CAPÍTULO 12 CAN

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DEJAME ATRAPARTE
CAPÍTULO 12 CAN

Estoy hecho pedazos, aunque al mismo tiempo me sentía lleno de energía solo por recordar su dulce perfume… era como un bálsamo para mi adolorido cuerpo; tuve que forzarla a irse para que descansara también, su madre y Leyla parecían verdaderamente preocupadas y por más que me enojara y doliera separarme de ella tenía que priorizar mis preocupaciones. ¿Volvería a hacer todo lo que hice con tal de salvarla? Sin duda ¿me arrepentía? No ¿habría hecho las cosas diferentes? Probablemente, para empezar, hubiera cerrado la puerta a ese gusano infeliz desde un principio, no volvería a confiarme e ignorar mi instinto.
El muy imbécil se aseguró de dejarme con vida, sospechaba que lo haría ya que a los hombres como él solo les importaba demostrar su fuerza y poder sobre los demás y eso solo me llevaba a la conclusión de que volvería por más, pero esta vez yo estaría listo y jamás dejaría que volviera aponer un dedo sobre mi preciosa Sanem, antes le rompería la mano y le cortaría la cabeza para aventarla al océano más turbio que pudiera encontrar.
- ¡Pero miren quien despertó! – el grito de Metin interrumpe mis lúgubres pensamientos. Trae un paquete en sus manos y una carpeta, esperaba que fuera comida. Camina tranquilamente con su ropa perfectamente pulcra. No lo había visto desde que llegaron todos por Sanem – ¡hermano casi te mata! Me da miedo mirarte…
- ¿Qué haces aquí? – susurro tratando de incorporarme. Se acerca para ayudarme, era muy doloroso cualquier movimiento, pero necesitaba moverme o hacer algo, era naturalmente inquieto y estar sin hacer nada me volvía loco.
- ¡Pero mira tu cara! Es la primera vez que me siento el más guapo de los dos, tal vez debería aprovechar… - ruedo los ojos, o bueno, solo uno porque el otro no podía abrirlo – obviamente vine a ver si seguías vivo o a enterrarte, cualquiera de las dos era buena.
- Sigo vivo, gracias por tu preocupación – respondo con sarcasmo. El mareo era más ligero ahora pero aún me costaba ponerme de pie, sentía que me iba a despedazar.
- Me alegro porque hay mucho que hacer, tengo los papeles para la transacción de acciones a la abuela Remide y… tengo noticias - su expresión se vuelve seria, pero no demasiado preocupada, no era tan malo entonces. Se levanta y me entrega una bolsa de hielo, justo lo que necesitaba.
- Ya sé porque la policía te tiene en la mira además de la razón obvia, uno de mis informantes en la policía me dio noticias muy interesantes sobre su investigación – vuelve a levantarse y enciende la parrilla, de inmediato mi estomago gruñe ¿Cuándo fue la última vez que comí algo?
- Pensé que ya no tenías informantes, no desde el ultimo que se casó y la chica se lo llevo a su ciudad natal… - razono cerrando los ojos.
- Curioso el impacto que tienen las mujeres en la vida de los hombres, – ni que lo diga, mi vida era un caos desde que Sanem entro a mi vida – y si lo hizo, pero me asegure de tener un remplazo y este ya ha dado frutos. Parece que nuestro obsesivo capitán encontró en la escena del crimen algo muy prometedor y esto lo llevo hacia ti…
- Hubiera buscado la manera de llegar a mi aun si yo no estuviera involucrado – intervengo cansado, ese hombre estaba demasiado obsesionado conmigo.
- Si se casaran tendrían menos problemas – abro el ojo y lo liquido con una mirada molesta.
- Mi encanto rompe fronteras, no puedo evitarlo – respondo a su broma. Se ríe y sirve la comida en un plato, después coloca el té… eso solo me hacía pensar en Sanem, ningún té en el mundo sabe al que ella prepara… o al delicioso sabor de sus labios…
- Claro – responde acomodando el plato en la bandeja frente a mí; agradecía enormemente tener un brazo bueno y así poder comer por mí mismo o esta sería una situación muy incómoda - como sea, al parecer en el cuerpo del tipo encontraron una desgastada fotografía…
- ¿Una fotografía? – pregunto escéptico; estaba seguro de haber limpiado todo y yo no llevaba eso conmigo, esa noche Emre fue a sacarme de mi sueño y llevaba ropa simple – ¿cómo eso pudo relacionar todo conmigo?
- Al parecer la fotografía es de un hombre y ese hombre trabajo para ti o para la empresa en algún momento, le hicieron un reconocimiento facial y encontraron su información en su base de datos, también tuvo un triste final – me explica mientras sirve el té.
- ¿Sabe algo más específico? Hemos tenido muchos empleados… - era como buscar una aguja en un pajar.
- Aun no ya que él no está involucrado en el caso, pero estará alerta para cualquier información interesante, le pedí que me diera cualquier detalle de su relación con la empresa y así podremos encontrar a la persona. Me dijo que la fotografía la encontraron entre la ropa del tipo, me pareció un descuido que no cometerías tu o Emre porque ¡vamos! es demasiado obvio, además es la fotografía de un hombre… - se encoje de hombros y me lleva el té mientras mueve una silla para sentarse frente a mí.
- Parece un error de novato – razono entre bocado y bocado. Solo había una persona más que estuvo ahí ese día… si ella o él dejo caer la fotografía eso significaba que tenía relación con este misterioso hombre y si averiguaba quien era, podría llegar a este escurridizo fantasma que no dejaba de acosarme.
- Exacto, como me contaste que hubo alguien más ahí pues imagine que pertenecería a esa persona, si sabemos quién es mataremos dos pájaros de un tiro – razona haciéndose eco de mis pensamientos. Sonrío ante su análisis, era bueno sacando conclusiones.
- ¿Qué hay respecto a la empresa? – pregunto tomando al desabrido té.
- Todo sigue como lo dejaste… - responde haciendo una mueca al sabor del té que el mismo preparo – Deren me pidió que te preguntara que iban a hacer…
- Necesito que ponga en venta las acciones de la empresa, primero que busque compradores interesados. Ella y Sanem se encargarán de eso, le diré a Sanem como ayude en el proceso por teléfono, no puedo ir en este momento. También necesito que le entregues esa carpeta a Mete… - se levanta y toma la carpeta que le señalo, la abre y empieza a examinarla – quiero que me desaparezca esas propiedades, no las quiero perder…
- Tiene sentido, tome a Mete a trabajar conmigo en la oficina, espero no te moleste – susurra con una sonrisa mientras revisa cada una de las propiedades. Mete era un chico demasiado listo para su propia seguridad, me alegraba que ya tuviera en que ocuparse.
- Está bien, no puede estar sin hacer nada… - era como un Ceycey pero del bajo mundo de la informática.
- Me dijo que te preguntara si Sanem te conto todo lo que encontraron sobre las cuentas – se sienta otra vez con un brillo en los ojos, era el mismo que tenía cuando estaba a punto de ganar un caso.
- Lo hizo – respondo fríamente. Casi podía leer lo que rondaba por su cabeza y no me gustaba mucho, era mejor cambiar de tema – también quiero que le cambie el nombre al barco, “ALBATROS” será el nuevo nombre…
- Esta mejor, Divit III suena un poco aburrido – concluye cerrando la carpeta.
- Estoy de acuerdo – respondo terminándome el té y la comida hasta dejar el plato limpio.
- ¿Y ese curioso nombre tiene algo que ver con tu bonita asistente? – suspiro. Aquí viene…
- No – respondo. Me mira fijamente y yo a él.
- ¿Seguro? – pregunta con una enorme sonrisa.
- ¿A dónde quieres llegar con esto? – pregunto molesto.
- A nada, solo que cuando cargue a Sanem dentro de la camioneta y la ayude a bajar vi que llevaba puesto tu collar de albatros que te regalo tu padre… - se encoge de hombros con inocencia. Aprieto los puños ante el pensamiento de que él la toco, estaba exagerando, pero me volvía loco pensar en que alguien más supiera cuan suave era su piel. Tengo que calmarme.
- Iban a darme una paliza, era lógico que ella usara el collar, yo estaba apenas consiente – sonríe más ampliamente como ese gato del cuento. Era por eso que era tan buen abogado, implacable hasta el final.
- Muy lógico – me da la razón, pero no deja de sonreír – pensé que estarías más mal con todo esto de la empresa…
- Se acabo y no hay nada que hacer… - respondo un poco confundido por el cambio de tema.
- ¿Volverás a la fotografía? – pocos sabían que era fotógrafo profesional además de la carrera en negocios que hice en la universidad, Metin a veces se burlaba de mi por como mi cerebro no encajaba con mi cuerpo o mi personalidad, pero graduarme con honores antes que los demás no ayudaba mucho a mi causa o que en ese tiempo fuera por ahí vestido como un salvaje. A todo el mundo en la universidad le sorprendió mucho que un simple “lanchero” que salió de la nada se graduara antes con honores, obviamente no sabían la historia detrás.
- Eso espero – respondo recordando el mar, la tierra, la aventura y la libertad.
- ¿Te iras solo? – pregunta. Suspiro, no iba a desistir con eso, pero no estaba preparado para hablar de ello.
- ¿Con quién si no? – respondo. Era de tontos responder con otra pregunta, signo infalible de desesperación, pero ya quería que me dejara en paz con algo que ni yo sabía cómo explicar.
- Bueno, pensé que te llevarías al bonito pajarito que revolotea a tu alrededor…- me recargo en la pared evitando su mirada.
- ¿Porque haría eso? – pregunto tratando de evitar la conversación.
- Can, tal vez quieras engañar al mundo, a ella y a ti mismo pero conmigo no funciona, desde que te conozco no has sido más que un imán para las mujeres y jamás te he visto perseguir a una sola pero con esta chica no eres así, pareces un cachorrito cada vez que ella anda cerca, ¡deberías verte! – se ríe y yo me incorporo sintiendo como mi corazón se acelera – casi te matan por ella, no me vas a decir que no te atrae de alguna manera porque no te creo…
- ¿Quieres que hablemos de nuestros sentimientos? – pregunto enojado.
- Solo si los tienes – responde impávido ante mis tensas emociones, al contrario, se la estaba pasando genial.
- ¿Y luego quieres que nos pongamos mascarillas y nos pintemos las uñas? – respondo con sarcasmo. Era inútil, me tenía justo donde quería.
- Pues una mascarilla no te caería mal… - ríe – te ves horrible…
- Déjalo Metin… - respondo enojado. ¿Qué era este chico, alguna especie de tiburón?
- Sabes que eso me hace más curioso, Can ni por tu madre y por Emre hiciste lo que hiciste y por esta chica, no lo pensaste ni un segundo, apenas recibiste la llamada de Fabri saliste en su busca. Por cierto, tu amigo policía no levantara cargos en tu contra – me sorprendo un poco con eso. Yusuf buscaba siempre algún pretexto con el cual encerrarme, cuando lo llamo Emre para pedir ayuda por el secuestro de Sanem dijo tantas tonterías de protocolo y no sé qué más que rebaso mis limites, yo ya estaba bastante mal, lo peor fue cuando insinuó que Sanem provoco eso al enterarse del obvio interés de Fabri por ella. Solo de recordarlo ya quería golpearlo otra vez.
- ¿Qué quieres de mi Metin? – respondo frustrado. No creía que le pudiera dar un pedazo más de lo que ya había dado por Sanem.
- La verdad, pero como te niegas a decirme… - su sonrisa se vuelve burlona mientras saca algo del bolsillo oculto de su saco – me tomé la libertad de investigar un poco y mira lo que me encontré…

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