Capítulo 37. No tienes derecho

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Disfrútenlo

YYY

Capítulo 37. No tienes derecho

Kirishima Eijirou se quería morir.

No sabía cómo ni porque, pero estaba ahí a la mitad de una heladería muy linda llena de macetas, decoraciones y las paredes en tonos pasteles; sentado en una de las mesas del lugar (que por cierto eran terriblemente lindas y dulces), con una chica que por el llamativo color de su cabello, parecía encajar con el lugar. Aunque sinceramente ese ambiente tan girly lo esperaba más de Hagakure, no de su querida Ashido.

Ahí los dos sentados con un enorme helado cada uno, era completamente surrealista.

─ Estas especialmente callado hoy.

Recalcó la chica, mientras no dejaba de comer de su postre encantada de la vida al tiempo que hacia ruiditos de aprobación. El pelirrojo seguía ahí sentado, sin decir palabra, ni salir de su shock inicial y con su helado delante de él, completamente intacto.

─ ¿No vas a decir nada? Tanto esperar para esta cita para que no hables, que aburrido...

─ ¡¿Esto es una cita?!

Aquello lo soltó acercándose peligrosamente a la de rosa, quien parecía tranquila pese a todo lo extraño que estaba pasando. Ella torció los ojos, molesta.

─ Creo que es obvio que lo es, eres muy lento Eji-chan.

─ ¡¿Yo soy lento?! No deberías culparme, tal vez es cierto que soy despistado y esas cosas, pero tampoco es como que pudiese estar tranquilo ¡Fui arrastrado de donde estaba conversando con mi amigo y de repente, estoy aquí a la mitad de una heladería en una cita contigo! Ni siquiera sé de qué sabor es mi helado, o cuando lo ordene, ni noté cuando llegó el mesero; no entiendo nada...

─ Un sunset de vainilla con mucho jarabe de chocolate. Yo ordené por ambos, sé que es tu favorito, por eso lo pedí. Aunque como es nuestra primera cita y eso, tú pagaras.

─ Mina, esto no aclara mis dudas, podrías decirme ¿por qué me trajiste aquí?

Ella le hizo un marcado puchero al tiempo que le picaba una mejilla, lastimándolo.

─ Lo que tú harás antes de otra cosa es aclararme ¿Quién es esa chica?

─ ¡Me lastimas!

─ Dímelo o lo seguiré haciendo.

Dijo al tiempo de ejercer más fuerza, Kirishima intentaba alejarse pero ella se puso incluso sobre la mesa donde estaban los helados para poder alcanzarlo y así seguir ejerciéndole presión.

─ ¡Yo te pregunte primero!

─ ¡que me digas!

─ ¡No entiendo porque me exiges cosas raras, tú y yo no estamos saliendo!

Ella dejó de lastimarlo para mirarlo fijamente al rostro, se notaba que el estúpido acababa de herirla; Ashido solo marcó más su puchero, en un amago de intentar no llorar delante de este tarado.

─ ¡No tienes ningún derecho de profesarme amor y luego andar por ahí con otras chicas!

─ Mina, no comprendo lo que dices, yo soy un hombre soltero. Calmante, mira nos están mirado.

Efectivamente, todos a su alrededor los seguían observando fijamente. Al tiempo que el de dientes filosos tenía las manos en alto, como intentando calmar las cosas.

─ Eres un mentiroso...

Ella por fin lucia abatida y apunto de rendirse, cuando su acompañante lo notó, se le acercó.

─ Ella no es nada mío. Una cantante que conocimos en una discoteca, un día que salimos los chicos; Kaminari tiene una atracción por ella, le gusta mucho pero no sabía cómo acercase y ahora que ella trabajara en el gimnasio pues me acerqué para ayudarlo a conversar con ella. Eso fue todo.

La de cabello rosa solo le dedicó una mirada fija a esos ojos rojos que tan lindos le parecían, notando que el siempre sincero y amable Kirishima estaba diciéndole la verdad. Por eso, aliviada y contenta; sin poderlo contralar (o no querer hacerlo); se acercó a él, parándose de puntitas lo atrapó del cuello de la camisa para bajarlo a su altura y así sin más, dejarle un beso rápido, sencillo, frio por lo que ella había comido y torpe porque él no reaccionaba ni se novia; aun así sabia dulce y no solo producto del helado.

Ella se separó luego de unos segundos y se alejó con una enorme sonrisa, sobre todo al notar lo rojo que estaba su querido Kirishima.

─ Bien, ve a pagar y vayámonos de aquí.

Tras esto, Kirishima solo reaccionó como un robot para obedecer lo que acababa de decirle la chica de la que estaba enamorado.

YYY

¿Qué pasó con Bakugo? Lo comenzaremos a saber en el próximo capítulo 38. Cuando regreses.  

Toxicidad en el ring [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora