabólica surca sus labios y me quedo inmóvil en mi lugar, ahora sí parece la escena de una película de terror; yo soy el blanco y mi asesino lo tengo en frente.


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