Nueve.

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La cita doble iba bien.

                         
Aunque claro, ¿qué se podía considerar "bien"? En un mundo de tantas posibilidades.

                         
Para SeokJin y JungKook "bien" significaba: no estar acuchillándose el uno al otro en público. Y por supuesto, hacerlo telepáticamente no contaba.

                         
HoSeok y Yoongi habían llegado. Lucían nerviosos, como si en el fondo no quisieran estar ahí y simplemente lo estaban porque SeokJin los había obligado. JungKook creía que eso no estaba muy lejos de ser la realidad. Podía imaginarse al pelinegro rogándole a la pareja que se reunieran con ellos de nuevo, para demostrar que eran novios cariñosos, reales y perfectos.

                         
JungKook seguía sin comprender cuál era la necesidad de SeokJin de mentirle a sus mejores amigos. Parecía desesperado por la mirada aprobatoria de HoSeok. De hecho, ya había inventado unas cuantas teorías descabelladas en su cabeza, a falta de una explicación. Como por ejemplo, que ahora SeokJin trabajaba para la CIA. O era mafioso. O intentaba hacerse pasar por un hombre gay para una misión encubierto. Eso tenía sentido.

                         
—¿No quieres otra cosa para comer?— le preguntó SeokJin. JungKook se detuvo un segundo a observarlo.

                         
Era guapo. Muy guapo. Había que estar ciego para no reconocer la hermosura que era el rostro de Kim SeokJin. Hasta él, con su extremo odio e irrevocable rencor, era incapaz de ignorar su belleza; lo que por cierto, le hacía enojar aún más y querer tirarse de un edificio.

                         
Un recuerdo cruzó por su mente. SeokJin rechazaba a todos diciendo que le gustaba alguien más. Con esa cara y esa personalidad que lo caracterizaba tanto en la secundaria, ¿quién podía negarse? ¿Por qué jamás estableció una relación con la persona que quería? ¿Acaso no era correspondido?

                         
Le estaba dando muchas vueltas al asunto.

                         
—No— murmuró, y esbozó una sonrisa falsa y horrorosamente romántica—. Estoy bien. Gracias, Tucáncito.

                         
—Me agrada el apodo— interrumpió HoSeok. JungKook había notado que siempre estaba sonriendo, extra sincero y asquerosamente adorable, su gran opuesto—. ¿De dónde salió?

                         
—Es que la tiene grande— dijo JungKook, manteniendo su semblante sereno. HoSeok parpadeó asombrado, probablemente para mal.

                         
—¿Disculpa?

                         
—Que la tiene grande. Su nariz, digo yo— Reprimió una risa mientras pinchaba la nariz de su supuesto novio. SeokJin hizo un mohín y HoSeok rió.

                         
—Dios, tienes que aclararlo. Eso tenía potencial de doble sentido.

                         
JungKook vaciló un instante. —Bueno, su pene es grande también.

                         
Estaba teniendo una buena ración de diversión, y ni siquiera estaba comprometiendo su fachada o su trabajo. Podía acostumbrarse a ello. Al menos las expresiones divertidas de HoSeok le ayudarían a sobrellevarlo.

                         
—Ya veo— dijo HoSeok tosiendo. Yoongi permanecía impasible—. Demasiada información.

                         
—Oh. Lo siento, no tengo un buen filtro— se disculpó, intentando controlar la sonrisa divertida que amenazaba con aparecer.

Rent a boyfriend [JinKook] Where stories live. Discover now