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En una triste mansión, con murallas de colores pálidos y decoradas con pinturas de la familia Campbell. Costosos objetos como muebles, jarrones y estatutos, decoran el living principal para impresionar a quienes entrarán al recinto. Había muchos empleados esparcidos por todo el lugar, todos estaban haciendo sus deberes como correspondía. Estaban apresurados para atender a sus jefes, quienes esperaban en un salón por sus comidas. Al final, la señora Behamfil, entró con bandeja en mano, habia traído la comida la más rápido posible para que no se enfriara. Cuando entró, con cuidado, dejó los platos a cada uno de la familia que estaba sentada.Ahí estaba,la familia cenando en una larga mesa que lo separaba demasiado. Mary y Hastur sentados en diferentes puntas de la mesa, al lado de la mujer estaba el hijo observando su plato de comida con los ojos hinchados y con una expresion de incomodidad. Resulta que sus padres habían discutido, fue tan fuerte, que al final llegaron a los golpes. La mujer se retiro, sin hacer ningun ruido para no hacer enojar al Señor Campbell.
Cuando se fue la mujer, el ambiente se volvió tenso, solo se escuchaban los utensilios moverse.

-Iré con unas amigas después de cenar-rompió el ambiente, la madre. Hastur, sólo balbuceo unas palabras, para luego meter el pedazo de carne en su boca, su mirada permaneció observando a la mujer.- Cuida del niño...

-Claro, siempre tengo que cuidar al niño, parezco yo la madre en vez de tu- alegó el hombre, tirando el tenedor a un lado con brusquedad, frunció el ceño y empezó a rechinar los dientes, ese sonido desagradable lo odiaba tanto Norton, era algo que siempre hacía el hombre.

-¿Vas a empezar con lo mismo?-preguntó la mujer de manera malhumorada. - Si al final te gusta estar con él a solas ¿no es cierto?

-Si, es el único que me satisface en la cama, no como otras-gruño, el padre. Giro su mirada a Norton, quien avergonzado agacho su cabeza para esconder las lágrimas que recorrían por sus mejillas, pero no logro esconder sus gimoteos. La reacción del joven, hizo que el hombre soltara una pequeña risa.

-¡Deja de llorar, idiota! - grito furiosa, Mary. Quien sin pensarlo, agarro del cabello al joven y le dio una gran abofetada, que dejó al joven llorando más fuerte.- Eres repugnante igual que el.

Y sin más, la mujer se levantó de su asiento tirando la servilleta al plato de comida, y se retiro del lugar con pasos fuertes, que resonaron por todo el salón. Dejando al niño y a su padre a solas.

-Ya sabes lo que toca, mi pequeño- se rio, el mayor. El joven solo observó el piso, no quería subir la mirada para ver el rostro malevolo de su padre. Esta noche no serán tan "buenas" para el.

Norton abrió los ojos, se encontraba en su mansión, sentado en el sofá con aún en mano el fierro que había utilizado para marcar a Mike. Su pasado lo persigue por el resto de su vida, nada hará borrar aquellos malos momentos con ese sujeto y su madre. El dulce sonido de las llamas de la chimenea hacia recordar los gritos de Mike, como el fierro caliente chocaba con su piel, el olor a carne asada y a sangre volvió a su nariz,no podía creer que había hecho esto, todo por la culpa de Víctor, ese desgraciado le estado coqueteando a su pequeño a espaldas de él. Con sólo mencionar el nombre de su primo, una ira le consumía por completo, absorbiendo cada rastros de felicidad y amor.
Dio un pesado suspiro, se levantó del sofá y a gritos empezó a llamar a la ama de llaves para que apagará la chimenea. Cuando no escucho respuesta, tiro un gruñido aterrador y empujó la puerta del salón de una patada, grito nuevamente. Quien le respondió fue Naib, quien salió de la cocina con la cabeza baja.

-Quiero que apagues el fuego-ordenó, el millonario. El joven de la capucha sólo asintió, para luego retirarse hacia el otro salón. Mientras tanto, Norton se quedó observando la puerta de la cocina, sabía que el rubio estaba escondido en ese lugar, pero no quizo irrumpir, Mike ya había recibido un justo castigo.
Se dio media vuelta, para subir las escaleras para ir a dormir de una vez. Esta noche será muy fría, ya que no creía que Mike iría a dormir con el, siempre cuando le daba un castigo, el se ponía a dormir en el sillón o se acurrucado con unas sábanas en algún rincón del salón.



Mr. Mole:La rosa y la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora