OCHENTA Y SIETE.

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Jeon Jungkook.

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Lo primero que pienso cuando llegamos al último piso del edificio, es que el laboratorio es más grande de lo que me imaginaba. Cuando los tres llegamos a la puerta, un par de guardias custodiando la puerta nos abren, no sin antes entregarnos un par de guantes y un cubre-bocas azul, por lo que presiento que lo que está adentro es más serio de lo que creía.

Lo que antes fue una habitación "lujosa" de un hotel, ahora estaba convertida en un laboratorio con montones de sustancias extrañas en diferentes vasos de vidrio de diferentes tamaños y formas, una camilla y mesas de metal con utensilios en su mayoría punzo-cortantes. Pero lo que más me llama la atención del lugar, es el baño; lo que fue una regadera con cortinas de vidrio, ahora estaba siendo ocupado por un infectado encadenado sin piernas ni brazos y totalmente conectado a varios tubos por todo su cuerpo.

—Tranquilos, no muerde —Dice uno de los científicos que se encuentra de espaldas a nosotros escribiendo algo en una libreta —. ¿Quiénes son ellos, Gabriel? Acordamos no traer a ningún civil aquí para que no se lastime o toque algo.

—Además recuerda que abajo hay una zona de cuarentena que debes de cuidar. Los resultados dieron positivo a la prueba y toda la comida que se mezcló con la carne de ciervo ahora está contaminada —Dice el segundo científico que se encuentra junto a una de las mesas con las sustancias extrañas, tomando notas y mirando por uno de sus microscopios de vez en cuando —. ¿Qué haces aquí? Sin ofender.

—Lo siento mucho, pero es importante —Dice Gabriel con total tranquilidad —. Éste chico podría ayudarnos con la cura.

—¿Y cómo es que el niño nos ayudará? —Pregunta el científico que parece ser el mayor de los dos, volteándose y mirándonos a los tres con seriedad, para después sólo mirarme a mí cuando Gabriel me señala.

—Estuvo expuesto al virus por cierto tiempo, y no se convirtió —Contesta Gabriel, y yo miro disimuladamente a Jimin, quien se nota bastante nervioso.

—¿Qué tan expuesto al virus? Todos lo estamos, ¿Lo mordieron o algo así? —Pregunta el otro y yo niego, haciendo que Gabriel no hable y deje que hable.

—Tuve un enfrentamiento con un infectado, y él...me escupió. Tragué mucha sangre por lo tuve encima y todo cayó en mi cara y mi boca. Luego, unos "científicos" experimentaron conmigo y no me cabe duda que seguramente me inyectaron el virus en mi sistema.

Cuando dejo de hablar, los dos dejan de hacer sus cosas, para levantarse y caminar hacia nosotros.

—¿Y qué piensas hacer? —Pregunta el más joven —. Seguramente Gabriel te contó que estamos trabajando en la cura y que el último sujeto de pruebas murió hace poco debido a un recaída — Pronto la mirada de él viaja hasta Jimin, quién parece confundido por todo lo que está pasando —. ¿Él no sabe nada, verdad? Parece que estoy hablando en coreano.

—En realidad, si estuvieses hablando en coreano te entendería. Es nuestro idioma natal —Contesto con tono burlón, pero ninguno de los dos se ríen, por lo que sólo encojo los hombros y miro a Gabriel. 

—Me gustaría que le platicaras sobre el proyecto del virus, de México y todo lo que estamos planeando, por favor —Interrumpe Gabriel, para después mirarme a mí —. Y él podría traducirle todo para que nada sea confuso —Al final el científico pelinegro asiente, indicándole al otro que traiga tres sillas, para después dárnoslas y que podamos tomar asiento frente a ellos.

—Nosotros provenimos del Centro de Control de Enfermedades de aquí de Atlanta, o mejor conocido como el "CDC" y desde que el virus brotó en el paciente 0, comenzamos a buscar la cura —Dice el científico, por lo que yo comienzo a traducir todo al coreano a Jimin, quien me escucha atentamente —. Creímos que el virus sería otra gripe común, pero cuando el primer infectado mordió a una persona sana y la convirtió, todos los CDC del mundo estuvimos en contacto para trabajar en equipo. Sin embargo, las ciudades comenzaron a caer, junto con todos nosotros. Muchos científicos en el mundo murieron tratando de pelear con el virus en los laboratorios; Siendo mordidos por sus compañeros o incluso por haber tocado sus propias muestras sin guantes de seguridad. Él y yo fuimos los únicos sobrevivientes del CDC de Atlanta cuando los mutantes aparecieron por primera vez. Si no fuese por Gabriel, la cura no estaría aquí con nosotros.

»Hace menos de un mes, nuestros experimentos surtieron efecto. Logramos combatir al virus por al menos unos segundos, gracias al sujeto de pruebas. Y cuando él murió, pudimos sacar más de un litro de sangre de su cuerpo antes de que ya no sirviera. Con eso, ahora la cura está casi terminada —Rápidamente, el segundo científico va a una de las mesas de metal, tomando un tubo de ensayo con una sustancia gris en ella —. Ésto es lo que llevamos de la cura. Lo malo de todo esto, es que no sirve ni siquiera para una persona porque aún no surte efecto. Tratamos de ayudar a Nick —Dice señalando al infectado del baño —, pero ni siquiera sobrevivió cinco segundos en su cuerpo porque el virus se comió a la cura. Necesitamos trasladarlo al CDC de México para poder terminarlo, pues aquí ya no contamos con los materiales suficientes para acabar. Sin embargo, ahora llegaste tú, y si de verdad hay una inmunidad en tu sangre, podríamos terminarla e irnos de aquí triunfantes, salvando la vida de la gente que está infectada...porque esto, podría regresar a la vida a los infectados que tienen muy poco tiempo de haber muerto. Un infectado de hace medio año o un mes ya no regresará, pero, tanto vivos como muertos podrán inyectarse esto. A nosotros nos servirá como inmunidad, los infectados a pesar de que nos muerdan o nos arranquen un brazo, no nos vamos a convertir, y si tenemos suerte...tampoco nos verán como algo para atacar. Seremos como objetos al lado de ellos, y así podremos averiguar si pueden regresar o no.

—¿Y qué sucederá con mi novio? —Pregunta Jimin, y el científico sonríe.

—No queremos que él muera, porque no podría disfrutar de lo que él también estaría haciendo. Así que, si él logra tener la inmunidad en su sangre, se la vamos a sacar en su totalidad, sin tratar de hacerle daño.

—En donde estuve, experimentaron conmigo sin sedarme, y fue muy doloroso —Digo, y él niega con la cabeza.

—Estarías sedado, y vigilado en su totalidad por si llegas a tener una hemorragia interna. Nada malo te pasará —Dice el científico más joven —. Nuestro sujeto de pruebas murió porque tenía una rara enfermedad desde pequeño y al no contar con el medicamento cuando la última caja se acabó, no sobrevivió. Pero tú pareces estar sano, así que...si quieres intentarlo, primero te haremos una revisión.

Y para cuando dejan de hablar, rápidamente observo a Jimin y luego a Gabriel. No sé qué decir, pero me siento muy nervioso por lo que puede pasar. Y las palabras de Jimin me calman, cuando su mano busca la mía para entrelazarla y sonreírme.

—La decisión es tuya, amor. Te apoyaré en todo lo que estés dispuesto a hacer...tú podrías ser el salvador de este mundo.

Un suspiro sale de mi boca, y después, tomo mi decisión final.

—Lo haré, me voy a someter a la prueba. 

𝘋𝘦𝘴𝘵𝘳𝘶𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯 ¡! 𝗄𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇 ₁Where stories live. Discover now