⊶ 47

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– Muy bien. Ya pueden dejar de susurrar cosas al frente mío. ¿Me quieren decir que sucede?

Los hermanos Elric se encogieron en sus lugares del susto. Pensaban que Paris no estaba al tanto de su conversación secreta.

– ¡N-no es nada! – negó rápidamente el menor de los hermanos, se podía notar nervios en su voz.

Paris enderezó su cabeza soñolienta y se estiró en su lugar, había tenido una pequeña siesta en el tren de camino a Dublith.

– ¡¿Desde hace cuanto estás despierta?! – exclamó Edward, pensando que había escuchado sobre lo que estaban hablando.

– Desde hace unos 5 minutos... – respondió con voz ronca a la par que estrujaba sus ojos. Delicadamente coló su mano izquierda por debajo de su parche para lograr dicha acción. Una vez que terminó, bajó su mano de la misma manera para que el parche cayese en el mismo lugar de siempre.

Edward se cruzó de brazos mientras veía atentamente aquella acción. – Pues eso. No pareciera que tu ojo izquierdo esté herido o algo por el estilo.

Paris soltó un pequeño quejido desde su garganta, aún soñolienta no tenía la habilidad de responder debidamente. – Es un accidente qué pasó hace mucho tiempo. – explicó. Los hermanos asintieron levemente, ya que estaban curiosos en lo que iba a decir. – No es exactamente una herida, pero es lo suficientemente feo como para querer taparlo.

– Ya veo... – asintió Alphonse. Se sentía un poco mal por hacer que la castaña contase una historia qué tal vez hubiese preferido no contar. Tal vez perdió su vista o se siente avergonzada de su apariencia debido a ello... Pero lo calmaba un poco el hecho de que ella se veía cómoda al compartir esa anécdota. – Lamento que tengas que recordar eso... solo teníamos curio—

– ¿Y como pasó? ¿Podemos ver?

Alphonse volteó a ver a su hermano rápidamente, para empezar a reprocharle su falta de simpatía. Edward por alguna razón le interesaba bastante saber que había detrás de aquel parche.

Paris se le quedó viendo al muchacho cansada. »Terco es poco para describir a este cabeza hueca... normalmente a todos a quienes les he dicho esa farsa dejan de preguntar inmediatamente« pensó frustrada. – Una pelea. Antes de convertirme en alquimista estatal. – explicó desviando su mirada hacia la ventana. – Y no, no puedes ver.

– ¿Y quedaste ciega o algo por el estilo?

– ¡Nii-san! – reprochó ahora preocupado Alphonse.

– N-no. Aún conservo mi vist—

– ¿Entonces por qué no te lo quitas?

Paris enarcó una ceja y volvió a enfrentar los orbes ámbar del rubio – Oh. Tu aún conservas la mitad de tu pierna. ¿Por qué mierda no te quitas la prótesis? – contraatacó molesta.

Edward al escuchar esto se quedó helado. Eso lo había bajado de las nubes y por fin se dió cuenta de que estaba siendo increíblemente maleducado. Apretó sus labios juntos y recostó su espalda en el asiento con la mirada fija en sus piernas.

Paris notó el comportamiento del rubio y pensó qué tal vez fue muy ruda. – Oye... lo siento pero estabas preguntando cosas que me ponen nerviosa.

– No tienes que disculparte por eso Paris-san... – intervino Alphonse.

Edward negó suavemente desde su lugar. Soltó un gran suspiro y levantó la vista – Está bien. Supongo que me lo merecía. – rascó su nuca nervioso.

Paris alzó sus cejas, incrédula. ¿Estaba de acuerdo? ¿Con ella? ¿De acuerdo con ella?

Por alguna razón aquellas palabras juntas se sentían ilegales. Completamente nuevas, nunca vistas antes y un tanto peligrosas.

Future Nostalgia [FMAB•Edward x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora