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El día se paso tranquilo y rapido, Mike estuvo todo el día ayudando con los deberes a Martha. Horneó unas deliciosas galletas, limpio el cuarto de Norton y ayudó con sacarle el polvo a la estatua del Dios Apolo, que estaba decorando la entrada de la mansion.De vez en cuando veía a Mr. Mole paseando cerca suyo, su mirada era seria y fría, como de costumbre, pero sentía que algo estaba mal, no actuaba de la misma forma de siempre. Recordaba que cuando ayudaba con los deberes de Martha, este siempre le tiraba frases obscenas y asquerosas. Le contó su inquietud a la ama de llaves, pero está contestó que sólo era su imaginación, ya que el estaba de mal humor no por su culpa si no por su familia.
Volviendo al presente, ya era de noche y Mike se encontraba en el living observando las llamas de la chimenea, mientras tarareaba sin ánimos una canción, la cual era la misma cuando por primera vez se encontró con Mr. Mole en el circo. Recordó esos días, le hacía sentir estúpido por caer tan fácil en las mentiras del millonario.

-Me encanta esa canción-la voz de Norton se hizo presente en la sala. El joven se sobresalto y volteo de inmediato, se encontró cara a cara con el millonario, este le sonrió y le dio un beso en la blanca frente del menor. Admiro cada detalle del rostro de Mike, eso le puso muy feliz por un momento, pero recordó a lo que venía, su mirada se volvió más escalofriante y la dulce sonrisa de este desaparecio. - ¿Que piensas de Víctor?

Tras esa pregunta, un escalofrío recorrió por toda la columna del joven, empezó a sudar frío y su mirada intentó esquivar a los ojos del contrario,este lo miraba fijamente esperando la respuesta del más joven. Pasaron un buen rato en silencio, cada minuto que pasaba Mr. Mole se enfurecia más y más, apretó los diente conteniendo sus ganas de matar a quien le robo el corazón de Mike.

-Mike, dime la verdad- replicó con un tono de voz hostil que dejó al joven más nervioso, una ansiedad recorría por todo su cuello, le apretaba, se estaba ahogando...no podía más... Unas lágrimas salieron de sus ojos y recorrieron sus redondas mejillas. -Escuché la conversación con Martha, no te haré daño si me dices la verdad, te lo prometo.

Era su perdición, no sabía que hacer, era bueno decir la verdad o mentir, ya no creía en las promesas de este sujeto, le había prometido una familia y no hacerle daño nunca más, pero todo fueron falsas palabras para engañarlo. No se sentía comodo en este lugar, no tenía familia, no tenía amigos, no tenía amor y aprecio, solo era un nuevo objeto más en la mansión. Y era tratado de la peor forma posible, un día Mr. Mole es cariñoso con el y al otro día abusaba de él. No comprendía la cabeza de este, su mente estaba muy distorsionada por todos los traumas vividos y los no vividos. Si, un dia Martha le contó que Norton mentía mucho de su pasado, algunas cosas no eran ciertas,algunas fueron creadas por el cuando era pequeño o eran de otras personas. Las muertes en la mina, era un recuerdo contados por Hastur, que repetía una y otra vez. Mr. Mole sólo la repite, como si dentro de él viviera su padre.
Aunque intentara escapar del salón, no podría, porque estaba acorralado y Norton tenía mucha más fuerza que el, lo iba a derrumbar de inmediato si intentará salir por la única puerta que había. Subió su mirada y decidió mentir, no se la iba a jugar con la verdad, no quería ser castigado nuevamente en el sótano o como el nombró "la habitación del Diablo".

-No me gusta Víctor, solo estaba confundido- respondió, tomó saliva para continuar, por el momento Norton mantenía su rostro serio, eso era alguno bueno o eso creía.- Te amo a ti, nunca te engañaria con otra persona.

El millonario, sonrió y puso su mano en la cabeza del menor, empezó a acariciar al pequeño como si fuera una mascota. De repente, agarro con fuerza el rubio cabello del joven y lo levantó hasta su rostro, se quedaron así observándose, el joven gritaba pidiéndole piedad al hombre y que por favor no lo castigue.

-Te dije que sí me decías la verdad, no te iba a lastimar-contestó ante las súplicas de Mike. Este empezó a sollozar, mientras repetía la fraee "Lo siento".

Mr. Mole:La rosa y la bestiaWhere stories live. Discover now