Entre El Amor Y El Odio [COMPLETA]

Capítulo 139

La noche había llegado, pero eso poco o nada le importaba a Iol, la llamada de Kael lo tenía inquieto y pensativo, ¿había encontrado a su valkiria?, ¿y si la tenía prisionera?, estampó furioso su puño contra el muro del castillo abriéndoselo, pero el mismo se cicatrizó en cuestión de segundos, era una de las ventajas que tenía al ser hijo de un Dios, nada lo lastimaba, al menos no físicamente, porque por dentro su corazón y su alma estaban destrozados.

—Hola Rem, —Dijo Scarlet entrando a la celda y este no tardó en poner mala cara—.

—Y aquí vamos otra vez.

—Te traje unas cobijas extras, hoy hace más frío de lo habitual.

—Gracias, ya puedes irte.

—Si quieres puedo quedarme y hacerte algo de compañía.

—Prefiero estar solo.

—Ya se, te leeré un libro.

—No quiero que me leas un libro, ahora vete.

—Pero a ti te gustaba que te lea.

—Lo dudo mucho, esa es otra de tus mentiras.

—No, no lo es, a ti te gustaba.

—Escúchame bien, —La acercó abruptamente a él tomándola por las caderas—, lo único que quiero en este momento, es coger y a menos que vengas para eso, no me interesa tu compañía, ¿entendido?

—Suéltame, —Se zafó de su agarre—, eres un tonto.

—Tu hermana no pensaba lo mismo, —La provocó—, a ella le gustaba.

—A mi hermana le gusta cualquiera, no me sorprende que le gustes.

— ¿Enserio crees que puedo ser cualquiera?, —Se acercó a ella hasta arrinconarla contra la pared—.

—Sí, ella siempre ha tenido malos gustos.

— ¿Malos gustos?, —Se agachó hasta quedar a su altura muy cerca de sus labios—.

—Sí..., ella tiene muy..., muy malos gustos, —Respondió nerviosa al tenerlo tan cerca—.

— ¿Y tú tienes malos gustos?, —La miró a los ojos—.

—No.

— ¿Segura?

—Sí, yo..., —Intentó hablar pero no pudo, hundió su mano en su larga cabellera besándola a la fuerza y aunque intentó resistirse al berserker terminó por corresponder el beso y aferrase a él, hace tiempo ya que deseaba estar entre sus brazos, sentir su boca, sus caricias, el calor de su piel, la tomó por los muslos y la alzó del suelo haciendo que se abrazara a su cintura—.

—Sostente de mis hombros, —Ordenó con un tono sutil y ella obedeció—.

—Bésame Rem, por favor, —Se apoderó de su boca dejándola sin aire y llevándola a la cama, llevaba mucho tiempo sin estar con una mujer y no iba a desaprovechar la oportunidad, uno a uno abrió los broches del vestido que cubrían el cuerpo de la vaniria y la cubrió de besos y caricias, deslizó sus manos por su cintura y la elevó haciendo un pequeño arco. Paseó vagamente la punta de su erección por el suave portal de su intimidad hasta que sintió que se humedeció en ella y entró en su interior muy lentamente, disfrutando de la sensación que experimentaba al estar con la dulce joven que era idéntica a Vanisha, recorrió con paciencia con las yemas de sus dedos hasta que estas llegaron a la espalda de Scarlet y la levantó hasta que pudo llegar a sus labios y hacerlos suyos de nuevo, su lengua bailaba en la boca de su cáraid y la provocaba amagando besos que no llegaban, pero que luego la invadían hasta dejarla sin aliento, mordió con cuidado su labio inferior y luego hizo lo mismo con su quijada, para luego lamerla y guiar así un camino hasta sus pechos, los succionó y rozó el pezón con los dientes mientras se hundía con más intensidad en ella, el estímulo fue demasiado para ella y no puedo aguantar más, sintió como la llenó de él al mismo tiempo que ella llegaba al orgasmo, las sensaciones fueron demasiado lejos y el berserker no lo pudo resistir, estaba sediento y estaba harto de que esa sed no se apaciguara con agua, subió a su cuello y clavó los dientes en la vena que palpitaba como invitándolo a beber, mordió a Scarlet y pronto su boca se llenó de ese rico y delicioso sabor que a él tanto le gustaba, chocolate—.

—No te detengas Rem, —Lo animó—, bebe todo lo que quieras, no te inhibas, —El sabor de su sangre despertó en su cuerpo algo que parecía perdido ya, su racionalidad, decidió que no había tenido suficiente de ella, necesitaba más, cerró con fuerza los ojos disfrutando de la dulzura de su sangre y un montón de imágenes que había olvidado se hicieron visibles para él, estaba recordándolo todo, suavizó la mordida y acarició con la lengua la herida hasta cerrarla—.

— ¿Rem?, —Preguntó al ver que se quedaba en silencio—, ¿Estás bien?, —La miró a los ojos lleno de arrepentimiento y la envolvió en sus brazos desesperado buscando su perdón—.

"Abrió la puerta de la casa, de esa casa que ahora era su hogar y en la que esperaba su amada Sheila, había comprado un ramo de rosas rojas como todos los días, no terminaba ni de entrar cuando ya se vio rodeado por los brazos de su ángel que lo llenó de besos".

—Te traje esto mi amor, —Le entregó las rosas—.

—Gracias mi vida, por cierto, alguien espera por ti en la sala.

— ¿Quién?

—Un compañero de tu trabajo, está en la sala.

—Hola Bruce, —Saludó Kael sonriendo—, siento haber tenido que venir hasta tu casa, pero no contestabas mis llamadas y necesito que me hagas un favor.

—Iré a preparar algo de café

—Gracias Sheila, me dijiste que te llamabas así, ¿verdad?

—Sí.

—Eres una gran anfitriona.

—Con permiso, —Se retiro dejándolos solos—.

— ¿Qué haces aquí?

— ¿Enserio pensaste que podías escapar de mi?, ya sé que has estado traicionándonos.

— ¿Qué es lo que quieres?

—La organización quiere que vuelvas.

—No pienso volver.

—Creo que no estoy haciéndome explicar bien, la organización quiere que vuelvas o matamos a tu chica, como verás ha sido muy fácil llegar a ella, y ya que aún no le has dado la inmortalidad, me es más fácil matarla.

—Si te atreves a tocarla te juro...

—¿Qué?, —Lo interrumpió—, me matarás, no juegues conmigo Bruce porque te juro que nos divertiremos con tu chica mientras observas y luego la mataremos, así que más te vale volver, o te juro que voy hacerte arrepentir de encontrar a tu cáraid, —Lo amenazó antes de salir—.