"La Promesa Book 2" [Charlie x Alastor] [CHARLASTOR]

†Acto 17†

»Acto 17: ¡Ella tiene mi sonrisa! 2/2

—¿algo más, caballeros? —decía el rey del infierno mirando a ambos overlords arrodillados ante el, ambos cubiertos de sangre—

—no se...señor —Vox habló un poco con algo de interferencia pues su pantalla había sido rota—

—muy bien, levantense que no tengo todo él día, Allette, quedate aquí, no demoro. —con sus poderes hizo levitar a ambos demonios para entrar a la sala de reuniones y cerrar la puerta—

La pequeña se cruzó los brazos y se sentó de mala gana en él sillon, no fue hasta que Velvet interrumpió su momento a solas invadiendo él espacio personal de la pequeña demonio ciervo.

—¡pequeña! ¡¿jugamos a "él ahoracado"?!

Allette la miró para sonreír y asentir, las mujeres que estaban en exhibición también se unieron, rodearon a la pequeña con sus típicos movimientos indebidos y se sentaron incomodando a la pequeña demonio, Velvet se sentó a su lado abrazándola con intenciones de molestarla, y vaya que lo estaba logrando ya que lámina empezó a gruñir, y sin más empezaron a jugar, mientras eso sucedía, Alastor estaba apunto de matar a ambos demonios que faltaron a su trato, en su mano derecha, poseía la inconfundible lanza de ángeles, la que tenía guardada desde que aquel ángel atacó a su hija.

—su majestad...—Valentino seguía de rodillas ante su superior, empezó a derramar lagrimas negras ya hace tiempo—

—tenga piedad —Vox a diferencia del demonio polilla, seguia de pie, aunque débil y con su pantalla rota—

—Alastor sonrió más para hacer desaparecer aquella arma divina— bien, lo reconsideraré —su sonrisa se ensanchó mas de lo normal—

—Valentino elevó la cabeza para verlo—¿¡encerio?!

—hoy, a la tarde, a la 1:00 p.m, quiero tener ya ese territorio en mis manos, de lo contrario conocerán el fuego eterno —se giró dispuesto a irse—

—no lo defraudaremos, majestad.

—yo se que no lo aran, y si lo hacen, creo que mi hija ya te dejó un recordatorio -abrió la puerta dejando ver un escenario digno de una pelicula de terror-

La sala de estar estaba llena de las modelos sexuales colgadas y muertas, aparte de sangrar por la boca y sin ojos, ambos demonios miraron a la pequeña y esta tenía una hoja de papel y una pluma, aparte de tener sus cuernos en señal de que estaba molesta, a su lado estaba Velvet con una soga en él cuello y ya derramaba lagrimas de sangre.

—¡¿y la "i"?! ¡tiene que haber una "i"! —la joven estaba asustada, hacer enojar a la pequeña no fue buena idea—

—no, no hay "i" —sonrió mas y completó el muñeco ahorcado, se levantó y con ayuda de la sombra de su padre, empezó a tirar de la cuerda, pero antes de terminar su —

—Allette, ya fue suficiente —regañó Alastor a la pequeña la cual solto la cuerda y su progenitor la atrajo a él con ayuda de uno de sus tentáculos, la pequeña al ya estar en los brazos de su padre, lo miró y sonrió con ilusión al ver que él tenía una sonrisa de aprobación— y bien, caballeros, esto fue solo una advertencia —hizo aparecer el peluche de su hija y se lo dio— si me fallan hoy, despidanse de su estudio y aparte de eso, su nombre aparecerá en la lista del exterminio anual, pero antes de que llegue ese día, pasaran dias entero llenos de tortura por todos los círculos del infierno —sus astas empezaron a crecer, sus ojos cambiaron a diales de radio y su sonrisa se torció un poco, la cruz en su frente se hizo presente, los símbolos del vudú no tardaron en aparecer al igual que la transferencia, Allette aun mantenía su aspecto demoniaco y igualmente creó algo de interferencia, ambos demonios y las pocas que estaban ahí palidecieron, el rey hizo aparecer a unos muñecos vudú para que vigilando a Valentino y a Vos,estos salieron de la tierra y los rodearon a ambos— será mejor que inicien, tienen 1 hora para conseguir el territorio norte, son overlords después de todo. —sonrió, giró sobre sus talones y se fue azotando la puerta, ya estando afuera escucharon como salían de inmediato ambos demonios respetados, miró a su hija y ella ya tenía su apariencia tierna e infantil— ¿te divertiste?

—¡mas que nunca papá!

—¿a que estaba sjugando con esas pecadoras? —entró a él carruaje y dio la orden del próximo destino y empezó a avanzar, colocó a Allette frente a el para escucharla—

—el juego del ahorcado —sonrio con inocencia— ¡fue divertido!

—fue un espectacular digno de admirar, cariño.

Él camino fue callado, ambos disfrutaban del silencio, y así fue hasta llegar a las mansiones de los overlords a los cuales, pocos tuvieron la desdicha de perder aquel codiciado puesto, la razón, debían innumerables cantidades de tratos con la familia Magne, por eso fueron despojados de grandes poderes, en fin, llegarona a él palacio del Príncipe Stolas, donde fueron recibidos por la mujer y hija de este y por él nombrado.

—su alteza, un gusto tenerlo por aquí —hizo una reverencia ante el demonio rojo— esperábamos su llegada.

—debo imaginalmelo.

—sigame, le daré lo que necesita —le dio paso para ir tras él,detras de los adultos iba la pequeña Allette la cual fue detenida por la princesa Octavia—

—¿sucede algo?

—tsk, nada —siguió caminando, al llegara la gran sala de ese lugar, Allette se sentó a un lado de su padre, quien sin vergüenza recibió con gusto los apretones en sus mejillas por parte de Alastor—

—se lleva bien con su hija, majestad —decia Stolas ya con el libro—

—si, no se averguenza para nada si le doy algún cariñito en sus mejillas en público —recibió el libro y lo abrio para leerlo un poco—

—Octavia negó con la cabeza— eso es ridículo, no entiendo por que, eso siempre me avergüenza si mi padre hace eso y mas, si es en público.

—Allette solo levantó los hombros y le sacó la lengua— a diferencia de ti, yo si respeto a mi papá, y si no te gusta pues "calladita te ves mas bonita"

Alastor cerró el libro para agradecer y tonar a su hija de la mano para salir de ahí, acarició la cabeza de Alletteen señal de aprobación, vaya, al parecer él se encargaría de educarla de ahora en adelante, le enseñaría todo lo que sabe.

—oye papá, ¿sabes? —el rey fijó su vista en ella— ese señor del que te dije que pelee la otra vez...coqueteó con mami.

La sonrisa de Alastor se torció al oir eso, al parecer iria jn rato a la mansión de los Von Eldrich para hablar con ese idiota, pero se le ocurrió una idea.

—Allette, desde hoy empezaran tus lecciones.

—la pequeña ladeó la cabeza sin entender—

—desde hoy, te empezaré a orientar para que seas alguien respetada al tener tu posición como princesa, así que, hoy iniciaremos con: Tortura Psicológica, después de todo, eres igual a mi.