My Thai boyfriend, a superstar.

Capítulo XV.

Saúl POV.

— Perdona por no responder en año nuevo — le digo a mi mamá avergonzado.

— Me imaginaba que no ibas a responder, pero no perdía nada intentando — me sonríe.

Es domingo y ya he terminado mis deberes de la Universidad, así que he decidido utilizar mi tiempo libre para hacer una videollamada con mamá.

Han pasado 3 semanas desde el día en el que Bright me confesó que le gusto. Al principio pensé que era sólo una broma, pero al ver su rostro cuando lo dijo lo confirmé. Cuando lo dijo, me sentí nervioso, emocionado... feliz, y aunque igual él me gusta, tengo miedo. Mi temor es lastimarlo. Si bien he tenido parejas sentimentales en el pasado, algo en mi interior me dice que Bright es diferente a ellos. Ahora mismo, tengo sentimientos más intensos por Bright que por cualquiera de mis ex parejas. ¿Por qué el actor y cantante juvenil más famoso de Tailandia se ha fijado en mí?. No puedo concebir una razón válida, pero me emociono al visualizarnos como pareja. Claro, toda esa emoción se esfuma cuando caigo en cuenta que sólo estoy aquí por tiempo definido. Y no, no puedo hacerle esto a él, por más que quiera, el tener qué marcharme sería demasiado doloroso para los dos y él tiene qué seguir enfocándose en su trabajo. 

— ¿Cómo va la escuela, cariño? — me pregunta mamá con curiosidad.

Este primer mes del año está pasado tan rápido. Entre exámenes y proyectos, junto con el trabajo en la cafetería, me han dejado casi sin tiempo libre. He tenido qué aprender a utilizar el metro de la ciudad, porque Bright no siempre puede llevarme al trabajo saliendo de la Universidad.

— Bastante bien, mamá. Estamos en parciales y es un caos, pero he mantenido mis buenas notas, como siempre — le respondo con seguridad.

— ¡Felicidades, corazón! Siempre debes ser así. ¿Alguna novedad? — sonríe con picardía.

— Hmmm... ya sé moverme por la ciudad utilizando el Metro —me encojo de hombros y ríe a carcajadas.

— Me alegra que sepas moverte en la ciudad, pero sabes bien a qué me refiero. 

— ¡Ah! — exclamo lentamente — Bueno... emmm... 

— Supongo que ya lo has dicho todo. —me interrumpe — ¿usaron protección? 

— ¡MAMÁ! — levanto la voz y comienzo a ruborizarme — No ha pasado nada de eso — digo nervioso.

— Entonces, eso significa que sí ha pasado algo, ¿no? — enarca una ceja.

— No. — suspiro y bajo la mirada. — Tuviste razón — regreso la mirada hacia el rostro emocionado de mi madre — le gusto a Bright — comienza a gritar de emoción.

— ¡Lo sabía!, ¡Lo sabía! — sigue celebrando y ríe hasta que me que no le sigo el juego — ¿por qué no te ves feliz? 

— Porque aunque le gusto, yo no le he dicho que él me gusta. Incluso creo que no lo haré, o bueno, que no debería — hago un mohín.

— Pero... ¿por qué no? — la cara de mamá se entristece.

— Porque no podría hacerle esto mamá — suelto rápidamente — Es un gran chico y se merece a alguien que pueda apoyarlo todo el tiempo. Claro, por ahora yo podría ser ese alguien, pero ¿qué pasará cuando tenga que regresar a México?, ¿qué pasa...

— Regresarás feliz por haber vivido un amor tan fuerte como el que sientes por él —me interrumpe.

— Creo que es muy pronto para hablar de amor — bajo el volumen de mi voz —  no lo sé mamá, no quiero ser el que le rompa el corazón cuando me vaya. Por fuera tiene la apariencia de un chico fuerte, pero por dentro es demasiado sensible, y buen...