Capítulo 13.

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Un escalofrío recorrió su columna vertebral al sentir el suave tacto del aire frío contra su espalda desnuda y magullada, su cuerpo estaba dolorido por las palizas que el asesino había dibujado en su frágil piel. Sus ojos de abrieron en la asquerosa oscuridad y pudo sentir como sus ojos alguna vez brillantes se retorcían de dolor al parpadear.

En un intento por moverse, Lux estiró su piernas débiles para aliviar el dolor en ellas, lentamente su manos llenas de cortes buscaron ayuda de alguien que no vendría. Su cabeza estaba completa de sufrimiento, la torturas fueron aproximadamente de unas horas pero, justo por eso tuvo mucha más sesiones de lo que una persona normal aguantaría.

Cualquier persona sometida a ese sufrimiento hubiera perdido la cabeza antes de empezar, ella misma se consideraba de esa forma aunque todavía pudiera esperar, si alguna vez saliera, si la encontrarán, nunca más seria igual, nunca volvería a ver el mundo como cuando era pequeña, todo de color azul y oro.

Te entiendo ...— recordó las dos palabras que le había dicho a la pelirroja hace unas horas antes.

—¿Me entiendes?— No había entendido esa pregunta en el momento. Y ahora que lo pensaba más, la pelirroja se había referido a su propio sufrimiento?

Después de eso Katarina había decidido dejarla en ese estado y salir de la habitación, todavía esforzando su vista podía reconocer el maletín abierto y los guantes de cuero que había utilizado, sus oídos escuchaban el suave ruido de la sangre de los objetos usados que recorría el mueble en el que estaban hasta llegar al suelo, formando un pequeño charco.

Sus ojos perdidos no se movieron cuando una luz entró por la puerta de metal, y aunque ella quedó iluminada su cuerpo no reaccionó.

Un patada aterrizó sobre su estómago y su boca se vio obligada a expulsar la sangre por sus labios, su cuerpo se quedó tirado como una muñeca pero se elevó por la fuerza del brazo delgado que la mantenía desde arriba.

—Ngh ...— Gruñó Lux.

La otra pierna de Katarina se estrelló contra su cara acabando de romper su nariz, la propietaria de los golpes esbozo una sonrisa malvada cuando la sangre de su nariz cayó en su zapato.

—¿Me entiendes? Dejame destrozarte la cara antes de que salgan más tonterías de tu sucia boca perra— habló katarina.

Los ojos azules la miraron, su mirada cambió, la determinación en sus bonitos rasgos alimentó su furia. Su lado salvaje se sacudió en su cuerpo, los ojos alguna vez esmeraldas se volvieron completamente púrpuras.

Sus labios se abrieron para dejar salir las risas locas, una de sus manos cubrió su boca, su risa resonó por toda la habitación antes de que se convirtiera poco a poco en pequeños pero disimulados sollozos mientras las lágrimas cubrían su visión.

—Pequeña lucecita ... ¿Me dejarás?— Lux abrió lo ojos ante sus palabras —No te entiendo ... Perdiste la cabeza Katarina, nadie te perdonará esto— contesto entre dientes.

Vio desde el suelo como las manos de la pelirroja temblaban y temió haber contestado la respuesta incorrecta. Katarina caminó lentamente hacia el escritorio pequeño en el que residía el maletín junto los guantes.

Metió sus manos temblorosas poco a poco en los guantes, Lux vio como sus manos huesudas dudaban antes de coger uno de los cuchillos sangrientos rápidamente. Ella sabia perfectamente lo siguiente, sabia que no lo aguantaría.

—Katarina, detente — respiró Lux pero, la pelirroja giro su cabeza hacia ella, dudando. Antes de que una mano se parara en su hombro.

—¿Estas dudando?— La persona detrás de ella debía ser mayor, su voz sonó envejecida pero a la vez sonaba como mil demonios hablando a la vez.

La garganta de la pelirroja soltó un jadeo por el repentino aire en su oreja, inmediatamente supo que no podía fallar a su amo, le había dado mucho después de todo.

Su mirada de encontró con la rubia asustada en el suelo, esos ojos azules, la hermana pequeña de aquel hombre que había llamado su atención, aquel hombre honorable, justo e increíblemente hermoso. ¿Él la perdonaría? Después de acabar con el sufrimiento de su hermana, podría él, de todas las personas acabar con el suyo?

El principio de una sonrisa apenada cruzo su cara, él nunca la perdonaría. No cuando viera el estado de su pequeña hermana.

Se acercó suavemente a Luxanna, y seco con la punta de sus dedos las lágrimas brillantes en las mejillas sucias de la Dama de la Luminosidad.  
Acercó sus labios a la frente de la niña  temblorosa y dejó un beso suave y tranquilizador, la miró a los ojos, el azul se encontró con el verde. Antes de que Katarina hundiera el cuchillo en el pecho desnudo de Lux.

—Duerme tranquila ... Luxanna— sollozo Katarina mientras acariciaba el cabello rubio e observaba la luz apagarse en sus ojos.

Garen nunca la perdonaría

Nota de Autor:

¡Hola! Aquí tienen un capítulo después de tanto tiempo, mi imaginación había sido afectada para seguir escribiendo está historia, ahora intentaré acabarla en unos pocos capítulos más! <(^,^)> Este CAP es bastante corto, sorry :3 Nuevamente, disculpen la tardanza :)

La Pelirroja De Mis Sueños (Garen x katarina) EN PROCESO DE EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora