"La Promesa Book 2" [Charlie x Alastor] [CHARLASTOR]

†Acto 30†

»Acto 30: En práctica 1/2.

Esta y la segunda parte son dedicadas para @___MFCUPHEAD ya que es parte de su idea también, muchas gracias por compartir tus ideas conmigo.

La pancita de Alexander sonó de nuevo, obligando al pequeño a poner ambas manos en su estómago, moría de hambre, habían pasado dos días desde que estaban ahí, se quitó la venda para ver a su hermana, notó como esta veía atentamente a la mujer que estaba a su custodia, esta comía unos deliciosa pasteles con crema ante la atenta mirada de los niños, en todo ese tiempo, no los habían alimentado, él pelirrojo paso saliva al ver esos postres, tiró un poco de la manga de su hermana para que lo volteara a ver, y lo logró.

—tengo hambre...

—lo sé, lo sé Alexander...yo también tengo hambre, ¡pero no te preocupes! -sujeto ambas mejillas rojas de su hermano dándoles un pequeño masaje- comeremos algo delicioso muy pronto -le guiñó un ojo para darle un beso en la frente- comeremos unos ricos pastelitos, solo espera unos minutitos a que venga la otra mujer y comeremos, te lo prometo -frotó su nariz con la de su hermano sacándole un risa-

—gracias Allette -sonrió un poco, con su hermana estaba algo más protegido y seguro-

—pero cubrete los ojos -le volvió a poner la venda para levantarse y caminar hacia la mujer, la cual ya se levantaba para irse, pero se detuvo al sentir como tomaban su mano y la tiraban un poco para abajo, encontrándose con una varita tierna de la pequeña princesa del infierno.

—¿que quieres? -preguntó "amigablemente" para agacharse y ver mejor a la niña-

—quiero un abrazo, por favor -rogo para extender los brazos, ella era la primera mujer que los custodiaba en esos dos días, así que eso la molestaba un poco, esta torciendo su sonrisa se acercó para abrazarla con cariño haciendo que la princesa deje su rostro en él cuello de esta modelo, grave error, la pequeña abrió los ojos y miró él cuello de la mujer y recordó una frase que su padre le dijo: "cuando estés en peligro, usa tus colmillos y muerde él cuello" y así lo hizo, giró su cabeza y mordió él cuello de la mujer haciendo que soltara un grito, había mordido justamentamente él lado sensible, movió su cabeza para atrás para arrancarle ese trozo que había arrancado con sus colmillos y la mujer cayó al suelo creando un charco de sangre.

—¡¿Allette!? -gritó Alexander algo asustado por los sonidos, no se había quitado la venda, la rubia escupió el trozo de carne que tenia en su boca.

—¡ni se te ocurra quitarte él lazo de los ojos! -gritó la mayor viendo como su hermano se escondía de nuevo, regresó a mirar a la mujer, se agachó para volver a morder él cuello de esta para sacarle él hueso hioides, para igualmente escupirlo y volver a morder lo que faltaba arrancándole por completo la cabeza, se levantó para limpiarse la boca rápidamente con una servilleta y doblar sus mangas para que no haya sospechas de la sangre, la puerta se abrió y la niña regresó con su hermano para abrazarlo con algo de temor, era la nueva mujer que los vigilaría, al ver la escena gritó de terror alertando al jefe de ese estudio y tirando su cartón de pasteles al suelo, esta se resbaló con la sangre de la anterior mujer manchándose las manos, pechos y boca de ese liquido carmesí, gritó de nuevo al encontrarse con la cabeza d ella modelo anterior, la sujetó del cabello y se preparó para lanzarla, pero en esee momento, llegó él dueño, miró a la modelo nueva la cual tenía en sus manos la cabeza de la anterior mujer y manchada de sangre, miró a los niños y estos se abrazaban temblando por él miedo, además de tener sus orejas bajas, miró de nuevo a la mujer pero esta vez con enojo y la agarró de los cabellos para atraerla hacia él.

—s-señor no es lo que parece...no...-estaba temblando-

—¡¿que mierda crees que haces!? -la cacheteó fuertemente- ¡¿como mierda crees que voy a ganar dinero si ya mataste a la puta estrella principal!? -señaló él cuerpo de la anterior modelo infernal- y sobre todo -empezó a ahorcarla- ¿como mierda crees que voy a hacer un trato con estúpido demonio radio si sus hijos no están completos?...-dijo lo último con voz baja- Respóndeme maldita zorra...

—señor...no fui yo...fue la niña...

—si claro, la niña, ven conmigo -la tomó de los cabellos y empezó a tirarla con fuerza a la salida, agarro él cadacer también y lo sacó- no salgan de aquí, malditas escorias...-cerró la puerta y le puso seguro-

—¡Señor no! -fue él último grito de la mujer antes de que todo se vuelva un silencio absoluto.

La niña se levantó para ir corriendo a agarrar la caja de pasteles y regresar con su hermano, él cual seguía temblando, le quitó él lazo negro para mostrerle la caja con dulces, los ojos del pequeño brillaron a más no poder al ver algo de comida, agarró un pstelito y empezó a comerlo moviendo sus orejas, finalmente saciaba su hambre, con algo de diversión puso un trozo de pastel en la boca de su hermana quien lo comió, ambos comieron finalmente y terminaron satisfechos, los tendría llenos hasta la mañana siguiente, eso esperaban, pero lo que más querían era ver a sus padres de nuevo.

[...]

En él palacio Magne todo era un caos, la reina estaba angustiada por no saber él paradero de sus hijos, Alastor estaba igual, a su lado en rodó momento tratando de calmar a su esposa, sus cuernos no habían desaparecido desde que regresó sin Alexander, y se alarmó aun más al no ver a su pequeña con su padre,

—Alastor...¿quien puso haber sido?...-sus ojos se tiñeron se color rojizo- ya hemos buscado por todos lados, hemos buscado por todos los círculos del infierno...y mis niños aun no aparecen...-cayó de rodillas al suelo empezando a llorar, esto alertó al demonio rojo quien se agachó a abrazar a su esposa- mis niños...

—ya tranquila querida, los encontraremos muy pronto, no te preocupes, son mis enjendros después de todo, sabrán como llevar las cosas -acaricio los preciosos cabellos rubios de la demonio infernal tratando de calmarla-

—los extraño tanto...Allette...Alexander...-abrazó a Alastor para finalmente romper en llanto- si algo les llegase a pasar...Alastor, ya no vivo...

Todo esto ante la atenta mirada de la pantera, veía a sus amos totalmente tristes por la desaparición de sus hijos, se levantó para ir al jardín en donde había sucedido todos esos acontecimientos, empezó a olfatear todo, hasta que se topó con él olor de la niña, empezó a seguirlo, llegó a la muralla del jardín y gruñó al encontrar otro olor junto al de la pequeña, con una gran agilidad logró trepar y salir del palacio siguiendo él aroma, soltó un rugido mostrando sus colmillos en señal de que había encontrado él camino d ellos pequeños, justo en ese momento también, todos los ojos empezaron a brillar, dando a entender que él rey estaba observando en ese momento, todos los pecadores se quedaron quietos, acertando en un solo pensamiento:

"Buscan a los príncipes"

Continuará.