Believer

2.3K 358 65
                                    



          Acto V

                              ╝

Katsuki POV

—¿Qué sucede? ¿Es la quinta vez que suspiras en el día?— Mina se encontraba viendo algo preocupada a aquel pelirrojo y solamente suspiraba con cada pincelada que daba a aquel mural.

Mina se acerca a él con una toalla en el cuello, con la cual se secaba el sudor de estar creando una nueva coreografía con Katsuki. Era imposible no notar aquella actitud decaída del pelirrojo, más porque él siempre era animado y sincero.

—Nada, lo de siempre, dentro de poco seré mayor de edad, y realmente no sé qué haré cuando la madre nos corra del orfanato— Kirishima se encontraba algo decaído.

No era de extrañar realmente, el estado solo cuida a los niños, y cuando estos son oficialmente adultos, la responsabilidad recae sobre ellos mismos, estén preparados o no.

Kirishima siempre había tenido un sueño y este era vivir del arte, cosa que fue muy criticada por todos en el orfanato, sobretodo en su posición. No podía darse el lujo de cumplir sus sueños.

—¿Ya pensaron qué mierda van a hacer?— El peliceniza ve a su amigo serio. Podría fingir indiferencia, pero realmente se preocupaba por ellos, incluso ya tenía planes de reserva para ayudarlos, pero no se metía mucho por qué sus amigos insistían en que podían manejarlo.

Vivir en la situación en la que se encontraban actualmente de por si no era fácil, pero pese a todo, siempre parece ser que la dificultad en la vida no tiene cota inferior, siempre podía empeorar todo de la noche en la mañana.

—No tengo ni idea, pero hoy Denki me levanto diciendo que lo había resuelto, no me dijo más porque salió corriendo, pero viniendo de él, no puedo evitar preocuparme— Mina rio un poco, era cierto que Kaminari era un genio para tener ideas locas, pero siempre estaba preocupado por su amigo pelirrojo.

Su habilidad para meterse en problemas era un don y una maldición.

Denki podría ser un idiota la mayoría de las veces, pero era muy leal a sus familia, siempre estaba buscando cómo ayudar. Lo que ganaba en sus conciertos usualmente se iba para pagar las deudas de Katsuki y en los materiales de Kirishima.

Denki siempre trabajaba muy duro para que a su mejor amigo no le faltara nada. Y todo pese a que no entendía como una lata de pintura podía costar tanto, el ver al pelirrojo emocionado era suficiente para él.

También ayudaba a Katsuki en lo que podía, este siempre se negaba orgulloso, pero él terminaba ayudando de todas maneras aunque terminaba regañado.

Denki era bueno, amable e idiota, pero su idiota, y no lo cambiarían por anda del mundo. Él era quien podía cambiar una situación tensa en un chiste, y un día de depresión en una tarde de risas.

Como si de una invocación se tratara, aquel chico rubio corrió feliz gritando y haciendo una entrada demasiado escandalosa mostrando su felicidad.

Se paró frente a ellos mientras hacía referencias y se alababa a sí mismo.

—¡EUREKA! ¡Chicos soy el puto amo! ¡Vayan haciéndome mi maldito altar! — Denki estaba feliz mientras agitaba 4 cartas de un lado a otro. Sus amigos no podían verlo más que confundidos.

—creo que la porquería que consume ya le frió el cerebro— dice Mina a sus amigos, mientras Kirishima asiente viendo raro a su amigo.

—¿que verga?— el peliceniza no entendía como aquel joven siempre tenía la habilidad de cambiar abruptamente con la tensión, y sobretodo animar a todos.

Shall we Dance? *Edición*Where stories live. Discover now