Capítulo 1

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Todo puede cambiar, un minuto, una sola palabra y con un simple hola y adiós una vida completa toma un nuevo rumbo.

Casi nunca se está preparado para las sorpresas de la vida, al menos no completamente. Pueden suceder cosas buenas, como ganarse la lotería, conseguir el trabajo de tus sueños o el amor de tu vida. También pueden ser malas, como despertar muy tarde en un dia importante, una ducha este fría, perder tus llaves, quedarse sin luz, comida, ropa limpia o...

¿Un bebé?

Tal vez ese día no sería el mejor de la vida de Jeon Jungkook, un joven alfa de 25 años que llevaba toda la mañana maldiciendo a medio mundo por la ducha descompuesta, sus llaves perdidas, la comida vencida, sin luz y las incesantes llamadas y regaños de su jefe que le exigía su pronta presencia en la empresa.

Con un traje arrugado y el cabello alborotado Jungkook se dispuso a salir a prisa de su casa sin esperar que una pequeña canasta detendría su mundo por un instante.

Era tan simple, tan irreal. Había un pequeño bulto envuelto en mantas verdes, de mejillas rojas y ojos brillantes que lo miraban con el brillo de una noche oscura y de estrellas que se retorcía en busca de su atención. Jungkook solo veía a los lados de la calle esperando que alguien se encargue de aquel pequeño detalle, no tan pequeño. Había un bebé, alguien había dejado un bebé frente a su puerta.

Debía ser una broma. Una de mal gusto.

Un tanto confundido lo tomo entre sus brazos cuando el pequeño comenzó a llorar. Era extraño, pero al tomarlo sintió que se tranquilizaba, no solo el bebé entre sus brazos sino una parte dentro de si que simplemente quería protegerlo. El pequeño y frágil cuerpo estaba un poco frío, él bebé se acurruco contra su pecho, tranquilizado por los latidos de un desenfrenado corazón.

No podía dejarlo ahí afuera, no podía quedarselo, debía llevarlo a la policía.

Se adentro nuevamente a su casa, temeroso, dudando de la sensatez o idiotez de sus actos, dejando la pequeña canasta sobre la mesa del comedor y finalmente tomando aquella carta de color rosa que estaba pegada al pecho del bebé.

*

Querido Jungkook.

Realmente no te conozco, y no pienso hacerlo. Al menos no de buena manera. Tu no lo sabes, pero hasta ahora te has ganado mi completo odio. Esperaba no volver a saber de ti, ni mucho menos tener contacto, aún así tú eres la única opción que me queda.

El es Jimin. Tu hijo.

Se que será difícil de creer, pero para mí es más difícil explicar como fue y porque lo dejo en tus manos. Si no estás convencido puedes hacer los análisis, pruebas que quieras. Jimin es tu hijo y solo te pido que no lo abandones. Tal Vez, tú, desde ahora serás la única familia que él tenga en este mundo.

Tiene apenas cumplido los 6 meses. Esta completamente sano y es muy lindo. Tengo que admitirlo, heredó buenos genes.

Me duele dejarlo. No sabes cuánto duele separarme de él. Pero no hay opción y quizás un día, si todo sale bien pueda explicar las razones por la cual hago esto. Por ahora solo te pido que lo cuides. Dile cada día lo mucho que mami lo ama. Que siempre lo quiso y lo amara con todo su ser. Que siempre estará en el corazón de todos aquellos que lo quieren y que aunque desde el cielo mami siempre lo cuidara y velará por él.

Jungkook, cuídalo, amalo, protegerlo de todo y se un gran padre. Tu eres y serás lo único que este pequeño tendrá en su vida.

*

Jimin comenzó a llorar.

Jimin...

Una familia de mentira [Junghope]Onde histórias criam vida. Descubra agora